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¿Hay que revisar los protocolos o las municiones que usa el Esmad?

“Mami, cuando me pegaron ese puño me noquearon”, fueron las palabras de Felipe un niño de 13 años que denunció haber sido golpeado por miembros del Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad), el pasado viernes en el marco de las protestas que se adelantan desde el 21 de noviembre en el país, en rechazo a las políticas del presidente Iván Duque.

El día que recibió una golpiza que lo dejó hospitalizado, Felipe salió a dar una vuelta con un amigo. Así lo contó su mamá en diálogo con Colprensa. Y aunque ya pasó más de una semana desde el ataque, todavía continúa el drama, pues pese a que está haciendo la denuncia pública, no ha sido posible instaurarla ante un órgano de control. La mujer cuenta que cuando se acercó a hacerla, los funcionarios le dijeron que “no había cupo” y que cerraban a las 5:00 de la tarde.

La mujer que espera acercarse a denunciar el supuesto abuso de autoridad este fin de semana, dijo que Felipe fue perseguido varias cuadras por miembros del Esmad. Para impedir su huida, cerca al portal de la Américas en Bogotá, “le dispararon al pie” con una bala de goma que le originó una herida.

En inmediaciones del Colegio Las Margaritas y el Portal de las Américas, Felipe denunció que fue agarrado fuertemente de los brazos por varios miembros de la Fuerza Pública, quienes minutos más tarde le propinaron una golpiza que le dejó hematomas en el ojo derecho y lo obligó a estar hospitalizado casi cinco días.

A Felipe, según su mamá, lo llevaron a un lugar donde había más personas retenidas por el Esmad. Allí, ellos se dieron cuenta de los golpes que le propinaron y pedían a los miembros de la Fuerza Pública que dejaran de agredirlo. El adolescente pedía lo mismo y decía que era menor de edad, que lo dejaran ir.

“Si yo hubiera sabido, le impido que vaya”, dijo su madre, que afirma que la Fuerza Pública no debió golpearlo de la manera como lo hizo.

En este momento, Felipe se encuentra en recuperación, mientras que su mamá se encuentra recolectando pruebas para poner la denuncia. “Solo quiero que se haga justicia”, dijo.

La de Felipe no es la única denuncia en ese sentido. En redes sociales se han conocido no solo testimonios que hablan de retenciones y traslados a estaciones de policía, sino que se han grabado agresiones, como la ocurrida este viernes en Barranquilla, cuando dos periodistas y un reportero gráfico fueron detenidos en medio del ejercicio de su labor.

Pero el caso que puso en el ojo del huracán al escuadrón antidisturbios es el de Dilan Cruz, de 17 años, quien el sábado de la semana pasada fue impactado en la base del cráneo mientras hacía parte de las manifestaciones en la Calle 19 con Carrera 4, cerca el centro de Bogotá.

Dilan falleció tres días después y Medicina Legal confirmó que su deceso se dio por el impacto de un proyectil tipo ‘bean bag’, disparado por un miembro del Esmad. Luego de lo ocurrido con Dilan, voces de muchos ciudadanos y familiares de víctimas mortales del escuadrón han solicitado la disolución de esta unidad de la Policía.

El Presidente Iván Duque y el ministro de Defensa, Carlos Holmes Trujillo, sin embargo, han sido enfáticos en negar esa posibilidad, pues ambos coinciden en que, si bien se debe garantizar la protesta pacífica, también se tiene que preservar el orden público en el país y argumentan que se han presentado hechos de violencia como el vandalismo al Icetex, semanas atrás y los disturbios de la semana pasada en Bogotá.

¿SE DEBERÍAN HACER AJUSTES AL ESMAD?

Tras la negativa del Gobierno por disolver esta unidad de la Policía, el experto en seguridad Hugo Acero se unió a las opiniones de los miembros del alto gobierno de que no se debe disolver, aunque sí consideró que es importante que exista mayor profesionalización por parte de los uniformados.

Acero argumentó que “es necesario reconocer al Esmad como una unidad de policía que es necesaria en los países donde por lo general las manifestaciones resultan alterando el orden público. Si eso no existe tendría que controlar la unidad de vigilancia que, si bien, cuentan con el bastón de mando, también tienen un arma de fuego”.

Para el experto no se debe eliminar el Escuadrón, ya que, según él, de ser así entraría a reemplazarla una unidad que sí tiene el “permiso” para hacer uso de armas letales. Añadió que es necesario que se evalúen los mecanismos y protocolos con los que se están rigiendo para que se hagan los ajustes convenientes tanto para la Fuerza Pública como para la población civil.

“Se debe evaluar lo que ha venido pasando en términos de productividad de los uniformados y exceso de fuerza. Deben revisar los protocolos para saber dónde se deben fortalecer y debe haber un ajuste. Debe haber un esfuerzo mayor de profesionalización para que cumplan su razón en el marco de derecho”, dijo Acero.

Una postura diferente a la de Acero es la del senador del Polo Democrático, Jorge Robledo, quien solicitó al Gobierno Nacional poner fin a la unidad de la Policía.

“Somos muchos los colombianos que desconfiamos del Esmad porque son numerosos los casos en el que ha usado la fuerza en exceso. Se supone que ellos son una fuerza para enfrentar reclamos de la ciudadanía, no reclamos de guerra”.

Para Robledo está claro que se debe crear una nueva unidad encaminada a velar, entre otras cosas, por la garantía de los derechos humanos de la sociedad, a la par de no atacar las protestas pacíficas. De acuerdo con el senador, no es suficiente con hacer ajustes en la actual unidad dado que hoy en día esta tiene poca legitimidad ante las personas.

“Lo mejor es que crear una unidad que tenga legitimidad y que contenga un cuerpo de credibilidad, dado que la actual la tiene totalmente perdida. Insistir en ella es un error del gobierno”, dijo el senador y añadió que deben sacar de circulación las municiones con las que se enfrentan los del Esmad a la ciudadanía.

LOS PROTOCOLOS Y LAS ARMAS

La unidad antiditurbios, que hace presencia en 18 de los 32 departamentos del país, tiene protocolos establecidos en la resolución 02903 de junio de 2017, en el que se estipula el uso legítimo de la fuerza y el empleo de dispositivos, municiones y armas no letales como fusiles lanza gases, escopetas calibre 12 (la que impactó a Dilan), lanzadores de agentes químicos, granadas y cartuchos con carga química, entre otras.

“Todo uso de fuerza diferente de la que se considere letal. Incluye cualquier esfuerzo físico usado para controlar o contener a una persona o para vencer la resistencia de alguien”, dice la normativa sobre lo que se le permite al Esmad y lo afirma el director de Policía, general Óscar Atehortúa quien argumentó que esa fuerza utiliza “armas menos letales” que tienen como propósito dispersar aglomeraciones que afecten el orden público y que afecten la movilización ciudadana.

El alto oficial dejó claro que los elementos usados para disuadir las multitudes son de uso convencional. “Ninguno de ellos (los uniformados) utiliza elementos que hayan sido improvisados, todos provienen con una ficha técnica definida, elaborados en fábricas que tienen autorizaciones y tienen certificaciones de carácter nacional e internacional, incluyendo los cartuchos de impacto dirigido que en esta ocasión son de fabricación americana, elaborados en polímero con una bolsa hecha en Kevlar”.

Prueba de lo que dice el director de la Policía es el dictamen de Medicina Legal que entregó sobre Dilan Cruz. En el reporte el órgano forense aseguró que no hubo ningún cambio o alteración en el armamento usado ese día en contra del joven, por el contrario, era el que estaba estipulado para usarse en el marco de las protestas.

El Escuadrón, según la normatividad internacional en el marco de los 26 principios básicos sobre el uso de la fuerza establecidos en el Octavo Congreso de las Naciones Unidas en 1990, está establecido como la unidad desarrollada para que los gobiernos doten a los funcionarios de armas y municiones que puedan hacer uso diferenciado de la fuerza y de las armas.

El general Atehortúa señaló: “hay que ser claros, bajo ninguna circunstancia la policía nacional hace uso de armas no convencionales, siempre somos respetuosos de los derechos humanos, del DIH, de nuestra Constitución y de nuestras leyes”.

Argumentó además que los uniformados de la Policía no suelen usar munición recalzada, es decir, material que se utilice y se vuelva a usar otra vez.

“Usamos elementos que vienen con la norma técnica y cumpliendo con los parámetros técnicos. Otro tipo de elementos que no están debidamente avalados por estas normas internacionales no son utilizados por la Policía Nacional”, expresó el oficial y añadió que los uniformados deben acatar lo dispuesto en resolución de 2017, en el cual se expide un manual para el servicio de manifestaciones y control de disturbios de la Policía.

“Cuando el Esmad llega tiene unos protocolos de acción que va aumentando la cantidad del elemento que utiliza dependiendo de la confrontación. Muchos de ellos solamente no son necesarios utilizarlos”, señaló el general.

Para Hugo Acero es necesario que ese tipo de armas que menciona el general Atehortúa sean usadas de manera responsable.

“En cuanto al uso de armas, si bien son menos letales, no se pueden apuntar a la cabeza o a quemarropa a las personas. Lo elementos del Esmad son disuasivos, no se podrían interpretar como un arma de fuego”, dijo el experto.

El experto concluyó en que las armas no deben estar dirigidas a las personas sino al espacio donde se encuentran concentradas las movilizaciones./Colprensa

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