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Decenas de miles de argelinos protestan contra Buteflika

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Decenas de miles de argelinos se manifestaron este viernes por la tarde en varios puntos de la capital, Argel, y otras ciudades del país contra la perspectiva de un quinto mandato del presidente Abdelaziz Buteflika.

En Argel se registró una violenta represión a los manifestantes en las proximidades del Palacio de gobierno, donde la policía utilizó bombas de gas lacrimógeno y chorros de agua para dispersar a la multitud.

En toda la zona céntrica de la capital argelina era posible ver comercios con las vidrieras rotas, además de una agencia bancaria y un automóvil incendiados,constató una periodista de la AFP.

El personal de AFP también vio por lo menos una decena de heridos por los golpes de bastones policiales o la explosión de las bombas de dispersión, así como personas intoxicadas por el gas lacrimógeno.

Al anunciar el 10 de febrero su intención de disputar un quinto mandato presidencial, Buteflika (quien ocupa el poder desde 1999) hizo desatar una oleada de protestas callejeras sin precedentes en los últimos 20 años en Argelia.

Las manifestaciones de este viernes fueron de mayor envergadura que las que se registraron en la semana pasada, mientras que el gobierno corre contra el reloj ya que tiene hasta la medianoche del domingo (23H00 GMT) para oficializar o no la candidatura de Buteflika ante el Consejo Constitucional.

Este viernes, fuentes militares apuntaron que había «varias decenas de miles de personas» en las calles de la capital argelina, siempre acompañadas desde el aire por un helicóptero militar.

«¡Poder asesino!», coreaba insistentemente la multitud, que flameaba banderas argelinas en la concentración principal, la plaza frente a la sede central de los Correos, un punto central de elevado contenido simbólico para el país.

La multitud estaba compuesta por hombres y mujeres de todas las edades, en una columna de gente que se alimentaba sin cesar con grupos llegados de barrios como Casbah, Bab el Oued o la Plaza del 1 de Mayo.

Esas columnas terminaron por desbordar varios retenes montados por la policía.

«¡El pueblo quiere la caída del régimen!», coreaba una de las columnas de manifestantes, al tiempo que en otro sector de la manifestación la consigna era «¡No al 5º mandato!».

En tanto, desde los balcones y ventanas se veía como vecinos saludaban con banderas argelinas el paso de la multitud.

Cuando la manifestación se aproximaba al Palacio de gobierno la policía utilizó una verdadera lluvia de bombas de gases lacrimógenos para dispersar a la multitud.

Fuentes del segmento de seguridad informaron que también se registraron manifestaciones de protesta en Blida, la tercera mayor ciudad del país, Tizi-Uzu, Bejaia, Annaba, Buira, Sétif, Batna, Tiaret y Sidi Bel Abbes.

En tanto, en Orán un activista aseguró a la AFP que la manifestación de este viernes fue sensiblemente mayor que las de días previos.

Evitar disturbios

«Estamos aquí para controlar las manifestaciones y evitar todo eventual disturbio», dijo en la mañana una fuente policial.

La reacción de la policía es de extrema importancia en esta coyuntura.

Desde el inicio de las manifestaciones la policía se ha mantenido al margen, pese a que las protestas callejeras están prohibidas en el país desde 2001.

En tanto, los sectores del oficialismo ya hicieron saber esta semana que no pretenden ceder posiciones a raíz de las manifestaciones.

Algunos observadores temen que los seguidores de Buteflika utilicen la violencia para evitar una campaña electoral y la dificultad de buscar la reelección de un candidato físicamente ausente.

Buteflika sufrió un accidente vascular cerebral y aparece en público muy raramente, y además no ha hablado al país desde 2013.

A pesar de esa dificultad, el director de campaña de Buteflika, Abdelmalek Sellal, apuntó que «nadie tiene el derecho de impedir a un ciudadano argelino de presentarse como candidato, es un derecho constitucional».

Buteflika está hospitalizado en Ginebra desde el pasado domingo, oficialmente concentrado en «exámenes médicos periódicos», y su retorno a Argelia por ahora no tiene fecha definida.

Tal como otros miembros del oficialismo, el primer ministro Ahmed Uyahia, mencionó el espectro de la «década negra» de la guerra civil (1992-2002) en Argelia, así como el caos en Siria.

Este viernes, los manifestantes en las calles le respondieron al primer ministro, coreando: «¡Uyahia, Argelia no es Siria!»».

Las manifestaciones, de magnitud variable, se sucedieron durante toda la semana, con la convocatoria de abonados, estudiantes y periodistas.

El jueves, una decena de periodistas fue retenido varias horas por la policía luego de un acto «contra la censura» en la cobertura de las protestas.

 

AFP

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