Cancelar semestre, posibilidad que se abre paso en las universidades

Los estudiantes, que insisten en mantener sus exigencias, piden al Gobierno garantías para la movilización

 

Cancelar el semestre académico supone, de entrada, retrocesos en los procesos académicos, investigativos y científicos de las universidades públicas del país.

Desde ayer se habla de este tema. La alternativa, para las universidades públicas del país que se encuentran en paro desde hace cinco semanas, es una instancia que deberá decidirse a la vuelta de la esquina, teniendo en cuenta que cada periodo académico es de 16 semanas, pero ya va el 31,25 % del semestre sin clase.

La inquietud la planteó la rectora de la Universidad Nacional, Dolly Montoya, al destacar que no se lograría recuperar el tiempo de cese, lo que, por razones naturales, obligaría a cancelar el semestre: “Nosotros somos un centro de diálogo, no de confrontación. Por eso pedimos una conversación constructiva”.

Montoya les pidió a los estudiantes que regresen a los salones de clase desde el martes y, si eso no sucede, el mismo día analizarán si se toma la decisión de cancelar, lo que supone la pérdida de un semestre académico, conociendo todo lo que ello implica en materia económica, de pérdida de continuidad educativa y el desarrollo social alrededor de lo que representa la vida universitaria.

Silvia Mantilla, profesora del departamento de Ciencia Política de la Nacional en Bogotá y vocera de la Mesa Amplia Nacional de Profesores, cuestionó la “presión” que se le está ejerciendo en el movimiento estudiantil con este tipo de mensajes.

“Primero se deben abordar otras alternativas, como estudiar en diciembre y terminar el semestre en enero”, lo cual ha sido una solución en otros paros y no ha “generado efectos negativos”, según la profesora Mantilla.

 

Un contrasentido

Para el analista político Miguel Silva cancelar el semestre sería un “despilfarro”, teniendo en cuenta que el principal reclamo de la comunidad universitaria es el déficit presupuestal que arrastra la educación superior, estimada en $18 billones, según el Sistema universitario Estatal (SUE).

“La cancelación agravaría la situación financiera de la universidad, de los estudiantes y sus familias, que hacen un esfuerzo económico enorme cada semestre, ya que tendrían que repetir”, dijo Silva.

Al respecto, Santiago Fonseca, representante estudiantil al Consejo Académico de la Nacional, agregó que “lo único que pedimos es que nos den garantías para que podamos protestar pacíficamente, porque lo que exigimos es una necesidad evidente, pero el presidente Iván Duque no ha abierto la posibilidad de un diálogo con el movimiento estudiantil, como se lo planteamos al no ver el interés de los delegados de su Gobierno que llegaron a la mesa”, expresó.

Por otra parte, para la representante de los docentes y para el analista Silva, cancelar supondría “un antecedente” nefasto, pues desde los 80 no se cancela un semestre en la Nacional y esto representaría una “radicalización en las posiciones”, lo que dificultaría la meta de lograr acuerdos.

 

Abiertos al diálogo

Asimismo, Jairo Torres, presidente del SUE, expresó su preocupación por esta posibilidad, teniendo en cuenta que, por ejemplo, en la Nacional, cada día de cese representa $2.000 millones de pérdida.

“Súmele eso a todas las universidades, entonces, cancelar el semestre, sugiere pérdidas millonarias para el sistema educativo”. Además, expresó que buscarán alternativas que permitan mantener el diálogo como la “única opción para lograr acuerdos en beneficio de la educación”.

Pese a la voluntad de diálogo, el presidente no ha resuelto sentarse en la mesa, como lo piden los estudiantes y profesores, aunque ha dejado claro que es “una prioridad”.

 

El Colombiano