¿Qué es lo que quieren?

La muerte violenta contra cualquier persona, nos repugna, el asesinato es un delito execrable y por ello castigado severamente por nuestras leyes penales y se agrava cuando se practica contra seres humanos indefensos, que prestan sus servicios a la sociedad, sea desempeñándose como líderes o lideresas sociales o de cualquier otra índole, que beneficie el desarrollo de los pueblos.

Durante los últimos meses Colombia ha visto como han caído bajo las balas asesinas muchos de nuestros compatriotas, comprometido en labores sociales y ante la impotencia del Estado o de las autoridades creadas para garantizar la vida, honra y bienes de todos los que vivimos en nuestro territorio patrio.

Esos, son hechos graves  que ameritan una acción rápida y efectiva de las autoridades para develar los hechos y castigar a sus autores, pero igualmente es reprochable, que estos actos contra la tranquilidad ciudadana, traten de ser utilizados como herramienta política para despotricar contra los contendores políticos y culpar, irresponsablemente a un partido político o a cualquier colectividad sin tener pruebas que demuestre su responsabilidad.

De igual manera es reprochable, el lenguaje y las insinuaciones de algunos columnistas, sin distingo de sexo, el querer achacarle estos actos al Centro Democrático para generar desconfianza en el gobierno del doctor Duque, que no ha comenzado y ni siquiera ha terminado el empalme con el gobierno actual, que es que ha debido impedir que estos sucesos de barbarie, ocurriesen o que siga sucediendo, pero como la intención es señalar sin pruebas que los respalden, sin decir al público cuáles son sus verdaderas intenciones o cual es la ideología política que los mueve, estos escritores cubierto con el manto de la pluma o del micrófono, se creen que pueden rotular sin responsabilidad a los que no comulgan con sus ideales, ni hacen parte de las organizaciones políticas a las que ellos pertenecen.

Colombia es un país libre y todos tenemos derecho a expresar nuestra opiniones, pero lo debemos hace respetando a los demás, respetando el disenso, el uso de la libertad de expresión no se debe confundir con  el abuso de la calumnia nicon el derecho a la denuncia, porque para denunciar se debe hacer en base a pruebas irrefutables y no con el deseo de dañar y señalando a los que no piensan como nosotros.

 

Grave, muy grave, que todavía el odio, el deseo de venganza y la mala intención, sean los motores de algunas plumas que pregona, por un lado, la confraternidad, pero con sus escritos promueven la división maniqueista entre buenos y malos, según sean o no afines a sus deseos y finalidades políticas.

Los que perdieron con sus candidatos en las pasadas elecciones presidenciales, deben hace el duelo y pensar en Colombia, les respetamos su ideas y sus ganas de gobernar a nuestro país, pero lo que no se puede tolerar, es el agravio continuo y la intención de seguir dividiendo a los colombianos para conseguir unos resultados electorales que hasta ahora les han sido esquivos.

¿Sabes qué? A estos falsos adalides de la verdad y la libertad, hay que recordarles que el espejo lo tienen en Venezuela  y preguntarles si esto es lo que quieren para la Colombia del futuro.

*Catedrático universitario