Yerry y Dávinson, los defensas del presente y el futuro de la tricolor

Hace cuatro años, en Brasil-2014, fue Pablo Armero el encargado de abrir la senda del gol para la Selección Colombia y tras el festejo agridulce de Juan Fernando Quintero contra Japón en Rusia-2018, el encargado de poner a bailar a todo el país fue Yerry Mina, quien debutó como un grande, como un defensa del Barcelona FC.

Ausente contra los ‘samuráis’ por decisión técnica, el defensa central de Guachené apareció en su debut mundialista contra Polonia, para afrontar un duelo entre grandes, contra uno de los mejores centro delanteros del mundo en la actualidad, el 9 del Bayern Múnich, Robert Lewandowski.

Precisamente sobre ese duelo, Yerry Mina reconoció que fue “difícil porque no le podíamos dar ni un milímetro, muy difícil”, pero también se mostró feliz por el gol, por la celebración y por el triunfo: “Agradecido con Dios por este maravilloso tanto, lo soñé, lo pensé y en ningún momento dudé”.

Junto a Yerry tuvo una prueba de fuego el defensa del Tottenham de Inglaterra, Dávinson Sánchez, el de más bajo rendimiento contra los japoneses y quien volvió a recibir la confianza de José Pékerman y su cuerpo técnico, cuando se especuló que Cristian Zapata sería de la partida.

Pero Dávinson tuvo el carácter que pidió Falcao García, mostró su fortaleza deportiva y mental, esas que lo tienen jugando en una de las mejores ligas del mundo, en la Premier League de Inglaterra, para tomar confianza y llenarse de seguridad para lo que sigue en la Copa Mundial de la FIFA Rusia.2018.

“Era un partido importante, en el que sabíamos lo que debíamos de poner para sacar el resultado, conscientes que ellos tenían jugadores importantes y todo empezó desde la actitud, presentamos una actitud diferente, que nos demostró que cuando jugamos 11 contra 11 tenemos la capacidad para jugar partidos como estos”, explicó Sánchez.

 

Para Dávinson no importa el cansancio, el desgaste físico, el clima, ni la exigencia, porque a pesar de jugar los 90 minutos contra Japón con un hombre menos, frente a Polonia corrió y metió más, sabiendo que “son finales y en las finales no puede haber cansancio, ni nada que frene el ímpetu de ir a buscar el resultado, entonces ahora queda descansar, poner la mente en Senegal y prepararnos muy bien”, dijo el central de Caloto, Cauca.

Y como lo dijo Dávinson, ya la página se pasó y la mente de los colombianos está puesta en Senegal, un rival que Mina admite es “muy complicado, es un equipo que quiere ganar y vamos a prepararnos para eso”, ya con los 23 jugadores disponibles, porque Carlos Sánchez vuelve a estar habilitado para jugar tras pagar una fecha de sanción por la expulsión del minuto tres contra Japón.

 

De los africanos, Dávinson fue claro: “Todos los partidos son diferentes, en todos intentamos revalidar ese trabajo, demostrar que tenemos la capacidad para ir un paso adelante, es simplemente no conformarnos, porque Senegal tiene a Mané, a Niang, como los delanteros a cuidar, pero también está Koulibaly y jugadores importantes en el medio campo, así que hay que tener mucho cuidado, vivir el partido, estar concentrados y seguir el plan que el cuerpo técnico disponga”.

Y para el juego contra Senegal, justamente el ideal sería repetir en gran parte la nómina inicialista por el gran rendimiento del domingo en el Arena Kazán y la pareja de centrales parece no tener discusión, porque no sólo son los dos de mejore presente, sino que también son los de mejor futuro, pues Dávinson tiene 22 años de edad y Yerry Mina 23, lo que garantiza una defensa sólida por un buen tiempo en esta Selección Colombia.

KAZÁN, RUSIA (Colprensa).