HOY DIARIO DEL MAGDALENA
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¿Se acaba la ‘luna de miel’ entre Duque y el uribismo?

A estas alturas, en el Centro Democrático no se ponen de acuerdo ni siquiera para responder si el partido está compacto o no.

Que “ocultar esa realidad es querer tapar el sol con un dedo”, que “hay grupos de presión que quieren que haya un rompimiento, pero son víctimas de sus malos deseos”, que “no hay ningún descontento”, que “son comprensibles las diferencias”, que “sí hay mucha inconformidad”, que “la Vicepresidenta de la República se equivoca al decir que una cosa es el partido y otra el Gobierno”.

 

Congresistas, excongresistas, militantes de base e ideólogos del uribismo chocan en sus respuestas ante los rumores de un posible distanciamiento entre Iván Duque y el Centro Democrático, partido que lo ungió para llegar a la Presidencia de la República.

Lo que sí está claro es que en el uribismo hay matices: están los radicales, comandados por la senadora María Fernanda Cabal, que son los más críticos del Gobierno. El ala duquista, la más moderada, está comandada por el senador José Obdulio Gaviria.

Algunos sectores aseguran que los inconvenientes comenzaron con el nombramiento de ministros y jefes de los institutos descentralizados que no llenaron las expectativas ni por su trayectoria ideológica, ni porque “representan la cuota como parte del favor electoral”. Otros sostienen que el ‘malestar’ obedece a que han pasado casi 60 días desde la posesión y aún no hay decisiones claras frente a temas trascendentales como la seguridad.

En medio de esos rumores, crece la expectativa por la estabilidad de un partido que es bancada mayoritaria en el Congreso del República y que sirve de base para impulsar los proyectos del Gobierno que apenas empieza.

Más uribistas que uribe. El uribismo radical está “incómodo” con el presidente Duque porque “todavía parece en campaña. No sentimos que esté de lleno en los problemas reales del país. Está muy ‘light’”.

Un antioqueño que aspiró al Senado de la República por esa colectividad cuestiona que no se haya removido la cúpula militar que, a su juicio, tuvo tantos desatinos durante el Gobierno Santos. También porque sigue en el limbo la decisión frente a los diálogos con el ELN y porque no se ven los ajustes al Acuerdo de Paz con las Farc que tanto se prometieron en la contienda electoral.

Dice también que en Antioquia se pusieron más de millón doscientos mil votos que, en últimas, hicieron Jefe de Estado a Duque, pero eso no se vio en la conformación del Gabinete ministerial. “Si acaso nombraron el Director del Sena y al Superintendente de Salud. Ningún cargo importante”.

Además, sostiene el uribista de pura cepa, que el Mandatario “anda en la onda de la inclusión, de la no polarización y entonces uno no sabe si va a resultar haciendo lo mismo que Santos en su primer Gobierno”.

Sin embargo, aclara que el expresidente y jefe natural del partido, Álvaro Uribe, mantiene unidas las bases alrededor del Presidente.

En esto último coincide el representante a la Cámara Christian Garcés, que no cree que haya divisiones o malestares. El político vallecaucano contó que el pasado miércoles estuvieron en reunión del Directorio Nacional los senadores, representantes, diputados, concejales y la base política del partido y “allí no vimos ninguna división”.

Admite, eso sí, que todos no pueden pensar igual sobre un mismo hecho y que están en proceso de lograr una coordinación, por lo que en el encuentro nacional quedó claro que es una prioridad ajustar criterios y las comunicaciones porque “sí hay alas radicales y moderadas, pero todos nos regimos por los estatutos y principios del partido y un plan de gobierno del Presidente”.

Garcés condena que al uribismo se le señale siempre de ser un partido sin criterio y seguidor a ‘ojo cerrado’ de Uribe, pero que al tomar decisiones o posturas individuales entonces se les señale de estar divididos.

El exsenador del Centro Democrático Alfredo Rangel escoge con cuidado el calificativo para definir el momento actual de la colectividad.

Dice que es evidente que hay “diferencias de criterio y apreciación” alrededor de distintos temas como las reformas Política, a la Justicia y Tributaria. Y admite que es necesario que el Centro Democrático actúe como Partido de Gobierno, en mayor sintonía con el Ejecutivo que eligió.

Considera “entendible” la inconformidad que hay con los nombramientos en los diferentes cargos del Estado, pero dice que no debe haber cuestionamientos frente a ello y menos públicos, porque el presidente Duque debe tomar decisiones autónomas.

Pero entonces, el político paisa que pide hablar desde el anonimato sostiene que “mientras el Presidente se la pasa repitiendo los Consejos Comunales al estilo Uribe, el que hace los nombramientos en la Casa de Nariño es (Jorge Mario) Eastman, secretario General de la Presidencia”.

Otros advierten que no es el expresidente Uribe quien está mandando en cuerpo ajeno como se dijo en campaña, sino que es el senador José Obdulio Gaviria quien mueve los hilos de poder a través de Duque.

Al respecto, Gaviria asegura que eso es falso y menos, que mueva hilos. “Solo comento favorablemente las políticas del Gobierno porque estoy de acuerdo con ellas. Si discrepara, lo diría, así como pasa con la actual reforma a la Justicia. Pero ni siquiera he hablado del tema con el Presidente”.

Sostiene que entre el Gobierno y el partido hay independencia al cien por ciento. Y sobre las inconformidades por los nombramientos, considera que es “natural” que haya aspiraciones e intereses políticos que también son legítimos.

El 20 de enero de 2013 se creó el Centro Democrático como movimiento Político y en julio de 2014 se hizo Partido. Ese año participó por primera vez en una elección en el Congreso.

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Frente a la corriente de la que lo señalan de estar creando, el senador José Obdulio Gaviria expresa que Duque es el relevo generacional del uribismo. “En cuatro décadas él estará vigente, en cambio nosotros estaremos casi que olvidados. Colombia necesita una modernización y él está empeñado en eso y produciendo resultados”.

Con esta tesis está de acuerdo el analista político Andrés Agudelo, quien plantea que el uribismo debe tener claro que Álvaro Uribe Vélez, independiente de si lo quieren o no, es una figura que no tiene reemplazo. Entonces, “el presidente Iván Duque no puede ni debe ser un Uribe II”.

También que ya es hora de comprender que una cosa es ser oposición y otra gobernar. “Por más que él haya dicho que iba a cambiar el Acuerdo de Paz o acabar los diálogos con el ELN, ya estando en el poder esas son cosas que hay que meditar. La guerrilla está en la mesa, es mejor tenerla ahí, y no pagar el costo de levantar la mesa y esperar muchos años para volverla a sentar”.

El senador Gaviria refuerza esta tesis diciendo que “hay uribismo, que es distinto. Y el uribismo es un Estado comunitario, con seguridad democrática, con modernización de libertades”. Y que como parte de su relevo, la gente debe entender que, por ejemplo, la cúpula militar no se puede relevar así no más.

“Duque está observando el accionar de las Fuerzas Armadas, que es un asunto crucial, sobre todo en una coyuntura como la que estamos viviendo que es la lucha contra las drogas. Me parece prudente que se tome el tiempo para conocer la cúpula actual y ver qué relevos se hacen y cómo se pone la Policía y el Ejército al nivel de los tiempos de la Seguridad Democrática”.

En medio de la puja, dicen, está el expresidente Álvaro Uribe conteniendo los ánimos para que la colectividad mantenga la unidad y no se afecte la estabilidad del hombre que ellos mismos pusieron en el poder.

DESENCUENTROS

Este miércoles se conoció una propuesta de la senadora Paloma Valencia de declarar la inmunidad parlamentaria en medio del estudio de la Reforma a la Justicia. Al respecto, el presidente Iván Duque dijo que “no es amigo de esa propuesta” y agregó que lo que debe existir “son todas las garantías procesales, la doble instancia, lo que garantiza un debido proceso, pero no soy amigo de inmunidades”.
Públicamente la senadora Rosario Guerra mostró su desencanto con el nombramiento que hizo el ministro de Vivienda, Jhonatan Malagón, en el viceministerio (Víctor Saavedra) por haber creado las cartillas de “ideología de género” durante la época previa al Plebiscito por la Paz.

El expresidente y senador Álvaro Uribe anunció públicamente que ni él ni su partido, el Centro Democrático, están de acuerdo con la propuesta que ha esbozado el ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, sobre la posibilidad de que se grave con IVA toda la canasta familiar.
La elección del Contralor General de la Nación fue el punto de quiebre de las relaciones del Centro Democrático con la senadora Paloma Valencia.

CALI (El País).

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