HOY DIARIO DEL MAGDALENA
Líder en la región

Capos de Antioquia hacen fila para sometimientos

Junto al Clan del Golfo, “los Chatas” y “los Triana” se convirtieron en las primeras organizaciones criminales en manifestar el deseo de acordar con el Estado un sometimiento a la justicia de sus integrantes.

La voluntad del Clan del Golfo, una estructura narcoparamilitar que nació en 2007 en Urabá y que hoy extiende sus redes en 20 departamentos del país, fue expuesta a la opinión pública en septiembre del año pasado, por medio de un video en el que apareció su máximo líder, Dairo Antonio Úsuga David (“Otoniel”).

Los acercamientos con el Gobierno aceleraron desde el anterior 9 de julio, cuando el presidente Juan Manuel Santos firmó la Ley 1908 de 2018 para la sujeción de organizaciones criminales a la justicia.

 

Una semana después, llegó a la Fiscalía General de la Nación una solicitud de Elkin Fernando Triana Bustos, alias “el Patrón”, máximo líder de la banda “los Triana”, quien está preso en la cárcel La Picota desde marzo.

Esta estructura delincuencial actúa en el norte de Medellín y en el corregimiento San Antonio de Prado, al igual que en los municipios de Bello, Itagüí, Caldas, Guarne, Amagá, Ebéjico, Granada y Heliconia.

 

En su propuesta, Triana Bustos ofreció indemnizar a varias víctimas de su organización, devolver viviendas despojadas, entregar un arsenal y ser el mediador para el sometimiento de otros integrantes. A cambio, pidió que esta colaboración le fuera retribuida con una rebaja en su eventual condena, por el cargo de concierto para delinquir agravado.

Luego se conoció una carta de Juan Carlos Mesa Vallejo (“Tom”), cabecilla de “los Chatas” y “la Oficina”, en la cual hizo pública su intención de contribuir al sometimiento a la justicia de otros delincuentes, tal como informó EL COLOMBIANO el martes pasado.

“Los Chatas” nacieron en Bello y se extendieron a las localidades vecinas de Girardota, Copacabana y Barbosa. También tienen redes en El Retiro y La Ceja, al tiempo que están conectados con el tráfico transnacional de drogas.

De esta manera, su jefe se ganó un sitial en la cúpula de “la Oficina”, la confederación que agrupa al 65 % de los combos del área metropolitana.

 

En la misiva, sin embargo, “Tom” dijo que no estaba en actividades de narcotráfico y que no sigue dando órdenes desde la cárcel La Picota, en respuesta a los constantes señalamientos de la Fiscalía, la Policía y la Alcaldía de Medellín. Aseguró estar dispuesto a reparar a las víctimas, gestionar el desarme de las bandas del Valle de Aburrá y entregar material bélico.

De las tres bandas interesadas en lograr acuerdos con la justicia, solo el Clan del Golfo tiene a sus líderes en libertad (“Otoniel”, “Nicolás” y “Chiquito Malo”), mientras que “el Patrón” y “Tom” están tras las rejas, situación que podría restarles margen de negociación.

 

El año pasado, cuando todavía no existía la ley de sometimiento, la banda “la Terraza”, también de Medellín, intentó acercarse al Gobierno para pactar un acuerdo de desarme. No obstante, la iniciativa quedó sepultada con las capturas de su delegado Julio Perdomo (“el Viejo”) y del entonces secretario de Seguridad de la ciudad, Gustavo Villegas, quien apoyaba la propuesta.

 

Con ese antecedente, es probable que “la Terraza” trate de nuevo de concretar un pacto con la justicia, y que en esa idea la acompañe la organización ilegal de “Robledo”.

Esto debido a que sus principales líderes, José Leonardo Muñoz Martínez (“Douglas”) y Freyner Ramírez García (“Carlos Pesebre”), respectivamente, son socios en la actualidad. Los dos están presos en las cárceles de Cómbita y Valledupar, y los grupos bajo su mando podrían sumar más de 500 integrantes.

 

LA CASA DE NARIÑO DECIDIRÁ

El alcalde de Medellín Federico Gutiérrez sostuvo ayer un encuentro en Bogotá con el presidente electo Iván Duque. En la cita, el mandatario local le explicó el contexto criminal en la metrópoli antioqueña y expuso su postura frente a estas peticiones de los “peces gordos” de la mafia.

 

Al término de la cita, señaló: “seguiremos con el combate a estas estructuras, si esto hubiera sido un jardín de rosas para ellos, no estarían hablando en estos términos”.

 

Al ser preguntado por la carta de “Tom”, indicó que los que deben responder y formular las pautas sobre el tema son el Gobierno Nacional y la Fiscalía, “yo como alcalde espero instrucciones”.

Recordó que en el Valle de Aburrá delinquen cerca de 350 bandas, con cerca de 5.000 integrantes, por lo que este sometimiento no debe ser un asunto individual, sino colectivo, para sacar a estos grupos de circulación de una vez por todas.

Medellín El Colombiano.

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