La planeación real

La planeación es inicio de todo proceso administrativo y un proceso de planeación es el conjunto de estrategias y acciones estimadas con el fin de obtener un objetivo en concreto, una previsión de futuro y definición de una estrategia para alcanzar los resultados esperados. De allí que podamos referirla, de conformidad con distintos autores como que, “Un objetivo sin un plan es solo un deseo” (Antoine De Saint-Exurpé). “La planeación es la determinación del conjunto de objetivos por obtenerse en el futuro y de los pasos necesarios para alcanzarlos a través de técnicas y procedimientos definidos.” (Ernest Dale). “Planeación es la selección y relación de hechos, así como la formulación y uso de suposiciones respecto al futuro en la visualización y formulación de las actividades propuestas que se cree sean necesarias para alcanzar los resultados esperados.” (George R. Terry). “Sistema que comienza con los objetivos, desarrolla políticas, planes, procedimientos, y cuenta con un método de retroalimentación de información para adaptarse a cualquier cambio en las circunstancias.” (Burt K. Scanlan).

La planeación siempre será útil y siempre va a servir, sin que ello signifique dedicarle más tiempo que a la acción. De igual manera importa hacerla flexible, adaptarla a contratiempos, modificaciones, pero calculando siempre la ruta más rápida y efectiva, razón por la cual los elementos del proceso de planeación deben definirse desde una perspectiva realista, misma que entraña todo los beneficios de un buen proceso de planeación, hasta su aplicación o las fases del proceso de planeación y los pasos para lograr planificaciones efectivas, en lo que interesa ser consecuentes con los recursos que disponemos, ser puntual y tener en cuenta una estrategia que atienda consideraciones imprescindibles.

Respecto de su importancia, clave es construir una estrategia para alcanzar objetivos valiéndonos de lo que llamamos proceso de planeación, ese conjunto de acciones a seguir para llegar a los resultados que nos proponemos, puesto que en todo proceso de planeación debemos ser conscientes que cuando iniciamos su diseño, el nivel de incertidumbre es alto. Los recursos con los que contamos pueden variar bastante, por no hablar de presupuesto exacto, ya que puede alterar en gran medida lo que hayamos estimado desde un principio. La gestión de la incertidumbre no debe menguar la importancia del proceso de planeación, sino estar inmersa en ella, sólo así se podrán planificaciones realistas que nos orienten a lo largo del desarrollo de todo el proyecto.

Lo cual sin lugar a dudas es lo que se debe realizar para el ansiado tema del Agua en Santa Marta, sin polarizaciones, ni populismo negativo, que atentan con el buen vivir en consenso.

Los pasos del proceso de planeación deben focalizarse también en el estudio de los diferentes riesgos y escenarios que se puedan dar durante la ejecución del proyecto y guardar las posibles planificaciones de los distintos escenarios para implementarlas al momento si fuera necesario, a efecto de evitar sorpresas. De allí que el proceso de planeación sea base, faro, la guía por la que debe dirigirse un proyecto, no sólo para llevarlo a la práctica, sino para aprender de él en futuras gestiones, sirviendo además para qué si más adelante surgen proyectos similares, la planeación exitosa en proyectos anteriores estará a nuestro alcance en cualquier momento. [email protected] *Jurista