HOY DIARIO DEL MAGDALENA
Líder en la región

Diálogo, compromiso, soluciones

Como ciudadanos que somos, estamos obligados, léase bien, obligados, en manera seria y responsable por demás, a interesarnos profundamente, con sentido de pertenencia en el presente y porvenir de nuestras unidades territoriales, sustancialmente en las materias que mayores deficiencias registran, como es en nuestro caso la educación, vital para el desarrollo integral a futuro de nuestros municipios, departamento, región y país, máxime cuando no es secreto para nadie y sí evidencia palmaria, de acuerdo con las distintas pruebas evaluativas, los vergonzosos resultados en varias de las asignaturas cuestionadas, lo que se refleja en el mínimo porcentaje de estudiantes calificados que realmente saben lo que debe saber un estudiante del grado evaluado, lo que impone compromisos reales de las autoridades competentes, más allá de meras ilusiones e insulsos catálogos de buenas intenciones.

Otra materia pendiente, además de muchas otras que vivimos, es la salud pública, que como hemos registrado en otros artículos, es permanente calvario que tienen que sufrir quienes acuden a las instituciones públicas, no obstante, los esfuerzos en algunos casos del personal que atiende, quienes con responsabilidad profesional tratan de cumplir ante la insuficiencia de recursos y gran número de usuarios que acuden por atención médica. Se ha olvidado que la infraestructura de salud pública actúa como indicador de calidad de vida, importando en tanto, más que la cantidad de consultas, la calidad del servicio y nivel de satisfacción de quienes lo reciben. Preocupante en alto grado la seguridad pública, que constituye una emergencia, en la que no hay entidad de ellas que escape a la grave crisis que padecemos, generando por ende desconfianza ciudadana en las instituciones de seguridad pública para garantizar la vida e integridad personal de los asociados.

Camino a soluciones necesitamos diálogos, propuestas válidas, razonadas y viables; acuerdos fundamentales que traduzcan resultados eficaces, donde tenga que ver la voluntad y decisión política y participen activamente especialistas, sociedad civil organizada y fuerzas vivas, en búsqueda de medidas y las salidas mejores para atender los problemas que la inseguridad genera, a fin de recuperar la confianza y no continúen ahondándose las causas peores de la inseguridad pública.

La clase política y sociedad toda tenemos que comprometernos a fondo, involucrarnos en un cambio cultural sin precedentes, en la verdad que asuntos tan difíciles requieren y sólo son dables lograr, con transformaciones y renovación social y cultural de todas las instituciones y medios de difusión. No es buscar, señalar e identificar culpables, sino que todos, o al menos los más, seamos protagonistas de esa metamorfosis, necesaria si en verdad queremos salir bien librados de la atonía en que nos encontramos y bastante daño hace a los propósitos de consolidar una mejor sociedad, lo cual necesitamos mucho y de manera urgente. [email protected]

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