Las cinco lecciones aprendidas

Hay una desigualdad en la atención de seguridad ciudadana. Mientras la Policía es 24/7, las demás instituciones trabajan en horarios de oficina.  Este desbalance con lleva a que se desatienda, de tanto en tanto, la atención de situaciones complejas. 

Por:
PRISCILA ZÚÑIGA JIMÉNEZ

Tras casi 3 años al frente de los temas de seguridad en la ciudad, primero como Consejera de Convivencia y Seguridad y luego estrenando la cartera de secretaria de seguridad, son muchas las enseñanzas que quedan de este papel. Realice mi evaluación y reflexión tras el paso en tan importante encargo, he tratado de resumir y luego de eso escogí las cinco lecciones más relevantes y las comparto con ustedes.

Lección #1: Seguridad ciudadana no lo es todo, pero si involucra a todos.

Lo relacionan con cuanto hecho ocurre en la ciudad. Pues al terminar las situaciones por lo general en alteración del orden público o a la convivencia; entonces la causa que no tiene que ver con seguridad la asocian con la consecuencia. Por ejemplo: mala prestación de servicios públicos terminar en protesta social con bloqueo de vías, interrupción de servicios de salud en toma de instalaciones administrativas. Al mismo tiempo, zonas con poca iluminación, las zonas donde hay habitantes en situación de calle son consideradas por “la percepción” peligrosas, sin embargo al revisar estadísticas e información delictual del sector no presenta delitos.  Es decir, que se mantienen aún la idea que un lugar sucio, feo, pobre y desorganizado es inseguro. ¿Quién tiene las competencias, para que un sitio así deje de percibirse como inseguro? Pues el ente territorial con todas sus dependencias, esallí cuando la institucionalidad se debe articular, la empresa de alumbrado público en reparar las luminarias, la empresa de aseo mantener los contenedores aseados, quien tenga a cargo el espacio público ejercer los controles, etc.  La oferta institucional mueve el engranaje para mantener el equilibrio de la seguridad en un territorio. La seguridad ciudadana no es el todo pero para mantener la percepción de seguridad es necesario el involucramiento de todos.

Lección #2: La Policía no es responsable de todo, es el apoyo para todos.

Pretender que la Policía asuma roles de bombero, Inspector de Policía, vigilante privado, comisario de familia, corporación de medio ambiente, entre otros, es una creencia que debe ir cambiando en el imaginario ciudadano. La Policía es el primer respondiente para atender cualquier llamado ciudadano. Lo anterior conlleva a terminar asumiendo roles que están por encima de sus competencias. La mayoría de las veces, no se logra la articulación con la autoridad administrativa competente, en el momento justo que se requiere la acción integral. Lo anterior, hace necesario mejorar la interlocución y la planeación de atención a contingencias. Hay una desigualdad en la atención de seguridad ciudadana. Mientras la Policía es 24/7, las demás instituciones trabajan en horarios de oficina.  Este desbalance con lleva a que se desatienda, de tanto en tanto, la atención de situaciones complejas.  Estas son aplazadas para el día siguiente en horario hábil, pues en horas de la noche y la madrugada no hay funcionarios disponibles para atender los requerimientos de la comunidad. Lo que deja al servicio de Policía a cargo de la situación que puede terminar no siendo exitosa, y les lleva a cargar la culpa y el señalamiento de toda la comunidad por la falta de diligencia o gestión a la necesidad presentada.

Sin embargo, no es responsabilidad de la Policía, pero al ser quien atiende, asume las consecuencias de la desarticulación de la institución que corresponda, ya sea de un tema ambiental, de niñez, habitante de calle, violencia intrafamiliar o migrantes. Sería procedente intentar con una nueva arquitectura institucional en cuanto a los horarios de atención, equipos más versátiles, etc. Lograr mantener equipos interdisciplinarios que atiendan en horarios nocturnos y presten la atención con el debido apoyo policial, cargas repartidas, éxitos compartidos. 

Lección #3: Las comunidades deben hacerse responsables de la seguridad y la convivencia en su entorno. Es la única forma de sentirse seguros.

La comunidad organizada, que cuenta con espacios de diálogo para los temas de seguridad y convivencia se blinda frente a la actuación de un delincuente. Los delincuentes piensan dos veces antes de entrar a barrios que han creado frentes de seguridad, que tienen vigilancia comunitaria de cámaras, que estén organizados con comités barriales para la seguridad y convivencia, pues estos barrios envían el mensaje de mantener una comunicación fluida con sus autoridades. Es hora de tomar acciones y ser dinámicos en la interactuación con la fuerza pública y las autoridades administrativas. En fin, son muchas las acciones que las comunidades pueden emprender para acompañar la gestión de la seguridad y complementar el trabajo policial.

Alguna vez se han hecho la pregunta: ¿Conozco a mi cuadrante? ¿Cuantas veces invitan a las reuniones de acción comunal a los cuadrantes? Aunque sólo sea por hacer el ejercicio de conocerlos y de entablar una relación más cercana, que puedan generar lazos de confianza y mejorar el servicio de policía en sus barrios, con más compromisos por parte del cuadrante o del comandante de estación de turno. El compromiso comunitario de gestionar la seguridad de sus entornos es fundamental para prevención del delito y mejorar la percepción de seguridad.

Lección #4: Nunca son suficientes las cámaras y los policías.

Toda comunidad que es visitada solicita más presencia policial, que se les deje permanente en parques, en vías, que se mantengan en motocicleta para que realicen rondas cada 10 minutos y ¿porque no? Hasta un policía por cuadra. Lo mismo ocurre con las cámaras de seguridad en cada esquina de barrio, parques y plazas quieren ver instaladas cámaras de seguridad monitoreadas por la policía. Sin desconocer que existe un déficit de policías en las ciudades, no es posible contar con el número de policías que para el ideal ciudadano se requiere. Las Naciones Unidas tienen una unidad de medida donde determina la cantidad de policías por tanto número de habitantes y Santa Marta se encuentra por debajo de esa tasa al igual que el resto de las ciudades del país. En cuanto a las cámaras de seguridad que se manejan desde una SIES, no sólo se requiere la inversión del empaquetamiento que se hace para instalar la cámara si no del personal para monitorearlo y a la vez, la capacitación de los mismos para sacar el mayor provecho de la información que ellas producen en sus 24hrs de filmación. Instalar una cámara de seguridad implica que: el punto se tenga focalizado como de alta complejidad para la seguridad de la ciudad como los son la entrada y a la salida de la ciudad, barrios estratégicos como corredores de ilegalidad, entre otros.

Es relevante que el gobierno local solicite valorar ante la Dirección Nacional de la Policía, así como al ministerio de la defensa el aumento del pie de fuerza policial en la ciudad. Esta valoración debe realizarse no teniendo en cuenta la población que señala el Dane que tiene la ciudad, si no tener en cuenta que se habla de un Distrito turístico y que según las estadísticas de temporadas mantiene una población flotante de más de 140 mil visitantes que en temporada alta puede llegar a los 170 mil visitantes/turistas lo que aumenta la población total a proteger y a quien se debe garantizar el goce efectivo de sus derechos. Importante que se haga esta valoración desde lo nacional. Santa Marta debe ser fortalecida en materia de seguridad para seguir recibiendo la inversión nacional y extranjera, y de esta manera, mantener el auge del desarrollo turístico sobre todo en zonas como La Troncal del Caribe, Centro Histórico y Corredor Turístico Sur. La Troncal del Caribe y la Sierra Nevada de Santa Marta deben estar en la agenda política nacional no solo por la seguridad (presencia de actores armados, narcotráfico y otras ilegalidades) sino también por la preservación del medio ambiente y el turismo.

Lección #5: La participación de todas las fuerzas es fundamental para garantizar la estabilidad en la ciudad.

El pensar que la seguridad en las ciudades es competencia exclusiva de la policía, es un concepto a de construir.  Pues en la actualidad, la presencia de todas las fuerzas policía, ejército, armada y migración Colombia (como organismo de inteligencia del estado) es fundamental para garantizar la estabilidad en el territorio. Se requiere la articulación y la actuación conjunta para atender los retos del narcotráfico, la recomposición de actores ilegales en la Troncal del Caribe y la supervivencia de las economías ilegales. Las nuevas realidades de la seguridad obliga la participación de articulada en operaciones para dar con los objetivos de alto impacto. Con esto también se refuerza la presencia institucional y se realizan ejercicios de autoridad en barrios altamente afectados por el microtráfico y bandas de delincuenciales organizadas o no organizadas o donde se presentan descomposición social.

Hoy la grave situación de Venezuela impacta a la ciudad con la presencia de más de 33 mil venezolanos que han fijado en Santa Marta su lugar de residencia. Se requiere la atención de la población venezolana desde una visión integral previniendo que sean instrumentalizados con fines delincuenciales y criminales.

Estas cinco lecciones son para los ciudadanos, las he compartido en un panel con otros secretarios y ex secretarios de seguridad del país, encontrando puntos de encuentro en cuanto a la necesidad de fortalecer el pie de fuerza, en la relevancia de una ciudadanía empoderada, que se hace parte de la respuestas en materia de seguridad en sus comunidades, en el papel que día a día adquiere la tecnología para la prevención y esclarecimiento de delitos  y como dato muy importante la preponderancia que tienen los análisis realizados desde los observatorios de seguridad o del delito según sea la coyuntura para la toma de decisiones.