El comienzo para grandes cambios

No es menor lo que sucedió el domingo en Colombia. A pesar de lo difícil que resulta en un país en donde no hay voto obligatorio cumplir con los mínimos requeridos para sacar adelante procesos de participación ciudadana a través del sufragio, obtener la cantidad que se logró en favor de la consulta anticorrupción debe mirarse como un éxito. Y desde el mismo momento en que se conocieron los resultados se debe entender que aquí hay un mandato del constituyente primario. Con menos se logró sacar adelante la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente y reformar la Constitución en 1991.

El presidente, Iván Duque, fue el primero en decir que presentará un proyecto con cada una de estas propuestas con el fin de sacarlo adelante. También lo harán los promotores de la consulta, por eso esperamos que haya una fuerza suficiente en el Congreso y que los ciudadanos sigamos vigilantes del proceso para que se pueda llegar a buen término con decisiones que han sido rechazadas una y otra vez, sin que se pueda avanzar en diferentes materias. Los 11 millones 672 mil votantes que acompañaron el proceso lo exigen y esperan resultados. Esto debe incluir, como lo fue en la votación, a todos los partidos políticos. La limpieza del Estado no debe tener color político y así debe entenderse, para que sea un triunfo de la sociedad.

Los proyectos que llegarán al Congreso de la República permitirán hacer algo que no se podía en la consulta y es detallar cada una de las preguntas que proponían los temas muy genéricamente. Es claro que los asuntos que se propusieron al electorado requieren en la mayoría de los casos precisión, no es lo mismo el corrupto que se apodera de un dinero que el que incurre en un delito contra la Administración Pública por un error. También se debería aprovechar para ahondar en otras materias como la forma en que actúan las contralorías y la procuraduría en donde el costo beneficio de esas entidades para el Estado está muy lejos del ideal y en pasarles cuenta de cobro a los privados que hacen parte de la corrupción con medidas más severas.

Los resultados de la Costa Caribe muestran una vez más el liderazgo político que aún ejercen los caciques regionales por perpetuarse en el poder y la ignorancia y falta de cultura electoral de los electores. En este aspecto  hay mucho por recorrer, no  hay una cultura política ni  un empoderamiento de un buen número de personas que no  son conscientes de la importancia de participar en los procesos electorales, una forma de expresar su opinión y de dejar constancia de la necesidad de cambios en el país. Esas personas son las que pueden promover cambios, y para ello será clave que como ciudadanos trasciendan de la participación a través del voto a la que se hace con el control que se puede ejercer a la función pública, con veedurías, con consultas, con solicitudes de información, con control y con denuncia cuando se requiera.

Estamos convencidos de que los resultados del pasado domingo son el comienzo para grandes cambios en una sociedad que se ha dejado permear por la corrupción y en muchos casos la ha normalizado. Por eso, también instamos a los ciudadanos a no quedarse con la frustración, sino a seguir más activos como veedores y vigilantes de la función pública, y para ello se mantengan mejor informados de las inversiones y del gasto público, así como de las ejecuciones de los presupuestos. Solo con más personas atentas a que la corrupción se elimine vamos a lograrlo. Es un asunto de todos.

*Internacionalista