Ley de sometimiento aún no atrae a las bandas criminales

Claudia Carrasquilla también explicó cómo la ley de sometimiento le dio más herramientas a las Fiscalía

 

El pasado lunes 9 de julio, el entonces presidente de la República, Juan Manuel Santos, sancionó la ley 1908 de sometimiento a la justicia para las bandas criminales y grupos de delincuencia organizada, e incluso ese mismo día el exmandatario dijo que el “Clan del Golfo” iba a iniciar el proceso y sería la primera banda en acogerse. además, afirmó que era “un paso muy importante para la tranquilidad y seguridad del país”.

Sin embargo, ya han pasado casi cuatro meses desde la sanción de la Ley y de lo que se dijo en ese día, absolutamente nada ha pasado.

La Fiscalía General de la Nación, por medio de Claudia Carrasquilla, directora Nacional Contra el Crimen Organizado, le confirmó a EL COLOMBIANO que hasta la fecha no se ha recibido ninguna solicitud por parte de algún grupo ilegal, además recordó que solo hasta principios del año entrante la ley da plazo para que las estructuras ilegales tengan el beneficio del sometimiento a la justicia.

Carrasquilla habló con este diario y explicó, entre otras cosas, por qué está ocurriendo la situación actual con la Ley.

 

¿Qué ha pasado con el sometimiento de integrantes de bandas criminales?

“En primer término ellos tienen que acudir al Gobierno Nacional, pero la Fiscalía no ha recibido del mismo Gobierno informaciones que nos indiquen que ellos tienen la voluntad de sujetarse a esta ley”.

 

¿Eso quiere decir que hasta el momento no hay ninguna persona beneficiada por esta ley?

“No tenemos conocimiento de ninguno”.

 

Ellos tienen hasta enero para someterse, ¿sabe la Fiscalía por qué se puso ese plazo?

“Fue una decisión que toma el Gobierno de ponerle un límite a la posibilidad que estos grupos se pudiesen presentar o indicar su voluntad de sujeción, pero desconozco realmente cuál es la filosofía por la cual el Gobierno tomó esa determinación”.

 

¿Por qué cree que hasta el momento esta Ley no resulta atractiva para integrantes de bandas criminales?

“Creo yo que tiene que ver con lo drástica que es la ley. No permite que se den excesos o beneficios más allá de lo jurídico que trae la misma norma. Es decir, si alguien quiere sujetarse al proceso, pues tendría que denunciar sus bienes, hacer un sometimiento colectivo con todos sus componentes, entregar sus fuentes de financiación. Quizás esto ha impedido que busquen un sometimiento, pues entre otras cosas, perderían su capacidad económica”.

 

¿Ustedes están esperando solo a integrantes del “Clan del Golfo”?

“Es que la norma está dirigida a los Grupos Armados Organizados, osea Clan del Golfo, Pelusos (Epl) y Puntilleros. Pero también esta Ley está dirigida a los Grupos de Delincuencia Organizada, en el país tenemos las 10 Organizaciones Delincuenciales Integradas al Narcotráfico (Odín) ubicadas en Medellín; las oficinas de cobro de Cali como Lobo, Fresa, la de Dimax y el grupo de la Oficina de la 38 que está en Bogotá, entre otros que delinquen en diferentes ciudades”.

 

¿Acá no caben los residuales o disidencias?

“No, esos grupos no entran en estos beneficios, pero si entran en la ley para la aplicación de las normas”.

 

¿Cómo se puede explicar eso?

“Con esta Ley la Fiscalía también adquirió nuevas herramientas para poder combatir estos grupos y a los residuales, que no pueden aplicar al sometimiento, y pueden ser perseguidos con las nuevas habilidades que la ley nos otorgó”.

 

¿Y cuáles son algunas de esas habilidades?

“Una de ellas, y para mí la más importante, es que se amplió el término para la recolección de información, es de un año y antes era de seis meses. También se ampliaron los términos para poder solicitar las interpretaciones de comunicaciones, porque antes era de tres meses y ahora podemos seis. También está la búsqueda selectiva de bases de datos y la actividad de agente encubierto que también nos permite que los mismos integrantes de la organización delincuencial sean agentes infiltrados dentro de la organización, entre otras nuevas herramientas”.

 

El Colombiano