Reubicación de población en zonas de riesgo costaría $200 millones

Se estima que serán necesarias unas 150 hectáreas para acoger a la totalidad de la población reubicada.

De Acuerdo con el Plan de Acción de Santa Marta Sostenible el objetivo de este proyecto es la elaboración de un plan de reasentamiento de la población en zonas de riesgo y dependiendo del nivel de amenaza se podrían generar obras de infraestructura tanto para los ríos Manzanares y Gaira como en las invasiones en el cerro Ziruma y en los cerros urbanos de la Comuna 4.

“A pesar de que el documento de soporte del POT Quinto Centenario incluye políticas de gestión de riesgo, es importante definir las áreas de amenaza no mitigable” sostiene la Financiera de Desarrollo Territorial, en el plan consignado para que Santa Marta sea sostenible

Por esta razón, Findeter considero que es relevante trabajar sobre las zonas los ríos Manzanares y Gaira, como en las invasiones en el cerro Ziruma y en los cerros urbanos de la Comuna 4 y establecer medidas urgentes, teniendo en cuenta los episodios de inundaciones de los últimos años.

Asimismo, se estima que la realización del plan tendría un costo de COP $200 millones y se podría ejecutar en un periodo de seis meses.

EN RIESGO DE INUNDACIÓN

En cuanto al desalojo de las invasiones de laderas de cerros se plantea su reubicación en las zonas a densificar distribuidas por los ejes coincidentes con eltransporte público y barrios en proceso de verticalización, es decir, barrio Jardín. Por último, el Plan de Acción sostiene que una proporción de los desarrollos en la zona de vacíos del entorno de la universidad serán destinados a acoger población desalojada.

Considerando una densidad de 50 VIV/HA en los proyectos de vivienda de interés prioritario y una adecuada cesión de espacio para áreas verdes y equipamientos, se estima que serán necesarias unas 150 hectáreas para acoger a la totalidad de la población reubicada.

Findeter manifiesta que esta acción beneficiaría a 21.898 personas que según los estudios de IDOM se encuentran asentados en zonas de riesgo. De igual forma impactaría los indicadores de déficit de vivienda cualitativo y cuantitativo.