HOY DIARIO DEL MAGDALENA
Líder en la región

¡No es una simple infección; se llama Inmunodeficiencia Primaria!

Los signos y síntomas de las IDP varían según el tipo de trastorno y difieren de persona a persona; por eso, preste atención a señales como otitis frecuentes, abscesos recurrentes y necesidad constante de antibióticos, entre otros.

Las Inmunodeficiencias Primarias (IDP) son un grupo de más de 200 enfermedades de origen genético, en las que existe una alteración cuantitativa y/o funcional de los diferentes mecanismos implicados en la respuesta inmunológica.

Las personas con este tipo de enfermedades son más susceptibles a los gérmenes que pueden causar infecciones, pero también a procesos autoinmunes, alergias y cáncer.

Aunque su incidencia y prevalencia no se conocen con exactitud, las IDP constituyen una patología más frecuente de lo que hasta ahora se creía, con una prevalencia de hasta 1 por cada 1.200 habitantes a nivel global, al menos tan frecuente como la fibrosis quística o la diabetes tipo I.

En Colombia, de acuerdo con el doctor Manuel Pineda, cardiólogo e internista, gerente médico para la Franquicia de Inmunología y de Angioedema Hereditario, no se dispone de información confiable pero se estima que la prevalencia oscila entre 2.000 y 5.000 casos. Otros expertos aseguran que su frecuencia mundial se calcula en 1 por cada 2.000 nacidos vivos.

“Algunas formas de inmunodeficiencia primaria son tan leves que pueden pasar desapercibidas por años. Otros tipos son lo suficientemente graves como para ser descubiertas después del nacimiento de un bebé afectado”, explica el doctor Pineda.

De acuerdo con el experto, “las personas con un trastorno de IDP también pueden contraer infecciones que una persona con un sistema inmunitario saludable probablemente no contraiga, a eso se le conoce como infecciones oportunistas”.

Algunas señales de alarma para sospechar

Los signos y síntomas de las IDP varían según el tipo de trastorno y difieren de persona a persona; por eso, preste atención a estas señales de alarma que podrían hacer sospechar este tipo de enfermedades y ayudarían a llegar a un diagnóstico oportuno:

– Ocho o más infecciones de oído (otitis), en un año o más de dos que supuren.

– Dos o más infecciones de senos paranasales (sinusitis), en un año.

– Dos o más infecciones en los pulmones (neumonías) en un año.

– Dos o más infecciones graves, causadas por gérmenes poco comunes.

– Dos o más meses tomando antibióticos con pocos resultados.

– Aparición de secuelas o complicaciones debidas a las infecciones.

– Cuando se da en niños, este no aumenta de peso, ni crece normalmente.

– Abscesos (nacidos) recurrentes en la piel.

– Manchas blancas o aftas persistentes en la boca o en la piel.

– Necesidad de antibióticos intravenosos, para aliviar las infecciones.

– Complicaciones secundarias a la aplicación de vacunas con microorganismos vivos atenuados.

– Antecedentes familiares de infecciones recurrentes, inmunodeficiencias o muertes tempranas por causa desconocida o infecciosa.

Pequeños hábitos, grandes pasos

Debido a que los trastornos inmunitarios primarios son producto de defectos genéticos, no hay forma de prevenirlos; pero cuando el paciente tiene un sistema inmunitario debilitado, puede tomar medidas para prevenir infecciones:

Seguir las prácticas de higiene adecuadas: Lavarse las manos con jabón neutro después de usar el inodoro y antes de comer.

Cuidar los dientes: Cepillarse los dientes al menos dos veces por día.

Comer adecuadamente: Una dieta sana y equilibrada puede ayudar a prevenir infecciones.

Hacer actividad física: Mantenerse en forma es importante para la salud en general. Pregúntele a su médico qué actividades son adecuadas para usted.

Dormir lo suficiente: Intente ir a dormir y levantarte a la misma hora todos los días, y dormir la misma cantidad de horas todas las noches.

Controlar el estrés: Algunos estudios sugieren que el estrés puede afectar el sistema inmunitario. Mantenga el estrés bajo control con masajes, meditación, yoga, biorretroalimentación o pasatiempos.

Evitar la exposición: Manténgase alejado de personas con resfriados u otras infecciones y evite las multitudes.

Consultar al médico sobre las vacunas: Averigüe cuáles debería administrarse.

¿Cómo tratar las inmunodeficiencias primarias?

Existen varios tratamientos que pueden ayudar a las personas diagnosticadas con IDP a llevar un estilo de vida saludable. Estos implican prevenir y tratar infecciones, reforzar el sistema inmunitario y tratar la causa de base del problema.

Tratamiento de las infecciones: Las infecciones requieren un tratamiento rápido y agresivo con antibióticos. Aquellas que no respondan de la manera adecuada, pueden necesitar hospitalización y antibióticos administrados por vía intravenosa.

Prevención de las infecciones: Algunas personas necesitan antibióticos a largo plazo para prevenir infecciones respiratorias y daño permanente en pulmones y oídos.

Tratamiento de los síntomas: Determinados medicamentos para el dolor y la fiebre, descongestionantes y expectorantes para adelgazar la mucosa en las vías respiratorias pueden ayudar a aliviar los síntomas provocados por las infecciones.

Este sitio web utiliza cookies para mejorar su experiencia. Asumiremos que está de acuerdo con esto, pero puede optar por no participar si lo desea. Aceptar Leer más