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 ¿Quiénes ganan y quiénes pierden con la Ley de Financiamiento Fiscal?

“Hay unas discusiones que son importantísimas, que se han dado en torno al IVA, pero creo que hay que dejar que estas discusiones en el Congreso tomen su curso, tomen su camino´, dijo en Santa Marta el presidente Iván Duque.

Por
Cristian Ruiz

Desde que se conocieron los detalles de la Ley de Financiamiento, que fue radicada esta semana por el Gobierno de Iván Duque ante el Congreso, un fuerte debate político, económico y ciudadano se ha generado sobre a quiénes afecta y a quiénes beneficia esta reforma, con la que se espera cubrir el déficit de 14 billones de pesos que tiene el Presupuesto General de la Nación para el próximo año.

En medio del paquete tributario, lo que más polémica ha generado es la extensión y unificación del Impuesto de Valor Agregado (IVA) al 80 % de la canasta familiar, con una reducción progresiva al 18 % en 2019 y al 17 % en 2021. En ese sentido, productos de consumo diario como la leche, los huevos, el queso, las carnes, los cereales, las frutas y las verduras serían gravados con IVA del 18 % a partir del próximo año y seguirían excluidos los servicios de educación y salud, el transporte, los servicios públicos, los medicamentos y productos de bienestar, la construcción de obras civiles y edificaciones, los arrendamientos, entre otros. Esta medida, según cifras reveladas por el Gobierno, permitiría recaudar 11,3 billones de pesos en 2019 y 12 billones en 2020.

“Hay unas discusiones que son importantísimas, que se han dado en torno al IVA, pero creo que hay que dejar que estas discusiones en el Congreso tomen su curso, tomen su camino. Pero lo que no podemos seguir propiciando es impuestos que generan inequidad porque las personas de mayores ingresos son las que más se benefician de los excluidos y los exentos del IVA”, indicó Duque.

Precisamente, para enfrentar el impacto que tendrá la norma en las clases de menores ingresos, el proyecto radicado por el Gobierno contempla la devolución del pago del IVA a las familias que ganan cada mes entre 214.582 pesos y 789.215 pesos, a través de un sistema apalancado en el Sisbén en donde se realizará una consignación de 51.300 pesos mensuales a estas personas.

Pero a pesar de la compensación planteada por el Ejecutivo, son varios los sectores que insisten en que los primeros perdedores de esta medida serán las clases de ingresos medios y bajos, además de verse afectado el consumo e incluso el empleo.

La Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC) fue uno de los primeros sectores en pronunciarse rechazando la medida. El gremio argumenta que extender el IVA como lo propone el Gobierno llevaría a que los hogares adquieran menos productos y se afecte a los productores de alimentos en el país.

“Es un camino que afectará directamente y sensiblemente a los bolsillos de los consumidores de menores ingresos de nuestro país. Nuestra junta directiva hace un llamado al Gobierno Nacional y al Congreso de la República para que analicen con mayor detenimiento las implicaciones de esta iniciativa, así como el impacto que tendría dejar por fuera de la devolución del IVA a los hogares que tienen serias restricciones en su ingreso y que dedican gran parte del mismo a financiar el consumo de los alimentos”, indicó Jorge Enrique Bedoya, presidente de la SAC.

El docente del Colegio de Estudios Superiores de Administración (Cesa) José Roberto Acosta también indicó que la más afectada con el proyecto del Gobierno será la clase media, que tendrá que asumir un pago de impuestos que nunca se había visto en el país con las pasadas reformas tributarias y que además no tendrá la posibilidad de recibir una compensación por su pago de IVA.

 “El recaudo neto de la reforma, si llegara a pasar, sería un total de 14 billones de pesos y esto no solo es atrevido sino que está desconectado de la realidad, porque lo máximo que han recaudado las últimas reformas son 7 billones de pesos. Esto es una reforma improvisada y abusiva porque no ha habido alguien que le saque de los bolsillos a los colombianos estos recursos, principalmente a la clase media, que pagaremos 8,7 billones de pesos”, explicó Acosta.

En medio de este complejo escenario para el consumo, según los expertos, habría otro perdedor con la iniciativa: la inflación del próximo año, que tendría un incremento por varios factores. Así lo explicó el experto en temas tributarios y presidente de la firma Tributar, Carlos Lizcano, quien aseguró que en la actual coyuntura económica se presentan al menos tres circunstancias que dispararían el indicador.

“La primera consiste en que, como lo pronostica el Ideam, existe un 90 % de probabilidad de que inicie un fenómeno de El Niño. La última vez que se presentó en Colombia (2015), la inflación se elevó al 6.77 %. El segundo es la Tasa Representativa del Mercado (TRM), pues esta se encuentra en niveles superiores a los 3.200 pesos y es evidente que esta situación afecta la inflación, pues muchos de los productos de la canasta familiar y materias primas son importados. En tercer lugar, está la propuesta de gravar los alimentos básicos con el IVA, ya que al eliminar la exclusión que los cobijaba nos conlleva a un aumento inflacionario”, explicó Lizcano.

Con esta postura coincidió Erick Behar Villegas, decano de economía de la Universidad Central, quien aseguró que uno de los aspectos preocupantes con el tema de la inflación es que se va a generar una presión al Banco de la República frente a las tasas de interés, por lo que el Emisor sería uno de los perdedores al tener que asumir decisiones complejas en materia económica.

“El Banco de la República en un momento va tener que verse abocado a subir las tasas de interés y en el momento que lo haga va a haber un freno sobre la inversión. Esto es un problema bastante grave porque para reanimar la economía uno de los instrumentos que tiene el Emisor es bajar la tasa de intervención, pero ante un fenómeno inflacionario, como el que podemos tener, no lo podrá hacer y van a tener un presión espantosa y tendría que tomar decisiones más complejas”, indicó Behar.

En materia de empleo, organizaciones sindicales como la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) y la Central General de Trabajadores (CGT) también se pronunciaron rechazando la propuesta del Gobierno, asegurando que además de impactar el bolsillo de la clase media y baja, se va a generar un impacto en materia laboral.

 “Esta reforma tributaria, la número 14 en 30 años, se propone recoger 19 billones el próximo año y es presentada por el Gobierno Nacional como una fórmula para reactivar la economía y generar empleo, el mismo argumento utilizado en las anteriores reformas tributarias, sin que, en estos ya largos 30 años, haya evidencia real ni de lo uno ni de lo otro. Por el contrario, la economía real sigue sin despegar, dependiendo siempre de los oscilantes precios de materias primas como el petróleo y con una tasa de desempleo de alrededor del 10%, la más alta de América Latina”, manifestó la CUT.

El director ejecutivo de la Asociación Colombiana de Medios de Información (AMI), Werner Zitzmann,  dijo que el proyecto de ley de financiamiento “se despacha lanza en ristre contra la lectura, la educación, la prensa y los medios de información, justamente cuando todos ellos, como un fenómeno global e indiscutible, atraviesan los mayores retos que jamás han tenido para su sostenibilidad”.

Para el director, la propuesta del Gobierno es un contrasentido frente a la ‘economía naranja’, porque el articulado termina afectando uno de los sectores económicos que son fundamentales para el desarrollo del país y la democracia.

“Lo que está en juego no son unos negocios, sino valores fundamentales para la construcción de una sociedad educada, culta y democrática con plenas garantías, entre ellas el derecho a la información y la libertad de prensa”, indicó Zitzmann.

Otro de los que se pronunció fue el empresario de eventos y espectáculos Ricardo Leyva, quien cuestionó la reforma porque el presidente Duque no estaría cumpliendo su promesa de campaña en cuanto a los beneficios tributarios para el sector.

“El presidente Duque nos promete unas cosas y después nos cambia las reglas de juego. Qué van a gravar, nosotros pagamos el 10 % en Mincultura, 10 % en Sayco, un 8 % de los valores del contrato, y ahora tendremos que sumarle el 18 % del IVA. No han visto cuánta gente van a dejar sin trabajo y cuántos no volverán a asistir a los eventos porque no podrán pagar el valor de la boleta”, indicó.

Incluso, Leyva aseguró que se debe pensar en los pequeños y medianos empresarios porque se va a acabar el negocio del entretenimiento en el país. “El presidente Duque se reunió con los empresarios y nos prometió que iba a apoyar la economía naranja y que iba a ser el presidente de la cultura. Ahora nos quiere gravar con el 18 % del IVA y en esto hay que tener palabra”.

En cuanto a quiénes ganan con la reforma del Gobierno, los analistas aseguran que indudablemente en esa lista están los empresarios del país. En ese sentido, desde su campaña presidencial, Duque venía anunciando la necesidad de disminuir la carga tributaria de las empresas con el fin de mejorar la competitividad, incrementar el aparato productivo, estimular la inversión y generar más empleo en el país.

Para eso, el Gobierno plantea reducir gradualmente el impuesto de renta de las personas jurídicas del 32 % en 2020 a un 30 % en 2022, además de realizar el descuento del 100 % del IVA por la adquisición de bienes de capital y una disminución gradual del 3 % al 0 % de la renta presuntiva, en otras medidas.

“Lo que busca es que este país genere más empleo formal y que la inversión se traduzca en más puestos de trabajo. ¿Quiénes son los que formalizan? Las empresas, las micro, las pequeñas, las medianas y las grandes y en Colombia en los últimos años hemos dejado crecer la tasa efectiva de tributación a los que generan empleo. Por eso esta ley de financiamiento busca reducir la carga tributaria a estas empresas y tener un sistema tributario más simple y más flexible”, explicó el presidente Duque.

Sobre este tema, el decano de Economía de la Universidad Externado, Julián Arévalo, aseguró que indudablemente los ganadores con esta propuesta son las empresas, porque “ven que se les cumple la promesa que les hicieron en la campaña con una reducción al impuesto de renta del 33 % al 30 %, y por esto sería los principales beneficiarios de esta reforma”.

No obstante, Arévalo consideró que el Gobierno y los ciudadanos también se podrían ver como ganadores con la iniciativa al conseguir los recursos faltantes para los programas sociales, de no ser por el impacto que se advierte tendría en las clases medias y bajas.

“La necesidad de los recursos faltantes no es del Gobierno sino del país que no cuenta con los recursos para financiar muchos programas sociales, pero si el Gobierno logra sacar una reforma tributaria en principio podríamos decir que favorece a todos los colombianos. Lo que pasa es que cuando vemos detalladamente quiénes ganan y pierden lo que nos encontramos es que va en contra de la clase media y con dudas con los estratos bajos”, explicó el académico.

El presidente de la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (Andi), Bruce Mac Master, indicó que el debate de la reforma no solo se debe concentrar sobre el tema del IVA, ya que con la ley de financiamiento también se busca financiar el gasto social, además de tener otros aspectos que son positivos para la economía del país y la generación de empleo.

“El tema de que tengamos condiciones en el campo o en el agro para hacer inversiones durante los próximos 10 años con una excepción de impuestos y sin pagar prácticamente impuesto de renta es muy importante, porque no se trata de automatizar ni reemplazar a las personas sino de generar condiciones de trabajo que nos permita formalizar y darles a las familias cobertura de seguridad social”, explicó Mac Master, quien también resaltó los beneficios para los sectores de la economía naranja.

José Roberto Acosta, por su parte, explicó que el sector empresarial será uno de los beneficiados con la ley de financiamiento pero a costa de la clase media, que tendrá que asumir los beneficios a los sectores empresariales a través del pago del IVA, entre otros.

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