Santa Marta, una ciudad bajo ´rejas´

Esta es la esquina del Centro Cultural del Magdalena que fue enrejado porque servía de baño público de los habitantes de calle. / MONTINER ALVIS.

Muchas de estas propiedades lo hacen para protegerse de los habitantes de calle y de los delincuentes.

 

Se ha convertido en costumbre que las residencias y locales comerciales ubicados en el Centro Histórico de la ciudad, especialmente en la avenida Santa Rita entre las avenidas Campo Serrano y la avenida de El Fundador,

sus propietarios hayan tomado la decisión de construir rejas en sus terrazas, ello para evitar que en las noches los habitantes de calles las utilicen como “dormideros”. E incluso para espantar a los delincuentes.

Y es que cada día son más los habitantes de calle que llegan a la ciudad, número que se ha aumentado considerablemente por la presencia de familias procedentes del vecino país de Venezuela.

Los migrantes del vecino país muchos de los cuales no tienen dónde hospedarse, se quedan durmiendo en las terrazas y en las puertas de estas viviendas y negocios, generando preocupación en los propietarios y temor por lo que puedan hacer en las noches.

Muchas personas se han quejado de los daños que algunos generan en sus viviendas y los dueños de los negocios han denunciado que les han roto los vidrios de sus locales.

MOLESTIA Y TEMOR

Atrás quedaron esos años en que las personas se ufanaban de decir  que en Santa Marta se podía tener las puertas de la casa abierta, o salir a conversar en “la puerta de la calle” pues eso ya hoy es un verdadero peligro.

Una de las personas consultadas dijo: “hemos tenido que encerrarnos, porque ya uno  no puede sentarse en la puerta como antes, además de correr el peligro de ser atracados es muy molesto que a cada momento llegan personas a pedir algo, e incluso de malas maneras.

El caso de las viviendas familiares no es diferente al del comercio, especialmente los pequeños negocios porque además de estas molestias, en las noches se duermen frente a esos lugares, generando preocupación e inseguridad, porque no se sabe que pueda pasar en las noches cuando la oscuridad y la soledad es cómplice.

DESASEO

Otro tema preocupante y que se genera por esta situación es el desaseo de muchas de esas personas, que ubican cartones, ropa sucia y hasta colchones frente a los locales o viviendas para dormirse, dejando el lugar en condiciones deplorables.

Explicó la trabajadora de un restaurante ubicado en la Avenida Santa Rita,  “mire, uno viene temprano a abrir el negocio y encuentra ropa sucia, cartones, vasos desechables, orines y hasta han defecado en el lugar, porque hasta eso llegan”.

Luego anotó: “claro que eso da una mala imagen al negocio y los olores son fuertes, por eso hay que asear el frente bien todos los días, lo peor es que no se les puede decir nada porque siempre están a la defensiva, y eso que uno colabora, pero no siempre se puede y no a todos se les puede ayudar”, declaró.

CADA DÍA LLEGAN MÁS

Es claro que a pesar del esfuerzo de las autoridades, es imposible frenar la llegada permanentemente de personas en esas condiciones, nacionales y extranjeros, especialmente del vecino país de Venezuela por la lamentable situación que viven allá.

La gran mayoría de estas personas no tienen la fortuna de contar con un lugar en donde vivir, o un familiar en donde hospedarse, y les toca dormir en la calle y los andenes, aceras y terrazas que son los lugares más apropiados para pernoctar, pues en las noches no hay nadie que les impida hacerlo.

Ante las quejas, la Policía realiza patrullajes, pero no alcanza a cubrir todos los lugares, además estas personas esperan el momento propicio para descansar después de un día caminando y tratando de buscar alimento o cualquier ayuda.

LOS PARQUES

Esta misma situación se viene presentando en los diferentes parques del Distrito, en donde las bancas son utilizadas como como dormitorios, incluso hasta en las horas de la mañana, cuando las autoridades llegan y comienzan a despertar a estas personas.

Frente a la Gobernación  del departamento del Magdalena también las bancas que allí se construyeron, sirven para que muchas de estas personas pasen la noche, dando una mala imagen de tan importante edificación.

Otro sector que sufre de la presencia de habitantes de calle es el Centro Histórico, pues debido a su amplitud son muchos los negocios que se han manifestado afectados por este problema.

MUCHAS QUEJAS

Un efecto colateral, se podría decir sufren los negocios instalados en los alrededores del comedor San Juan de Dios ubicado al lado de la iglesia que lleva el mismo nombre, y es que allí debido a la obra de esa comunidad para darle alimentación a esta población “venden” los almuerzos a un precio accesible a todos, pues bien debido a la gran cantidad de personas que llegan diariamente, se presentan enfrentamiento verbales y hasta físicos entre ellos y eso ha generado las protestas de los dueños de negocios, pues a esa hora las personas prefieren no transitar por allí y no llegar a los negocios , especialmente restaurantes y hostales con sede en ese sector.

Hay lugares tan tradicionales y emblemáticos como el Centro Cultural del Magdalena, sitio conocido popularmente como “la gota de leche” en donde  han tenido que colocar rejas en una esquina porque lo utilizaban como baño público, en donde estos ciudadanos orinaban y defecaban a cualquier hora, incluso en el día.

Ante esta realidad algunas edificaciones ubicadas en el Centro Histórico,  sector de la avenida Santa Rita están en  venta y otras están totalmente abandonadas. Los  propietarios de esto locales y negocios esperan que se haga algo para controlar esta problemáticas que afecta sus actividades comerciales y aleja cada día más a la clientela, de la cual viven.