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«Aquí no hay corrupción, aquí lo que hay es una robadera»

“El país necesita con urgencia que las obras públicas cuesten lo que se dice desde un principio que van a costar, reclama el Contralor Edgardo José Maya Villazón.

Llama a hacer una cruzada nacional contra esta “robadera” y dice que Contraloría, Procuraduría y Fiscalía no puedan enfrentarla solos.

 

“Aquí no hay corrupción. Hay que cambiar el término. Aquí lo que hay es una robadera. Hay que erradicar de Colombia el término de corrupción. Aquí hay una robadera entronizada en todo el estado colombiano y yo como exprocurador y contralor doy el testimonio ante la sociedad colombiana que es así”, dijo hoy en tono enfático el Contralor General de la República, Edgardo Maya Villazón.

Consideró que hay que hacer una cruzada nacional contra “la robadera”, que es interminable en todas partes, en la cual se involucren los poderes ejecutivo, legislativo y judicial y los órganos de control.

“Contraloría, Procuraduría y Fiscalía no son suficientes para enfrentar esta situación”, sostuvo.

Indicó que antes el dinero público era sagrado, era intocable, y “esa enseñanza de los abuelos, de nuestros antepasados,  se perdió. Hoy no es así. Esos recursos son para apropiárselos, para feriárselos”.

“Uno como Contralor General se hastía en un momento viendo todo esto, y la ineficacia. Además de ineficaces, son ladrones”, comentó también.

LAS OBRAS PÚBLICAS DEBEN COSTAR LO QUE ES

Igualmente, Maya Villazón dijo que el país necesita con urgencia que las obras públicas cuesten lo que se dice desde un principio que van a costar.

“No hay una sola obra pública en Colombia que terminen costando igual al precio que se estimó en el contrato inicial”, aseguró.

En este sentido, desafió a ministros, gobernadores y alcaldes a que le muestren lo contrario. “Les garantizo que son muy pocas”, puntualizó.

LA CORRUPCIÓN NO DEJA ANDAR EL PAÍS

Según el Contralor General, “Vivimos en un país inequitativo, mal estructurado y en una crisis de la dirigencia del país, una crisis sin salida y donde la corrupción le está haciendo un enorme daño y no lo deja andar”.

Consideró que la Contraloría tiene todas las armas para luchar contra “la robadera”, pero requiere también adecuarse para seguir esta batalla.

“Los órganos de control fiscal, necesitamos ingenieros para las obras públicas, médicos especialistas en administración de salud pública para revisar este tema. Necesitamos unos nuevos perfiles y un nuevo sendero”, acotó.

Las cirugías son dolorosas, pero hay que hacerlas para sacar el mal, agregó.

El Contralor Maya Villazón hizo estos comentarios al intervenir, al lado de los Contralores de Chile, Jorge Bermúdez Soto, y de Perú, Nelson Shack, en un Panel sobre “Los organismos de control y su aporte al desarrollo económico y al desempeño de la gestión pública, realizado en el marco del Seminario Internacional El Control Fiscal y el Desarrollo Económico: Hacia un manejo eficiente del gasto público.

TEMA DE LOS SUBSIDIOS

El jefe del organismo de control dijo en su intervención inicial en este evento, y lo reafirmó en declaraciones a periodistas, que es necesario, que se haga un replanteamiento en el tema de los subsidios.

“Todas las actividades están subsidiadas en este país y son grandes costos. Billones y billones de pesos en los subsidios, en las pensiones, en la vivienda y en el saneamiento básico y el agua potable, para poner solo cuatro casos, ¿y dónde están los resultados?”.

Recordó que Colombia el estado tiene que invertir anualmente en subsidios $19 millones en cada pensionado, mientras para un estudiante se gasta apenas $3 millones.

Un estudio de la CGR por salir revela que Colombia gasta en subsidios a la salud, la educación, la vivienda, nutrición, agua potable y saneamiento básico y subsidios al trabajo, casi lo mismo que se recauda por impuestos (http://bit.ly/2KNyamR).

CON SEDE PROPIA

Con el pago de un saldo final de más de $110 mil millones de pesos al fideicomiso Paralelo 26 – Fidubogotá S.A., por la transferencia de las áreas que aún tenía en arriendo, la Contraloría General de la República pasó a convertirse en propietaria del 100 por ciento del edificio que desde 2016 utiliza como sede principal, en el occidente de Bogotá (costado norte de la Avenida El Dorado).

Mediante escritura constituida en la Notaría 35 de Bogotá, suscrita por el Contralor Edgardo Maya Villazón y el gerente de Fidubogotá, Fabián Camilo Ballén, el organismo de control protocolizó la última transferencia para la adquisición total de este inmueble, localizado en la carrera 69 No. 44-35.

La Contraloría suscribió en 2015 un contrato de promesa compra-venta de su nueva sede con el fideicomiso Paralelo 26 – Fidubogotá S.A., constituido por Inversiones Paralelo 26 S.A.S. y el Compartimiento Paralelo 26 del Fondo de Capital Privado Inverlink Estructuras Inmobiliarias, administrado por Alianza Fiduciaria S.A.

El costo total de la compra de la nueva sede de la CGR llegó a $308.289.716.607, lo que significa un ahorro cercano a los $12.000 millones si se tiene en cuenta que el Ministerio de Hacienda (CONFIS) le había garantizado a la CGR recursos por $320.000 millones en vigencias hasta 2018.

El edificio principal de la Contraloría General de la República cuenta con una extensión de 54.000 metros cuadrados construidos, que incluye 17 pisos, 10 ascensores, 665 parqueaderos para vehículos y 3 sotanos; y alberga a más de 2.300 funcionarios del nivel central de la entidad.

La sede tiene 24.000 metros cuadrados de oficinas, Salas de Audiencias, Auditorio para 300 personas, Guardería para hijos de los empleados, Gimnasio, 2 cafeterías con capacidad para 300 funcionarios, un Centro de Atención Especial para el Público (Oficina de Atención al Ciudadano) y oficinas para las organizaciones sindicales.

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