HOY DIARIO DEL MAGDALENA
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Confianza social

Consenso general en las democracias avanzadas, donde la sociedad es incrédula frente a los datos oficiales (convenientes las más de las veces), es que ella, la democracia, se mide por sus resultados y que la transparencia plena en la contratación pública es tanto vital como definitiva para recuperar la confianza social, que se pierde cada vez y cada día más. La transparencia, para tranquilidad de todos, importa al menos intentar garantizarla, abrirle paso, más cuando nos sabemos en un medio en el que la credibilidad en las instituciones públicas está gravemente afectada, requiriendo en consecuencia observar procederes técnicos independiente de cualquier relación con los gobiernos de turno, partidos políticos y hasta de las organizaciones sociales, lo cual se convierte en un llamado de conducta del nuevo gobierno por posesionarse el 7 de Agosto; así como también, un derrotero o camino para los congresistas posesionados e instalados el 20 de Julio del 2018, es hora de la reacción, para evitar llantos futuros e inmediatos que se vaticinan como consecuencia de la alta votación de los inconformes.

Estamos en la era de la sociedad del conocimiento y la información, en la que los ciudadanos son intérpretes que no tragan entero en relación con los ya dichos muchas veces convenientes mensajes oficiales, toda vez que sabe o al menos supone sobre bases ciertas, que la verdad pública es una realidad que obliga pasar los decires y silencios oficiales por los cedazos de los controles sociales, colador obligatorio que se refleja en niveles de confianza ciudadana. La ciudadanía hoy empieza a exigir publicidades de todo lo que se actúe en la administración pública, aspecto que repetidamente se incumple por las instancias pertinentes generando dudas innecesarias e inconformidad.

Es claro que la verdad pública debe ser siempre certificada respecto de la gestión oficial, toda vez que la dimensión de dicha función es, entre otras consideraciones, servir de canales de la información pública, de allí que sus pronunciamientos sean determinantes para restablecer la confianza social, uno de los componentes fundamentales de las diferentes concepciones del capital social y como tal, le ha sido atribuido un papel central en proveer el contexto social para la emergencia y el mantenimiento de sociedades democráticas y economías desarrolladas.

La confianza social y las normas de reciprocidad han sido consideradas como esenciales para el desarrollo del compromiso cívico, que junto con la participación ciudadana se ha entendido como las acciones individuales y colectivas encaminadas a identificar y abordar las cuestiones de interés público desde el ámbito de la sociedad civil y de compromiso ciudadano para definir a las acciones y programas promovidos desde el espacio público estatal que incluyan y propicien la participación inclusiva de los ciudadanos en las diferentes etapas de las políticas públicas; de allí que al basarse en la colaboración y dicho compromiso entre las personas que integran las comunidades, las iniciativas de la economía social contribuyen a aumentar la cohesión social, económica y territorial, así como el nivel de confianza en el conjunto, debido al compromiso y nivel de integración en el territorio en el que se amalgaman, generando que el aumento de la participación y el compromiso cívico incrementen a su vez la transparencia y la rendición de cuentas de las instituciones; ante ello, se debe seguir el camino correcto, para recuperar la confianza social en el país, en nuestro Departamento, Municipios y el Distrito Capital, ante el inconformismo palpable existente. [email protected]

* Jurista

 

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