Reorientar caminos

Sería importante, diría yo, que en aras de reorientarnos políticamente se convocara por parte de los gobiernos departamental y municipales, partidos, movimientos, grupos asociaciones representativas de ciudadanos y demás fuerzas vivas que actúan e interactúan en Santa Marta y el Magdalena, a un Programa de Participación Política Integral, para compartir experiencias, casos de éxito y los retos propios que esta actividad integralmente entraña, en dirección a potenciar para todos mejores municipios y por ende un superior departamento; por ejemplo, cómo desde los diferentes espacios, áreas y niveles, sin absurdos egoísmos, nimiedades ni pequeñeces se pueda incidir y participar en política, poniendo en valor formación, voluntad y decisión como aspecto relevante para las nuevas generaciones. En síntesis, es apostar por nuestro desarrollo y crecimiento por medio de la inversión en programas que promuevan, fortalezcan y profundicen la democracia, el Estado de derecho y la economía social, entre otros muchos y relevantes aspectos de interés colectivo.

Es también proponer, reflexionar sobre los múltiples problemas a resolver, entender y comprender que, en nuestras sociedades, a pesar de la diversidad evidente, existen talanqueras supuestamente invencibles de acceso a la política, que limitan en mucho la participación de determinados sectores ciudadanos y comunitarios; como igualmente entender y comprender la necesidad de prepararnos a conciencia para alcanzar con conocimiento de causa estos espacios que permitan destacarse con participaciones de solución, que no sólo de enunciación de dificultades, acordes con las propias realidades y necesidades territoriales y poblacionales; toda vez que al no haber al menos propuestas de solución, seguimos siendo parte del problema, razón por la que haya siempre que cuestionarse sobre el o los siguientes pasos a dar.

Tenemos que dejar de lado las estigmatizaciones, dejar de pensar que toda participación es competencia. La discriminación no es buena y los obstáculos existentes son ya más que suficiente reto. Importa, en sumatoria de voluntades, compartir como parte de la sana naturaleza de la democracia, en ruta a alcanzar equidad e igualdad de oportunidades. Se trata de sobreponernos por nuestros méritos y estar dispuestos a dar la lucha por esos mejores municipios y departamento que queremos.

La política está hecha para los luchadores, para quienes con denuedo enfrentan las adversidades de sociedades históricamente excluyentes, en las que los espacios políticos se destinan para los de siempre; razón por la que toca demostrar las capacidades, sin victimizarse. Debe ser la política sin duda una lucha franca por memorándums políticos bien estructurados, pensados una y más veces de manera justa en función del bienestar de la sociedad y no a favor de grupúsculos lejos de toda inclusión colectiva. [email protected]