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El Banco dijo NO a la explotación sexual de niños y adolescentes
Con una movilización la Alcaldía de El Banco, Magdalena y el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar ICBF centro zonal El Banco, realizaron el lanzamiento de a campaña ‘Colombia Presente Contra la Explotación Sexual Comercial de Niñas, Niños y Adolescentes’.
El recorrido fue desde la Estación del Cuerpo de Bomberos de El Banco hasta la Plaza Fernando Pisciotti (Plaza Roja), con la participación del Alcalde encargado Roberto Carlos Ortiz, funcionarios del ICBF, la Alcaldía Municipal, Salud Pública, diferentes fundaciones, Policía de Infancia y Adolescencia.
El alcalde Roberto Carlos Ortiz, en sus palabras, expresó que en el municipio de El Banco se está trabajando constantemente para garantizar a la niñez la seguridad y el respeto de sus derechos.
En la Plaza Roja, niños y adultos presentaron diferentes dramatizados sobre los riesgos que corren los niños, niñas y adolescentes, frente a las situaciones en donde pueden ser intimidados.
También con pancartas y muestras folclóricas, los niños compartieron el mensaje de la importancia de ser cuidados y protegidos, manifestando que necesitan seguir participando en actividades educativas, culturales y deportivas, por su bienestar.
El municipio de El Banco, rechaza la explotación sexual comercial de niños, niñas y adolescentes, la cual se considera como una violación de los derechos fundamentales de la niñez.
De acuerdo con las cifras del Icbf, las niñas y las adolescentes mujeres son las que más padecen explotación sexual. El 85% de los casos que el instituto ha atendido entre 2016 y mayo de 2018, corresponde al sexo femenino, aunque en ocasiones el abuso sexual infantil parezca un tema externo en muchos casos los niños abusados están más cerca de lo que se piensa lo cual es una noticia alarmante.
El abuso sexual infantil conlleva diferentes problemas para las víctimas, como por ejemplo estrés postraumático, miedo, problemas para dormir, pesadillas, sentimientos de culpa, vergüenza e ira junto con la incapacidad de lidiar con lo anterior.
La dignidad de nuestras niñas, niños y adolescentes no puede ser negociada por nadie, no tiene precio, no son mercancías. Violar la inocencia de un niño a partir de la ruptura de su intimidad con fines comerciales no solo es un delito, sino una forma atroz de violencia que deja huellas imborrables.
