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‘El nuevo Gobierno no hará trizas el Acuerdo de Paz’: Rodrigo Rivera

El comisionado de paz Rodrigo Rivera destaca que las reformas de tierras y la política son claves para que el presidente (electo) Iván Duque le dé otra dinámica al proceso de paz.

No me cabe duda que las grandes decisiones del nuevo gobierno van a estar en materia de implementación y del lado de continuar con la misma, mejorarla, perfeccionarla, pero construir sobre lo construido.

Por

ARGEMIRO PIÑEROS MORENO

Confiado y seguro en que el proceso de paz se seguirá implementando en el nuevo gobierno, el saliente comisionado de paz, Rodrigo Rivera, hace un balance de cómo fue su gestión durante el año largo en el que estuvo al frente de esa tarea.

Rivera destaca que las reformas de tierras y la política son claves para que el presidente (electo) Iván Duque le dé otra dinámica al proceso. Igualmente, estima que los compromisos adquiridos por el gobierno de Juan Manuel Santos son del Estado colombiano.

 

 ¿Cómo queda el proceso de implementación de los acuerdos de paz?

Nos hemos concentrado durante este último año del proceso de paz en la implementación, en la promoción de la reconciliación y socializar entre la gente la lógica estratégica del acuerdo de paz. En los tres frentes hemos tenidos avances. En la implementación creo que lo que ha ocurrido es sentar todas las bases normativas, cambios constitucionales, cambios legales, crear institucionalidad, apropiar recursos, y vea que aquí nadie se ha quejado que falte dinero, las quejas es porque va lento. Hemos tenido dificultades en la implementación y vienen del ciclo político, pues quedamos atrapados primero en la campaña de Congreso y luego en la presidencial, pero dijimos que hay vida después de las elecciones.

 

¿Si afectó la campaña política los acuerdos?

En la medida que las presidenciales pasaron, la agresividad contra el presidente, el gobierno y el proceso han decrecido y aún más, quienes ganaron la elección presidencial fueron los más críticos del acuerdo, el simple pragmatismo de preparar su llegada al gobierno los ha llevado a dedicarse a recibir toda la posta de este gobierno y a preparar sus primeras decisiones, y en la medida de que eso ocurre, el espacio para las consignas políticas desaparece y el espacio para las decisiones responsables se incrementan. No me cabe duda que las grandes decisiones del nuevo gobierno van a estar en materia de implementación y del lado de continuar con la misma, mejorarla, perfeccionarla, pero construir sobre lo construido.

 

¿Será fácil incumplir por parte del Estado los compromisos?

No es el acuerdo perfecto, pero tiene una unidad que no se puede considerar por partes, esto para decir que la palabra del Estado está empeñada, es palabra de oro, tiene suficiente veeduría nacional e internacional y no sería ética ni estratégicamente correcto poner en tela de juicio ninguno de los compromisos del acuerdo, ni a cargo del Estado o de las Farc.

 

¿Es decir…, se va tranquilo porque el acuerdo no se puede volver trizas?

Me voy tranquilo primero porque el acuerdo fue bien negociado, es decir, tiene incentivos para ambas partes a cumplirlo, si hubiera sido leonino no podría resistir la más pequeña tempestad, este acuerdo ha mostrado resiliencia, ha enfrentado distintas tempestades y creo que va a resistir este tránsito de gobierno y tres más. Serán cinco presidentes que estarán comprometidos con la implementación.

Segundo, creo que se mantendrá porque ha sido a través de decisiones legítimas del Congreso y de la Corte Constitucional, elevado a política de Estado. Tercero, hay una fuerza internacional y de ciudadanía en Colombia que no va a permitir que se ponga en tela de juicio los temas centrales del acuerdo. Para cualquier gobierno sensato, y el presidente electo ha mostrado sensatez y buen juicio en las declaraciones que ha dado hasta este momento, será mucho más lógico y de sentido común perfeccionar el acuerdo en aquellos puntos que se puedan ser mejorables, que desatar una batalla política, social y diplomática que podría conducir a victorias pírricas sobre temas sustanciales del acuerdo. No me cabe duda que el acuerdo se va afianzar con el nuevo gobierno.

 

¿Entonces qué puede llegar a hacer o cambiar el nuevo gobierno en esa materia?

El nuevo gobierno tiene autoridad y debería ejercer su liderazgo en el Congreso y la opinión particularmente para que se cumplan los compromisos del punto primero, que implican una profunda reforma de la ruralidad colombiana, una nueva ley de tierra, una tarea muy resuelta de formalizar las tierras que tenemos en la parte rural de Colombia, de titularlas. El principal reto es este, de transformación, de enfrentar poderes que de hecho se han beneficiado de la informalidad y han generado violencia para hacerlo.

 

¿Hay más sectores en los cuáles pueda modificar aspectos el presidente Iván Duque?

La otra gran área que tiene es el punto segundo del acuerdo: la participación política. Todavía tenemos que reconocer que en materia de transparencia del sistema electoral, en garantías de la contienda política, hay mucho por avanzar, se deben aprobar normas en el Congreso y muchas decisiones en materia de institucionalidad. Si el nuevo gobierno las plantea bien no sólo va a cumplir compromisos del acuerdo, sino que seguramente va a encontrar apoyo en esa bancada que se llama de la paz, no será oposición. Veo una oportunidad interesante, hemos visto al nuevo presidente hablar de que quiere tener una interlocución muy decente con el Congreso, basado en ideas; si es así tenga la seguridad que en esa dirección se podrán encontrar consensos más allá de las fuerzas políticas que lo acompañan.

 

¿El tema de las drogas, de los cultivos ilícitos, qué hacer?

Este es el punto cuatro del acuerdo, ahí casi todo el debate se ha concentrado en el tema de las hectáreas cultivadas, hay un plan de cinco años que termina en el 2022 impactado incluso por los Estados Unidos para enfrentarlo. La lógica es que el nuevo gobierno perfeccione el tema de la sustitución, no sería sensato considerar la posibilidad de parar la sustitución de cultivos ilícitos cuando hay más de 70.000 familias que firmaron acuerdos individuales.

 

El tema de las disidencias es un ‘chicharrón’ ¿qué más le preocupa en esta etapa?

Claro que me preocupa, pero miremos los hechos tozudos, no las especulaciones. Nosotros hemos acreditado en esta oficina a 13.003 hombres y mujeres que venías de las Farc, a todos los hemos identificado, estaban en la guerra, estaban haciendo daño, ahora están haciendo cosas positivas. Otro hecho tozudo, por el sistema de desmovilización del Ministerio de Defensa entre agosto de 2016 y junio de este año se han entregado con armas cerca de 870 exintegrantes de las Farc. Francamente ese desempeño se reduce a lo que ha hecho alias ‘Guacho’, por el asesinato de unos periodistas ecuatorianos, dos turistas, pero usted no ve grandes hechos que muestren poderío de esos grupos disidentes, por el contrario pregúntele al Mindefensa cuántos han sido neutralizados, abatidos en combate, capturados y desmovilizados, pueden ser más de mil.

Las Fuerzas Armadas de Colombia, que acabaron con los carteles más poderosos de la droga y acabaron con las Farc, ahora son superpoderosas frente a las disidencias y se ve con el Clan del Golfo. Estas son cosas que han sido distorcionadas por el debate político, pero tenga la certeza que cuando asuma el próximo gobierno la motivación política para cuestionar esta clase de hechos va a desaparecer.

 

¿Qué va pasar con el proceso de paz con el ELN de acá al 7 de agosto?

Lo que esperamos es trabajo hasta el último minuto en tratar de conseguir un acuerdo en cese al fuego más sólido, sólido en instrumentos de verificación, que debe comprender no sólo el cese al fuego entre las estructuras del ELN y la Fuerza Pública, sino también el cese de hostilidades, que aparte al ELN de cualquier actividad criminal, en eso estamos trabajando y soy optimista que lo podemos lograr. Los puntos de discordia no nos ponen tan distantes de las posiciones con ellos.

El otro acuerdo es qué hacer durante el cese al fuego y es desatar un proceso de participación de la ciudadanía en especial en las áreas de influencia en donde se ha dado el conflicto armado. Esto no depende sólo de nosotros, también del ELN, si ellos quieren, tienen todas las posibilidades de demostrar que tienen voluntad de paz propiciando que estos acuerdos se den, distanciándose de condiciones imposibles de aceptar y acordando cosas que hicimos en el pasado, pero mejoradas que nos permitan dejar un buen legado al país y al nuevo gobierno que vale la pena mantener./Colprensa

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