El Monasterio Concepcionista, casi 50 años de consagración

El próximo domingo 25 de noviembre, la comunidad del Monasterio Inmaculada Concepción realizará un bingo bazar, que le permita recaudar fondos para el sostenimiento del mismo.

En la ciudad se realizarán varias actividades con el apoyo de la comunidad, como preámbulo a la celebración de los 50 años de vida contemplativa de las hermanas pertenecientes al Monasterio Inmaculada Concepción, en el 2020.

 

Una vida dedicada a la oración y a la contemplación es la que tienen las hermanas que hacen parte del Monasterio Inmaculada Concepción, en Santa Marta, y quienes decidieron renunciar a ciertos privilegios de la humanidad, incluyendo a sus familias, para llevar a cabo su misión en favor del mundo entero.

En el año 2020, las religiosas del convento concepcionista cumplirán 50 años de su llegada a Santa Marta, donde han realizado una tarea social y han promulgado la fe, la devoción y esperanza en Dios.

Allí, en la que ha sido su casa durante casi medio siglo, en la carrera 16D No 11-49, las hermanas se dedican a labores manuales y de repostería; con ello, aportan a su mantenimiento y a la conservación del sagrado lugar.

Ellas siempre han recibido el apoyo de personas y familias católicas de la capital del Magdalena y hace cuatro años aproximadamente, un grupo de laicos concepcionistas (consagrados a la Inmaculada Concepción) crearon un comité, con el fin organizar actividades que permitan extender a la comunidad el mensaje de salvación, la devoción a la Inmaculada Concepción; al tiempo que, aportan recursos económicos para el sostenimiento del Monasterio.

Los laicos consagrados han programado una serie de eventos, con el propósito de recaudar fondos y cubrir una parte del costo de las reparaciones que necesita el convento y otras necesidades logísticas que tienen de las religiosas.

De esta forma, se quiere hacer unas actividades como preámbulo a la celebración en el año 2020, de los 50 años de vida contemplativa de las hermanas, en ‘La Perla de América’.

Entre esas actividades, se destaca el bingo bazar programado para el próximo domingo 25 de noviembre y que tendrá lugar en la sede del convento de la Inmaculada Concepción, ubicado en la carrera 16D No 11-49.

A partir de las 8:00 de la mañana, las puertas de este sagrado lugar se abrirán para ofrecer desayunos, almuerzos, postres y bebidas durante el sorteo, que entregará muchas sorpresas y un premio mayor de un millón de pesos.

Entre las necesidades más urgente del centro religioso, están las obras de su impermeabilización, por lo que se espera alcanzar la meta económica de manera rápida y empezar los trabajos de adecuación para que las lluvias no sigan ocasionando estragos.

 

Orígenes

En el mundo, la Orden de la Inmaculada Concepción fue fundada por Santa Beatriz de Silva, de quien se dice nació en Ceuta o Campo Maior (en Portugal) en 1424. Cuando era joven vivió en la corte castellana como dama de honor de la reina Isabel de Portugal.

La Virgen se le aparece en una revelación y le pide que funde una orden en honor de su Inmaculada Concepción, hacia 1454, Beatriz huyó de la corte y se refugió en el Monasterio de Santo Domingo el Real de Toledo. Vivió 30 años en el ambiente religioso, pero sin ser monja. Isabel la Católica, hija de la reina Isabel de Portugal ayudó a la fundación de la nueva orden, y donó los palacios de la Galiana en Toledo, facilitando también las gestiones con Roma.

El 1484 se trasladó, con doce religiosas más al Palacio de la Galiana, en Toledo, este edificio fue cedido por Isabel I de Castilla. La fundadora quería que la orden tuviera un hábito propio y con la ayuda de Isabel I de Castilla obtuvo la aprobación de las constituciones, en las minutas se lee que ella le dice al Papa que le coloque la regla que el crea que convenga y el 30 de abril de 1489 con la bula Inter Universa, el Papa Inocencio VIII aprueba la fundación de la orden de la Inmaculada Concepción.

Las hermanas estaban obligadas a recitar diariamente el oficio de la Inmaculada y se ponían bajo la jurisdicción de la Diócesis.