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Una de ellas será la Primera Dama

María Juliana Ruiz (esposa del candidato presidencial Iván Duque) y Verónica Alcocer (esposa del candidato presidencial Gustavo Petro), fueron fundamentales en las campañas de sus esposos.

Las esposas de los candidatos presidenciales ya tienen claro cuál sería su papel en caso de llegar a la Casa de Nariño.

 

El cargo de Primera Dama en Colombia no genera obligaciones oficiales ni es remunerado, pero la pareja del presidente asiste a ceremonias  oficiales, a recepciones de Estado y se convierte en la abanderada de causas, especialmente sociales, durante el periodo de Gobierno.

En esta campaña las esposas de los candidatos a la Presidencia han jugado un papel fundamental: acompañan a los aspirantes, ejercen diversas labores, los aconsejan y los apoyan. Es por esto que a pocos días de conocer quién nos gobernará los próximos cuatro años, es importante destacar y conocer a la mujer que, de la mano de su esposo, se convertirá en la próxima Primera Dama de Colombia.

MARÍA JULIANA RUIZ ESPOSA DE IVÁN DUQUE

Es conocida entre sus amigos como ‘Maju’. En sus genes trae la esencia de dos regiones del país, su madre Gloria Sandoval, es de ascendiente boyacense y su papá, Luis Fernando Ruiz, de familia antioqueña. Siendo hija única, sus papás le inculcaron valores que la prepararon para trabajar por las cosas que quería: compartir y defender con argumentos sus ideas, sin atropellar las de los demás.

Se graduó como abogada de la Universidad Javeriana y complementó su educación con una Maestría en Leyes con énfasis en Negocios Internacionales en American University. Además realizó estudios en Johns Hopkins University y en el Institut Catholique de París. Se desempeñó durante once años en un cargo para la OEA.

Iván Duque y María Juliana se conocen desde los 15 años, fueron novios por un tiempo y luego amigos. Estando en París, viajó a Washington para ver opciones de posgrado, donde Iván ya residía. En esta ciudad se reencontraron, enamoraron, casaron y construyeron su hogar, donde nacieron sus tres hijos: Luciana,  Matías y Eloísa. Hace tres años regresaron a Colombia.

María Juliana es una mujer inteligente y familiar, apasionada por el baile y la poesía. No es de salir mucho en los medios, prefiere trabajar en privado para aportarle a Duque en todo lo que puede. Siempre está apoyando al candidato y es un soporte en su vida personal. Ha intentado mantener el equilibrio durante esta época electoral, para continuar con su trabajo como secretaria general de la clínica Shaio, de alta complejidad, y al tiempo mantener a su familia unida. Los niños son los más impactados con la campaña por el ritmo del candidato pero intentan hasta lo imposible por compensar el tiempo y hablar al menos una vez al día.

Disfruta de placeres  sencillos como leer un libro con sus hijos, cocinar, ir a cine ó simplemente conversar de temas triviales que la hagan reír.

De llegar a ser la Primera Dama, a María Juliana le gustaría apoyar algunos de los proyectos de Iván en temas de educación,  cultura e innovación, especialmente en niños. Además, por su vinculación con el sector salud, siente el compromiso de aportar en esa área, sobretodo en temas de prevención.

VERÓNICA ALCOCER ESPOSA DE PETRO

Es una sincelejana apasionada por la música y el baile, nació el 26 de mayo de 1976. Proviene de una familia muy conservadora, es hija del abogado Jorge Emilio Alcocer, quien fue alcalde de Sincelejo en los años 50 y murió hace seis años por problemas renales. Su mamá, Elizabeth García, vive en Sincelejo.

Verónica es muy católica, a diario reza el rosario y lee la Biblia, lo hace desde pequeña, incluso quería ser monja. Estudió algunos semestres de derecho en la Corporación Universitaria del Caribe, durante esa época quedó embarazada de su primer hijo: Nicolás.

Siendo madre soltera y estando vinculada a la institución en que estudiaba, conoció a Gustavo Petro, con quien se casó por lo civil en el 2000. Esta pareja tuvo dos hijas, Sofía y Antonella, quienes se sumaron a los tres hijos de Petro de sus dos anteriores relaciones (Nicolás,  Andrea y Andrés) y al hijo de Verónica (también Nicolás).

Verónica se considera una mujer comprometida, la campaña política de su esposo la ha llevado a recorrer todo el país, ha estado pendiente de cada detalle de su pareja, siempre está detrás de la imagen del candidato y no lo deja solo en los momentos que requieren atención especial. Sin embargo, tampoco deja de lado sus responsabilidades como mamá, para que en su hogar todo siga su curso.

De llegar a convertirse en la Primera Dama de la Nación, Verónica tiene muy clara su prioridad: brindarles un mejor futuro a los niños del país.

Durante la alcaldía de Gustavo Petro y el episodio de su destitución por parte de la Procuraduría, Verónica Alcocer y sus hijos siempre acompañaron las movilizaciones y los discursos en el balcón del Palacio de Liévano en Bogotá.

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