HOY DIARIO DEL MAGDALENA
Líder en la región

¿Para ganar… o gobernar?

¿La coalición de partidos que apoya la candidatura de Iván Duque tiene vocación de gobierno o sólo la de impedir que Petro gane?

Es el repertorio de partidos que desde siempre ha debido apoyar tanto al gobierno Uribe como al de Santos. Ojalá en este momento tan crítico para Colombia, entiendan que su papel es reconstruir el consenso político, principalmente en torno del Acuerdo de Paz y su debida implementación. Y sentar las bases para construir un sistema político, hoy en notoria decadencia: partidos organizados, con eficaz comunicación con sus militantes y simpatizantes y con las organizaciones sociales y centros de pensamiento nacionales y extranjeros; atentos a la construcción de propuestas de políticas públicas sobre los principales temas de interés nacional: la salud, la educación, la seguridad, la administración de Justicia, el empleo, etc.

 

También, para restablecer la confianza entre las instituciones, sus autoridades y la ciudadanía. Y para fomentar su participación responsable en los asuntos que le conciernen.

El tema de la lucha contra la corrupción o las redes criminales que han venido asaltando al Estado en todos sus niveles requiere consenso sobre herramientas eficaces que deben utilizarse contra este monstruoso flagelo. Y aquí, la cooperación de la ciudadanía es clave. Su denuncia oportuna, protegida y premiada es definitiva para el éxito.

 

Entre todos debemos recuperar un sentido de orgullo por las realizaciones logradas a lo largo de nuestra historia no obstante formidables dificultades, desde una difícil geografía, aunque bellísima, hasta la acción implacable y reiterada de grupos violentos que se empeñaron en destruir la riqueza nacional y en hacerle imposible la vida a los sectores más vulnerables de la población. Ahí están las cifras que muestran un progreso sostenido a pesar de todo. Violentos y corruptos han impedido un mejor estar para los más pobres. Con todo, no lograron frenar el anhelo para engrandecer a Colombia y compartir ese logro entre todos, infortunadamente no con el sentido de igualdad que ha debido imperar.

 

Recuperar el conocimiento de nuestra historia con sus bondades y errores es de la esencia. Se equivoca gravemente el Ministerio de Educación cuando pretende desconocer el significado de una Ley aprobada por unanimidad a finales de 2017 que busca precisamente eso. Los ciudadanos deben contar con objetivo y riguroso conocimiento de nuestra historia. Sólo así sabrán valorar la importancia de mantener y perfeccionar nuestra Democracia, nuestros Valores, nuestras Virtudes.

Son tiempos difíciles tanto en el nivel internacional como doméstico. Nuestro presente y futuro no son ajenos a lo que pasa en el mundo. Imposible continuar como una nación proveedora de cocaína.

 

Necesitamos que la corresponsabilidad de los países consumidores sea correlativa a los enormes costos que este flagelo ha tenido para nosotros, en vidas perdidas, en violencia, en desinstitucionalización, en corrupción. Tarea de casi medio siglo pero que debe alcanzar los resultados exitosos que creíamos obtenidos con el Plan Colombia y que celebramos con Obama en la Casa Blanca en febrero/2016.

La relación Estado central-regiones y municipios clama por una redefinición que dé satisfacción a inveterados anhelos de la provincia.

 

Hay que recomponer el Sistema Político. En estas y otras dimensiones.

Una tarea titánica. Su deterioro es enorme y el campanazo de este proceso electoral que culmina mañana 17 de junio es dura advertencia que no puede pasarse por alto.

 

*ExMinistro de Estado

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