Comunidad contra la explotación sexual de menores

En el departamento del Magdalena la campaña tuvo como epicentro el corregimiento de Taganga, en este pueblo de pescadores, caracterizado por la gran afluencia de turistas.

Los departamentos de Magdalena, Bolívar y Cesar se sumaron a esta cruzada que lideró el ICBF y que busca erradicar y denunciar esta forma de violencia que le arrebata los sueños y la dignidad de los niños, niñas y adolescentes.

 

Desde diferentes municipios de la Región Caribe, el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar y la Universidad del Magdalena como operadora de los programas Familias con Bienestar para la Paz, Generaciones con Bienestar y Construyendo Juntos Entornos Protectores, llevaron a cabo acciones y actividades de movilización y sensibilización para promover la campaña nacional en contra de la explotación sexual comercial de niños, niñas y adolescentes.

En el departamento del Magdalena la campaña tuvo como epicentro el corregimiento de Taganga, En este pueblo de pescadores, caracterizado por la gran afluencia de turistas, el subdirector del Nacional de Familias y Comunidades del ICBF Aristides Herrera Posada y el director regional Joaquín González Iturriago, lideraron una caminata por las principales calles del corregimiento.

 “Agradecemos la solidaridad a toda la comunidad porque el mensaje que estamos enviando es que nos ayuden a controlar el delito que es la explotación sexual de los menores. El objeto es concientizar a la población para que denuncien aquellos casos que conozcan o sospechen sobre esta forma de violencia que le quita los sueños a nuestra niñez”; expresó el director del ICBF Regional Magdalena, Joaquín González Iturriago.

En el recorrido participaron niños, niñas y adolescentes de Generaciones

con Bienestar, promotores de derechos, facilitadores y agentes educativos quienes hicieron un llamado a la ciudadanía para erradicar, denunciar y prevenir esta forma de abuso contra los menores. En este sentido, el ICBF reporta que las niñas y adolescentes mujeres son las que más padecen esta forma de violencia, alcanzando un 85 por ciento los casos atendidos entre 2016 y mayo de 2018.

“La Universidad del Magdalena como aliado estratégico del ICBF una vez más estamos haciendo presencia con un gran acompañamiento a través de los programas que operamos para prevenir el abuso sexual. En Taganga es más visible esta problemática y con la finalidad de mitigar la situación, estamos haciendo acompañamiento promoviendo esta campaña”; aseguró la coordinadora para el Magdalena del programa Familias con Bienestar para la Paz y de la Estrategia Construyendo Juntos Entornos Protectores, psicóloga especialista Bieris Jiménez Torres. 

Al finalizar la caminata, los niños, niñas y adolescentes dejaron su huella en un mural que simboliza que el corregimiento de Taganga y sus habitantes dicen presentes contra la explotación sexual comercial de los menores de edad.

En la capital del Cesar el ICBF y la Universidad del Magdalena se tomaron la terminal de transporte para sensibilizar a la ciudadanía y visitantes sobre la prevención de este abuso. Durante las charlas, los funcionarios y facilitadores reiteraron que las denuncias de explotación sexual se reciben en la línea 141 del ICBF y de inmediato se activa la ruta de atención para proteger a los menores de edad afectados.

Por su parte, los niños y niñas de Generaciones con Bienestar con el apoyo de la Policía Nacional también se ‘tomaron’ las vías para clamar y pedirles a los adultos que los protejan y no cometan actos contra su dignidad.

La Estrategia Construyendo Juntos Protectores en sus sesiones de formación capacitó en prevención a los niños, adolescentes, cuidadores, docentes y padres de familia. En el desarrollo de las dinámicas se explicaron las herramientas con las que cuenta la ciudadanía para reportar estas situaciones y se invitó a las madres y padres de familia a estar vigilantes y proteger a sus hijos. Lo anterior teniendo en cuenta que según datos del ICBF, Bolívar presenta 56 casos de explotación sexual comercial en niños y adolescentes, lo que la convierte en el tercer departamento del país en registrar procesos por este delito.