Concurrida visita a los Monumentos

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Con colgaduras, frontal blanco, flores y un competente número de velas blancas, fue adornado el monumento en la Parroquia Nuestra Señora del Carmen, en Pescaíto. / LUIS PARRA

Desde tiempos remotos, la Semana Santa viene ‘cargada’ de una gran cantidad de actos religiosos en el marco de la conmemoración de la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo.

Anualmente, los fieles aceptan la invitación de abrirle las puertas al Creador en sus vidas para que sea Él morando en sus corazones y moldeando su vida conforme al propósito.

La feligresía en Santa Marta continúa viviendo con fe y devoción esta temporada y durante el Jueves Santo atendió al llamado de las Parroquias, las cuales abrieron sus puertas para recibirlos en su visita a los siete monumentos, ritual que se realiza para recibir bendiciones abundantes.

Dentro de la tradición católica, el monumento se realiza dado que el Viernes Santo al no celebrarse Eucaristía -pues se conmemora a Jesús ya muerto-, se guarda un espacio para el Jueves, organizando un lugar que litúrgicamente se llama ‘Lugar de la reserva’ o coloquialmente ‘monumento’; algo especial para Jesús sacramentado.

Muchas familias acudieron a las iglesias para cumplir la cita con Dios; un encuentro fervoroso que se extendió hasta altas horas de la noche, donde las personas aprovecharon para inclinarse ante el altar de nuestro Señor Jesucristo y hacer sus peticiones más especiales.

La noche del Jueves Santo en Santa Marta fue una romería, sobre todo en el Centro Histórico, epicentro de las principales parroquias; los feligreses iban y venían como parte del tradicional recorrido por los siete templos, en donde además, hicieron rituales con decenas de veladoras y cantaron alabanzas al Señor.

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