HOY DIARIO DEL MAGDALENA
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Crece la preocupación de los ganaderos por los posibles acuerdos que firme el gobierno

La Federación Colombiana de Ganaderos – Fedegán, le reiteró al gobierno la preocupación de los ganaderos ante una eventual apertura del sector mediante cualquier negociación con Australia y con Nueva Zelanda.

 

El presidente ejecutivo de Fedegán, José Félix Lafaurie Rivera, advierte que no existe duda alguna que la negociación con Australia y Nueva Zelanda en el marco de la Alianza con el Pacifico, repercutirá en forma perversa sobre el desarrollo del sector ganadero colombiano, y sobre la seguridad alimentaria del país, incluso con riesgo de sufrir afectaciones irreparables en el tiempo.

 

Así se lo expresó al Gobierno en comunicación enviada a la ministra de Comercio, Industria y Turismo, María Lorena Gutiérrez, a la vez que le reiteró, con sentido de urgencia, la imperiosa necesidad de que el sector ganadero quede excluido de cualquier compromiso de liberación comercial en el marco de la negociación con Australia y Nueva Zelanda.

Para el gremio ganadero, el alcance que puedan tener el proceso de negociación que actualmente Colombia adelanta entre los países miembros de la denominada Alianza del Pacífico, con Australia, Nueva Zelanda, Singapur y Canadá, genera grandes incertidumbres, pues no ve claro cuál es el beneficio para el sector pecuario colombiano.

Lafaurie recordó que hace algo más de una década el país inició una acelerada carrera para lograr la suscripción y entrada en vigencia de un amplio número de acuerdos y tratados de libre comercio a través de los cuales nuestra economía se insertaría a un mundo globalizado, pero que lamentablemente dejaron un sinsabor pues el beneficio de estos acuerdos para la ganadería colombiana ha sido nulo, y prevé que el sector vuelva a ser utilizado como «moneda de cambio» para lograr el cierre de acuerdos comerciales como lo ocurrido con la Unión Europea.

También señaló que en los diferentes acuerdos comerciales suscritos por Colombia el sector ha sido tenido en cuenta para ser incluido en una estrategia de negociación que, al no contar con admisibilidad sanitaria, lo limita para aprovechar cualquier oportunidad comercial real, y a cambio sí ha asumido en una serie de compromisos de liberación comercial, sin recibir el mismo tratamiento recíproco de parte de los socios comerciales.

Lafaurie explica que tanto Australia como Nueva Zelanda se caracterizan por ser líderes mundiales en la producción tanto de carne como de leche y productos lácteos, teniendo incluso alcance y responsabilidad directa sobre la formación de los precios de estos bienes a nivel internacional.

Nueva Zelanda con sus casi 4 millones de habitantes, dispone de condiciones particulares tanto en el clima como en la disposición de pasturas de alimento para los animales, lo que les permite un nivel importante de producción a bajos costos.

Por su parte, Australia cuenta con un hato ganadero cercano a los 30 millones de cabezas (4 % de la población mundial de bovinos), lo que en conjunción con sus condiciones naturales propias y ventajas comparativas inherentes, le permite llevar a cabo procesos de producción a muy bajo costo y con alta eficiencia.

Australia produce algo más de 2 millones 500 mil toneladas de carne de bovino al año y registra un consumo per cápita de alrededor de 31 kilos anualmente, por lo que se ha visto obligado a colocar en el mercado internacional cerca del 75 % de su producción. Es de notar que las exportaciones de Australia llegan a más de 100 países alrededor del mundo y se distingue como el tercer exportador mundial de carne, únicamente superado por Brasil e India.

LOS IMPACTOS

El análisis del dirigente gremial de una negociación con estos países dentro de la Alianza del Pacífico se presente de la siguiente forma:

  1. Desde el sector ganadero colombiano no visualizamos ninguna oportunidad comercial real derivada de la suscripción de este acuerdo de libre comercio con Nueva Zelanda, Singapur y Australia, incluso no hemos podido prever algún tipo de ventaja o beneficio para sector alguno de la economía colombiana.

«¿Cuál sería la motivación del Gobierno Nacional en acelerar el cierre de una negociación comercial con estos países sobre los cuales las oportunidades de incrementar nuestras exportaciones son absolutamente nulas?», se pregunta el presidente de Fedegán.

  1. Desde el punto de vista de los derechos aduaneros, se parte de estructuras arancelarias totalmente diferentes a causa de esquemas de producción igualmente distantes.

“Mientras en Colombia la protección arancelaria del sector es del 80 % para la carne de bovino y del 98 % para la leche en polvo, tanto en Australia como en Nueva Zelanda y Singapur el arancel es del 0 %, o en algún caso particular del 5 %. Es un mercado que ya se encuentra abierto para el comercio mundial.

“Por lo tanto, desde ningún punto de vista es claro cuál sería el beneficio de esta negociación, pues en dado caso, lo que se estaría haciendo es generar una apertura unilateral del mercado cárnico y lácteo colombiano a los principales productores mundiales sin recibir absolutamente nada a cambio, con un perjuicio adicional, y es el riesgo que se cierne sobre las familias ganaderas relacionadas directamente con la producción primaria y derivan su sustento directamente de esta actividad», agrega el dirigente.

  1. Una negociación como esta podría llegar a interpretarse que se lograría «consolidar el 0 % de tarifa arancelaria para nuestras exportaciones en esos mercados. Sin embargo, es pertinente reiterar que estos países no representan ninguna oportunidad comercial real para nuestro sector; por tanto, el lograr «consolidar» una tarifa de 0 % no significa en términos prácticos, absolutamente nada, ni tiene ningún beneficio para el sector ganadero colombiano.
  2. El hecho de plantear una negociación comercial debe a todas luces reflejar un deseo real del aparato productivo nacional por acceder a un determinado mercado.

Pero este no es el caso dada la ausencia de admisibilidad sanitaria para los productos colombianos en estos mercados, provocaría nada más que una apertura unilateral del sector.

Finalmente, Lafaurie Rivera solicita a la ministra que informe cuáles sectores de la economía nacional recibirían un beneficio claro de la suscripción de este acuerdo comercial, pues considera que se evidencia un alto riesgo para sectores económicos fundamentales en el desarrollo económico del país, con un agravante, y específicamente de la soberanía alimentaria de Colombia.

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