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Seguridad en la era Duque: analistas dicen que cúpula militar será más tropera

Este martes empezó un nuevo gobierno de la mano de Iván Duque Márquez, quien si bien recibe un país con las Farc desmovilizadas, en los próximos cuatro años tendrá que asumir importantes retos en materia de seguridad, marcados principalmente por el accionar del ELN, las disidencias de las Farc, las bacrim, los crímenes de líderes sociales y el incremento de los cultivos ilícitos, entre otros.

“Recibimos un país convulsionado. Más de 300 líderes sociales han sido asesinados en los últimos dos años, los cultivos ilícitos se han expandido exponencialmente en los últimos años, bandas criminales aumentan su capacidad de daño en varias regiones del país, se han hecho promesas y compromisos con organizaciones sociales sin asegurar su financiamiento”, dijo Duque en su discurso de posesión.

 

Los analistas coinciden en que uno de los principales retos de Duque en este campo es combatir las acciones criminales de bandas delincuenciales que se resisten a dejar el lucroso negocio del narcotráfico. Sin embargo, los expertos agregan que estas acciones no las podrá ejecutar con los mismos uniformados que acompañaron el proceso de paz.

De acuerdo con Néstor Rosanía, experto en conflicto armado, primero se debe tener en cuenta la radiografía de conflicto armado que deja el mandato saliente y de esta manera establecer cuáles serían los nuevos coordinadores en las Fuerzas Militares. Rosanía dejó claro que el ELN, las disidencias de las Farc, el ‘Clan del Golfo’, entre otras estructuras al margen de la ley, continúan siendo el dolor de cabeza de la Fuerza Pública.

“Lo que deja Santos atrás es la violencia en términos políticos y lo deja atrás con las Farc, lo estaba intentando dejar atrás con el ELN, con quienes no les alcanzó el tiempo. Entonces lo que recibe Duque es la transición de dejar esa violencia política y una manifestación abierta de grupos armados en la lucha con la economía criminal”.

Para el analista, el reto de Duque será combatir las estructuras criminales que tienen como estrategia esconderse en los denominados ángulos muertos, que no son más que ubicarse en zonas fronterizas, enviar mercancía ilegal hacia otras partes del mundo y en caso de sentirse acorralados, cruzar al país vecino para blindarse.

“Hoy estamos viendo cuatro ángulos muertos en el país. Uno es con Venezuela por la región de Catatumbo, donde está el ELN como actor real, acompañado por ‘Los Pelusos’ y las Disidencias de las Farc. No es un secreto que desde todos los escenarios buscan el negocio del narcotráfico”, dijo el analista.

Rosanía señaló también que además de la frontera colombo-venezolana, está en riesgo la frontera colombo-ecuatoriana, con una amenaza que ha tomado mayor fuerza. Se trata de alias ‘Guacho’, el exsubversivo de las Farc que se resistió a acogerse al proceso de paz que adelantó el Gobierno Nacional. Del mismo modo, señaló que existe riesgo en la frontera colombo-panameña, que cubre desde el río Atrato hasta el Urabá donde hace presencia el ‘Clan del Golfo’.

“Entonces el nuevo Gobierno va a recibir un país con todas las fronteras criminalizadas y todos disputándose no solo el tema del narcotráfico, sino también de la minería ilegal”, aseguró Rosanía.

En ese sentido, Rosanía aseguró que las Fuerzas Militares que conformó el presidente Juan Manuel Santos tenían dos  objetivos importantes: el primero de ellos, conformar una transformación dentro la Fuerza Pública; el segundo, crear unas Fuerzas Armadas poco “guerreristas”.

Para el analista, el nuevo mandato no está enfocado en continuar con dichas iniciativas. “Ahora Duque y todo el Centro Democrático no están interesados en tener generales con ese perfil, sino que van a buscar generales mucho más troperos, mucho más combatidos. Entonces, el cambio en la cúpula va a ser total en los perfiles, muy de orden público para que les empiecen a dar resultados”.

Por su parte, Jhon Marulanda, consultor internacional de seguridad y defensa, coincidió con la posición de Rosanía y afirmó que el nuevo Gobierno debe “amarrarse los pantalones” para evitar que se sigan registrando actos delictivos en el territorio nacional por cuenta de las bandas criminales mencionadas. “Creo que es el momento de amarrarse un poco más los pantalones y que el Gobierno negocie desde una posición de fuerza como Estado legítimo y legal”.

Asimismo, Marulanda agregó que el principal reto de orden público para el nuevo mandato es combatir a las estructuras criminales que hoy amenazan a los sectores económicos y sociales del país.

“Estas acciones van a requerir una Fuerza Pública más sofisticada, más entrenada, más equipada tecnológicamente para lograr resultados. También va a necesitar acuerdos con otros países de todo el mundo para lograr frenar la delincuencia y el narcotráfico en Colombia”, aseguró el analista.

Para Marulanda, las Fuerzas Militares no se pueden quedar atrás en el proceso de transformación, ya que deben ir evolucionando con el pasar del tiempo. Sin embargo, aseguró que esto no lo es todo para combatir las amenazas ya conocidas.

“Se necesita una acción mucho más efectiva para combatir el avance del ELN, necesitamos que el Ejército sea multifuncional para evitar los avances de las estructuras criminales (…) Las nuevas doctrinas militares deben ser efectivas en el campo real de lo que está sucediendo en Colombia”, concluyó.

BOGOTÁ (Colprensa).

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