Paradojas de la censura contra Rajoy

La moción de censura promovida contra Mariano Rajoy tiene un carácter histórico porque es el primer caso en que un presidente de gobierno es separado de su cargo desde que se restauró la democracia en España. Las circunstancias que determinaron su salida están relacionadas con lo que se conoce como el “caso Gürtel,” cuyo juicio comenzó en el 2016, y que, según la prensa española, es uno de los más sonados episodios de corrupción que se ha presentado en el país ibérico desde el regreso de la democracia.

Según la Audiencia Nacional, “una red de empresas conseguían contratos en administraciones gobernadas por el Partido Popular en diferentes regiones de España”, y se convirtieron en fuente de financiación irregular de actividades de ese Partido. Uno de los puntos que más se destaca de esa sentencia fue que también condenó a esa organización política como participe a titulo lucrativo; tipo penal que castiga al que se beneficia de los delitos que otros cometen. Esa figura es muy original que bien valdría la pena se considerara para ser adoptada en Colombia.

Son paradójicas las circunstancias que rodearon al hombre que venía gobernando a España desde 2011, como producto de dos elecciones, que tuvo que abandonar el Palacio de la Moncloa el pasado primero de junio al perder las mayorías con la ruptura de los acuerdos que había hecho con fuerzas nacionalistas, independentistas y populistas y que lo obligaron a ceder la dirección del gobierno al líder del Partido Socialista Pedro Sánchez. Lo que llama la atención del proceder del expresidente del gobierno español, porque lo singulariza, es el decoro con que ha asumido su situación personal.

Rajoy, al hacer dejación del cargo, ha roto con la política y renunciado a los privilegios que le daba su condición de expresidente. Según se ha informado, ha renunciado al escaño de diputado por Madrid que ocupada desde 1986, con lo que pierde su condición de aforado; del mismo modo, decidió no ingresar al Consejo de Estado, y no disfrutará de la pensión que le garantiza la ley por su condición de exjefe de gobierno. Al mismo tiempo, anuncia su reingreso al cargo de registrador de la propiedad en la localidad de Santa Pola – Alicante, un cargo para el que había concursado hace casi tres décadas, en el que está llevando una vida sencilla, austera, sin escoltas, sin carro oficial y alejada del boato del poder.

De todos es conocido que los presidentes de los gobiernos se retiran con su pensión y se dedican a promover fundaciones, a acompañar procesos de paz, a ocupar dignidades en instancias internacionales, a dictar conferencias con altas tarifas, entre otras actividades.

Como dice Cristina L. Schlichting, “Rajoy, al que Sánchez llamó indecente, se ha comportado como el más decente de todos”. Creo que ha dado una lección de dignidad y humildad, que lo enaltece, y que tiene muy conmovida a la opinión pública española.  

*ExDefensor del Pueblo