Un Congreso más plural, clave para el futuro político

Con el triunfo de Iván Duque vuelve el uribismo al poder y ayer, 20 de julio, Día de la Independencia, se posesionó el Congreso que acompañará su Gobierno, que tiene como principales bastiones el Centro Democrático, el Partido Conservador y un sector del liberalismo.

Aunque se esperaba que se conformara una coalición más sólida, a último momento La U y Cambio Radical hicieron una alianza, que cuenta con 58 congresistas, y que pone a hacer cuentas al Ejecutivo para lograr los votos suficientes para sacar las leyes y reformas que vienen, que no son pocas.

De entrada, tendrá que radicar las reformas políticas, a la justicia, tributaria y pensional, que son temas de complejo calado. Por ejemplo, los intentos de reformar el sistema de justicia han fracasado en nueve ocasiones y, cuando cumplió su trámite con éxito en el Congreso, fue la Corte Constitucional la que la hundió.

 

De forma similar ha ocurrido con la reforma política, la última fue objetada por el presidente Juan Manuel Santos, luego de que los mismos congresistas en la conciliación le incluyeron tantos micos que era mejor no darle vida. La pensional, impopular, tendrá que aumentar edad para acceder a la mesada y la tributaria aún es una incertidumbre hacia dónde apuntará.

También está la promesa de Duque de realizar modificaciones al Acuerdo de Paz con la Farc, aunque no es claro qué implicaciones tiene la propuesta, pero desde el Centro Democrático ya dieron el primer mensaje, hace un mes, al incluir 25 cambios en la reglamentación de la Justicia Especial para la Paz.

 

A la falta de definición de Cambio Radical y La U llega un contrapeso compuesto por cuatro partidos, y una vocería más fuerte amparada por el Estatuto de Oposición que se estrenó entregándoles curul a Gustavo Petro, en el Senado, y Ángela María Robledo, en la Cámara, por ser la fórmula que ocupó el segundo lugar en las elecciones presidenciales.

Para esta primera legislatura asume la presidencia del Senado Ernesto Macías, con 81 votos, luego de una puja en el Centro Democrático que se resolvió con la renuncia de la congresista antioqueña Paola Holguín. Como primer vicepresidente quedó el senador Eduardo Pulgar, mientras que Angélica Lozano será la segunda vicepresidenta.

 

En la Cámara quedó como presidente el representante liberal Alejandro Chacón. En la primera Vicepresidencia estará Atilano Giraldo y en la segunda, Inti Asprilla.

Macías, en su discurso, manifestó que buscará “recuperar la legalidad, el emprendimiento y garantizar la equidad a los colombianos” a través de su cargo en el Senado. Además de respaldar las iniciativas del gobierno Duque, dijo que ofrecerá “garantías a quienes se declaren en oposición”, permitiendo deliberación amplia, respetuosa y democrática.

 

OPOSICIÓN MÁS FUERTE

En su reestreno como senador, Petro manifestó que busca “la unidad de los demócratas en la construcción de la vida y la paz en Colombia. Seguiremos en esta lucha de 40 años de mi vida por la justicia social, buscando ser opción de gobierno. Junto a otros congresistas de oposición, radicó 14 proyectos de ley “para la justicia social y la paz”.

Vale recordar que en oposición, como lo dicta el Estatuto, también se declararon los partidos Alianza Verde, Mais, la Farc y el Polo, que postularon para la Presidencia del Congreso a Antanas Mockus, quien fue protagonista durante la instalación, al bajarse los pantalones para exigir respeto por el senador Efraín Cepeda, quien en ese momento daba su discurso de balance de la Presidencia del Congreso.

 

Frente a este nuevo panorama, Eduardo Lindarte, docente de Ciencia Política de la Autónoma de Manizales, sostiene que el gobierno actual logró integrar las fuerzas políticas, salvo excepciones, “y lo que se daba eran disputas de interés”.

Asegura que “habrá una presencia más fuerte de la oposición, con matices, pues resultará interesante quién se consolidará como el referente de esa línea, teniendo en cuenta que hay diferentes nombres –como Petro o Jorge Robledo–”, agrega el académico.

 

LA FARC, OTRO IMPULSO

Este Congreso también luce diferente porque llegaron a posesionarse –algunos con rosas rojas en sus manos–, cumpliendo con lo acordado en el Proceso de Paz, los representantes y senadores de la extinta guerrilla de las Farc, pese a la ausencia de Seuxis Pausias Hernández, alias Jesús Santrich, quien aunque recibió la acreditación del Consejo Nacional Electoral como congresista, no obtuvo permiso para salir de la cárcel.

 

Por otra parte, Iván Márquez tampoco llegó a la posesión, argumentando “falta de garantías”. La primera intervención estuvo a cargo de Carlos Lozada, quien durante 10 minutos y 27 segundos habló de los retos que plantea el nuevo gobierno. “No dejan de inquietar los cambios que el presidente electo le quiere hacer al Acuerdo”.

En cuanto a la presencia de la Farc, Lindarte manifestó que “me atrevo a decir que, inicialmente, van a estar aislados, aunque dependerá del avance y la resolución de incertidumbres frente a la Justicia Especial para la Paz”.

 

Al respecto, el catedrático de la U. Nacional Jaime Zuluaga Nieto destaca que el primer pulso de la oposición tendrá dos facetas, por lo menos en la primera legislatura, pues se “centrará en la defensa del Acuerdo y la posición que se adopte tras la idea del nuevo ministro de Defensa, quien anunció que pretende regular la protesta social”.

Las cartas están echadas y la meta de un congreso pluralista se pondrá a prueba cuando empiece el tire y afloje por la defensa o modificación del Acuerdo.