El ‘calor’ no desanimó a los electores

En las afueras de los distintos puestos de votación habilitados, se ubicaron varios vendedores estacionarios ofreciendo limonada, jugo de piña y el popular ‘mandarinazo’. /LUIS PARRA.

A pesar de la gran polarización en que se encontraba el país durante la jornada democrática hubo respeto y tolerancia entre los distintos seguidores de cada candidato a la Presidencia.

Una verdadera fiesta democrática donde predominó el interés de los votantes por aportar al futuro del país fue la vivida ayer en Santa Marta que a pesar de la intensa ola de calor no apabulló el fervor de los ciudadanos para cumplirle a la democracia.

La fuerte canícula que caracterizó la jornada electoral motivó el rebusque de varias personas a instalarse en las afueras de los distintos puestos de votación donde se comercializaba agua, limonada, raspaos o frappé, pero también mega bolis, jugos de naranja, piña, borojó y el popular ‘mandarinazo’ cuyas ventas se dispararon para mitigar la sofocación.

Muchos de los ciudadanos samarios acudieron a votar con sombrillas para protegerse del sol y la gran mayoría después de cumplir con su deber democrático, buscaron a los vendedores estacionarios para adquirir una botellita de agua o ingerir alguna bebida refrescante. Había limonadas, mega bolis y raspaos a solo $1.000 que literalmente ‘volaron’ ante la alta demanda de acalorados.

La jornada electoral de ayer coincidió con la realización de tres encuentros de fútbol en el marco del Mundial de Rusia 2018 que muy bien pudieron servir de excusa para no asistir a las mesas de votación y ejercer el deber de elegir pero no fue así ya que por el contrario la abstención se redujo respecto al proceso democrático desarrollado el 27 de mayo.

Se puede decir que a pesar de la gran polarización en que se encontraba el país, durante la jornada democrática de ayer hubo respeto y tolerancia entre los distintos seguidores que apoyan a los dos candidatos a la Presidencia, Gustavo Petro Urrego y a Iván Duque Márquez.

La afluencia de sufragantes a los distintos puestos de votación en horas de la mañana dinamizó la venta de comidas rápidas, pasteles, hayacas, arepas asadas y otro tipo de alimentos, sobretodo en aquellas personas que ‘madrugaron’ a cumplirle a la democracia, mientras que otros decidieron salir después del almuerzo. Solo un puñado de samarios y ciudadanos residentes se quedó con la cédula en la mano porque se los cogió la campaña a las 4:00 de la tarde, cuando se cerró el proceso democrático.

Plausible la labor desarrollada por las diferentes autoridades de Policía Nacional, Ejército, Registraduría del Estado Civil, voluntarios del Cuerpo de Bomberos de Santa Marta y de la Defensa Civil que de manera articulada con la Gobernación del Magdalena y su Secretaría del Interior, la Alcaldía de Santa Marta y su Secretaría de Gobierno, Secretaría de Convivencia y Seguridad, junto a los organismos de vigilancia como la Misión de Observación Electoral (MOE), blindaron las elecciones para evitar la comisión de delitos contra el sufragio y garantizar el éxito del debate.