«Es una inmensa alegría volver a mi tierra 20 años después»

Con alegría y mucha ilusión, don Rafael Andrade Vargas recibió de manos del Juzgado Promiscuo de Chibolo su predio ubicado en la vereda El Encanto (Chibolo, Magdalena) y con ello llega la esperanza de continuar en la construcción de un mejor futuro para él y su familia.

Después de 22 años, la espera para don Rafael terminó y la ansiedad se fue en el momento que firmó el acta de entrega material como cumplimiento de la orden dada por el Juzgado Segundo Civil del Circuito Especializado en Restitución de Tierras de Santa Marta.

 

Este instante Rafael se lo imaginó en varias ocasiones, pese a los recuerdos que existen con relación al conflicto que rodeó al departamento del Magdalena, especialmente a Chibolo y municipios cercanos, donde la muerte de sus conocidos, amigos y familiares, generaron un desplazamiento masivo tras la toma de los paramilitares de las diferentes veredas de la zona.

Jorge 40, Mancuso y otros miembros de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) generaron terror producto de los homicidios y actos violentos que cometieron. Por estos hechos Rafael Andrade decidió salir con el propósito de salvar su vida. En 1996 se desplazó al casco urbano de Chibolo y posteriormente a Santa Marta.

Con los años y lejos de su tierra, la esperanza de tener su predio de vuelta tomó fuerza ante la implementación de la Ley 1448 de 2011; fue así como inició su proceso de solicitud hasta que la justicia reconoció sus derechos y ordenó la restitución de su tierra.

“Estoy muy agradecido. Es una inmensa alegría volver a mi tierra. Este momento era algo esperado desde hacía mucho tiempo”, relató don Pedro en medio de su alegría.

En este fallo el juez da una serie de órdenes que buscan garantizar la permanencia en el predio de Rafael Andrade y su familia, por lo que, además de la entrega de un proyecto productivo por parte de la Unidad, se designa al Banco Agrario la construcción de una vivienda digna para estas víctimas de la violencia.

Asimismo, Rafael recibirá atención por parte del Servicio Nacional de Aprendizaje (Sena) para capacitación, así como la atención por parte de la Unidad para las Víctimas, Secretaría de Planeación de Chibolo y Agencia Nacional de Tierras, entre otras entidades.

Dentro de esta sentencia, en la cual se le reconocen los derechos al señor Andrade, se deja en claro y se ordena por parte del juez que se debe adecuar la planta física y ampliar el número de docentes de los colegios en Bejuco Prieto y El Encanto con el propósito de lograr que los menores de esta parte del departamento puedan culminar sus estudios de secundaria, así como otra serie de medidas para beneficio de la comunidad.