Con aguacero ‘mundialista’ colapsó el alcantarillado y la movilidad de samarios

La fugaz lluvia generó traumatismos en la movilidad vial ya que hubo trancones en el servicio de transporte público de pasajeros. /MONTINER ALVIS.

La lluvia hizo colapsar el sistema de alcantarillado a la altura del Mercado Público en donde los registros sanitarios parecían fuentes de agua puerca que se combinaron con el agua caída.

Una pertinaz lluvia de solo 40 minutos que cayó después de las 2:00 de la tarde sobre algunos sectores de Santa Marta generó inconvenientes en la movilidad vial y contribuyó al colapso del sistema de alcantarillado.

La rápida descarga de agua se registró en diversos barrios como La Rosalía, Ciudad Equidad, Mamamoto, Once de Noviembre, Líbano 2.000, Ciudadela 29 de Julio, María Eugenia, Centro Histórico, entre otros, obligando a las personas a sacar sus escobas para aprovechar y lavar las terrazas de sus viviendas, mientras otros debieron recurrir al impermeable para poder realizar sus labores.

Como es habitual cada vez que llueve en Santa Marta las avenidas más importantes como la Avenida del Libertador y la Santa Rita se inundaron. Los conductores del servicio de transporte público de pasajeros, de taxis y de vehículos particulares debieron disminuir la velocidad a la altura del condominio Balcones del Libertador donde la escorrentía sobrepasó el separador vial.

En las carreras 20 y 24 el agua intentó introducirse hasta los establecimientos comerciales ubicados sobre la Avenida del Libertador, mientras los motociclistas debieron maniobrar muy bien para evitar alguna caída. Lo más insólito del asunto es que no llovió a cántaros ni de manera prolongada pero sí lo suficiente para inundar la carrera 19 y provocar traumatismos en los vehículos automotores que se apagaron.

La lluvia hizo colapsar el sistema de alcantarillado a la altura del Mercado Público en donde los registros sanitarios parecían fuentes de agua puerca que se combinaron con el agua caída y mientras recorrían la Avenida del Ferrocarril buscando evacuar ‘ambientaron’ con su peculiar aroma todo el sector comercial y residencial.

Asimismo, la llamada ‘Laguna de Chico’ en la carrera 19 entre avenidas del Río y Ferrocarril se llenó como siempre, donde quedaron atrapados carros, motocicletas y hasta jóvenes en bicicleta.

Hubo caos en la movilidad, pues se presentaron enormes trancones en las calles de la ciudad, en especial cerca de la Universidad del Magdalena. Mientras tanto, una escorrentía de aguas negras recorría la Avenida del Ferrocarril y su alta presión levantaba las tapas de los registros sanitarios. A pesar de las precipitaciones caídas ayer por la tarde, los ríos y quebradas no registraban riesgo de desbordamiento.

Aunque no hubo casos de casas inundadas por efecto de las escorrentías o por las precipitaciones, muchos sectores del oriente sufrieron problemas de inundaciones, lo que por mucho tiempo paralizó el flujo vehicular debido al represamiento del agua en algunas calles y carreras donde se empozaba el agua impidiendo el tránsito vehicular y el de las personas.

‘EL REBUSQUE’

‘El rebusque’ es una insignia de las lluvias en Santa Marta porque cada vez que cae un torrencial aguacero, decenas de personas sacan tablas, estibas, piedras y hasta utilizan carritos para que las personas se desplacen sin mojarse y les colaboran con una moneda.

Decenas de jóvenes y vendedores informales se hacen su ‘platica’ cuando llueve en Santa Marta, debido a que las personas no quieren mojarse al pasar la calle y ellos le facilitan el traslado por 200 o 500 pesos, algunas personas le dan hasta mil pesos.

“Hay que estar en la jugada, apenas empieza a llover busco unas tablas y las pongo en la calle para que la gente pase y me dan monedas que me sirven para comer o pagar el cuarto donde vivo, ese es un dinero extra”, dijo uno de los ‘rebuscadores’.