HOY DIARIO DEL MAGDALENA
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Agenda anticorrupción

Al mismo tiempo que se cumplen los primeros 100 días del presidente Iván Duque en la Casa de Nariño, se encuentran estancados los proyectos de ley que buscan volver normas permanentes los siete mandatos de la consulta anticorrupción y otros más incluidos en la mesa técnica que se conformó para concretar iniciativas. Este ejercicio de participación ciudadana fue votado favorablemente por poco menos de 12 millones de colombianos, y si bien no alcanzó el umbral sí fue una expresión clara y masiva de repudio de una sociedad que ya está harta de tantas trampas en la política y de tanto desangre del erario. 

Con su actitud de hundir proyectos fundamentales acordados por distintas fuerzas políticas, el gobierno y los organismos de control, el Congreso de la República demuestra de nuevo que no está en capacidad de tomar decisiones que puedan poner en cintura a sus miembros, y que los intereses particulares de quienes están en el Legislativo pesan más que los intereses generales de tener una mayor transparencia, de castigar a los que se apoderan inmoralmente de lo público y de ejecutar acciones que le pongan obstáculos claros y directos a quienes quieran lucrarse de lo que es de todos.

Aunque el Gobierno Nacional emitió la semana pasada un llamado de urgencia para aprobar cuatro de las 14 iniciativas planteadas para luchar contra los corruptos, casi que de manera simultánea fueron hundidos proyectos tan importantes como aquel que congelaba los salarios de los congresistas y el que limitaba la permanencia en las distintas corporaciones de elección popular, para evitar el apoderamiento vitalicio de curules. Si en esta semana que comienza no se logran sacar las primeras votaciones en los demás proyectos planteados podría ocurrir que la estancada agenda anticorrupción termine definitivamente cancelada, para frustración de quienes tienen la esperanza de construir un mejor país de manera pacífica y democrática.

La ministra del Interior, Nancy Patricia Gutiérrez, se muestra muy confiada de que pese a los tropiezos, antes del 16 de diciembre próximo el resto del paquete de proyectos anticorrupción será aprobado, pero la verdad es que el Gobierno viene teniendo tantos problemas para lograr mayorías en el Congreso, que podría ocurrir que sea una mínima parte lo que termine siendo ley y la gran mayoría y más importante, hundida. Esa sería una frustración mayor para quienes esperan cambios en la política y en la acción limpia del Estado, para volver a creer en lo público.

La verdad es que si esta vez no pasan, muy difícilmente podrán hacerlo en legislaturas futuras, como lo ha anunciado la ministra Gutiérrez. El momento propicio para que el Legislativo envíe un mensaje de que se puede confiar en él, es este, pero tal parece que eso no está en sus preocupaciones. Las iniciativas que comienzan a tener alguna aceptación y avanzan en los primeros debates, como la ampliación de los pliegos tipo, corresponden a normas ya existentes en buena medida, y no las de mayor impacto anticorrupción.

La cuenta de los plazos para desarrollar los debates a estos proyectos es bastante cerrada, y todo indica que tendría que llamarse a sesiones extras después del 16 de diciembre para tramitar inclusive iniciativas a las que el gobierno Duque le tiene puesto el acelerador, como la Ley de Financiamiento o reforma tributaria. La reforma política, que se ha lanzado como el salvavidas para rescatar algunas iniciativas hundidas, tampoco despierta mucho interés en el Congreso, y hay que ser muy optimista para pensar que salga adelante, teniendo en cuenta los antecedentes. De todos modos, lo mejor será mantener viva la esperanza hasta el último momento.

*Internacionalista

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