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‘El Sendero de la Anaconda’, un viaje por paisajes mágicos

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Esta producción se estrena este mes en las diferentes salas de cine  del país, y su mensaje es muy claro: la protección de nuestro medio ambiente.

‘El Sendero de la Anaconda’, documental dirigido por Alessandro Angulo, llegará el próximo jueves 27 de junio a las salas de Cine Colombia.

Este trabajo cinematográfico narra el reencuentro del escritor Wade Davis y el antropólogo Martín von Hildebrand durante un viaje por el Amazonas colombiano, siguiendo los pasos del gran botánico Richard Evan Schultes. Es un viaje al pasado del Amazonas, a su presente vibrante y, al mismo tiempo, una ventana a un futuro incierto.

 “El Sendero de la Anaconda” se convierte en la apuesta documental más importante que ha realizado Caracol Televisión en su historia, el canal quiere ratificar su profundo compromiso con la sociedad colombiana en torno a la conservación del medioambiente.

La creación de contenidos que incentiven el respeto por la naturaleza es uno de pilares del Modelo de Responsabilidad Corporativa que enmarca el propósito por  el cual se realizó esta producción.

Durante un mes, el escritor canadiense Wade Davis, el antropólogo Martín von Hildebrand, y el director de cine Alessandro Angulo, junto con un equipo de nueve personas, se internaron en la selva colombiana para seguir  los pasos del gran botánico del siglo XX, el legendario Richard Evan Schultes. El resultado de esa travesía, un esfuerzo de Caracol Televisión y Laberinto Producciones, con el apoyo de Colciencias, es el documental ‘El Sendero de la Anaconda’.

El documental, en palabras de Wade Davis, autor del libro El río, narra el pasado de esta inmensa región y su presente vibrante y esperanzador gracias a los Acuerdos de Paz, pero también abre una ventana a un futuro incierto en el que las comunidades que habitan la zona luchan por detener la galopante deforestación que cada año arrasa más de 200.000 hectáreas de bosque.

Angulo, Davis, Von Hildebrand y el resto del equipo viajaron por tierra desde Bogotá hasta San José del Guaviare. Allí, a bordo de uno de esos viejos aviones DC3, que han sobrevolado estas selvas por casi un siglo, llegaron hasta el municipio de La Pedrera, en el departamento del Amazonas, a orillas del río Caquetá.

En lanchas cargadas de combustible para el largo recorrido, remontaron primero el río Pacatá, luego el Mirití-Paraná, el Pirá-Paraná y, finalmente, el gran río Apaporis antes de volar hacia el Parque Nacional Natural Chiribiquete.

La narración de Wade Davis va entretejiendo a lo largo del documental, de 72 minutos, su historia personal con esta región que visitó por primera vez cuando tenía 20 años, la de su maestro en la Universidad de Harvard el botánico Richard Evan Schultes, quien recorrió la zona por 12 años en busca de plantas y especies resistentes de caucho, con los recuerdos y las reflexiones de Martín von Hildebrand, quien consagró su vida a la protección de este territorio y sus comunidades.

Las voces de los líderes indígenas completan la visión de una selva que ha sobrevivido a la evangelización, a las caucherías, la caza, el narcotráfico, la minería y ahora intenta contener el mayor peligro de todos: una galopante deforestación.

 Para Alessandro Angulo, este documental busca que los colombianos descubran una nueva forma de sentirse a través de la riqueza biológica y cultural que contiene esta gran selva.

“En mis documentales siempre muestro algo de Colombia que sí funciona. Muestro que hay otra manera de ser colombiano. Esperamos que también sirva para que las comunidades indígenas se sientan orgullosas de sus culturas y lo que han hecho por guardar y proteger este territorio. Que cuando se vean en la pantalla observen que nosotros los admiramos y agradecemos lo que han realizado”, comentó.

Precisamente fue el botánico Richard Evan Schultes, de la Universidad de Harvard, quien en 1941 fue comisionado por el Gobierno de Estados Unidos para visitar el Amazonas colombiano en busca de especies de caucho resistentes a las plagas y evitar una posible crisis mundial en la producción de ese material del que dependía el éxito en la Segunda Guerra Mundial.

Schultes aprovechó sus viajes para desarrollar su verdadero interés: la botánica y el estudio de plantas alucinógenas. Schultes recolectó más de 24.000 especímenes vegetales, publicó numerosos estudios etnobotánicos, entre ellos la descripción del veneno curare, que comenzó a ser utilizado como relajante muscular en salas de cirugía.

La mezcla de recuerdos sobre Schultes, las propias vivencias de Wade, las reflexiones y memorias de Von Hildebrand, junto con los relatos de líderes indígenas, desembocan al final del documental en una imperiosa tarea que se han trazado todos: impulsar la creación de un corredor ecológico y cultural que protegería 200 millones de hectáreas de la Amazonia.

El proyecto, bautizado ‘El Sendero de la Anaconda’, mantendría la conexión natural entre el océano Atlántico, la región de la Amazonia y los Andes permitiendo el flujo genético y de especies.

Sí se consolida la iniciativa, cruzaría ocho países suramericanos e involucraría a 385 comunidades indígenas y 30 millones de personas. Se estima que el 50% de ese territorio ya goza de alguna figura legal de protección, pero la falta de conectividad entre todas las áreas representa un riesgo alto.

 “Ustedes están acabando con el planeta”, dice uno de los líderes indígenas en el documental, “la única forma de detener esa amenaza es conservar lo que nos queda”. Para Martín von Hildebrand, “los pueblos indígenas con su gran conocimiento son fundamentales para esa tarea. Occidente solo no va a resolver el problema del cambio climático. Es con ellos que lo vamos a resolver”. Wade Davis dice que este es el legado que debemos dejar a las futuras generaciones.

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