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A los ministros de Duque también les llegó la hora del balance

En los últimos días, en el Congreso de la República se ha repetido una frase con mucha insistencia: “es más fácil hacer la oposición, que estar gobernando”. La misma se le ha escuchado a amigos y detractores del presidente Iván Duque Márquez, y la han dicho porque llegó la hora de los primeros balances a la actual administración.

Duque, quien estuvo en la oposición en los ocho años anteriores, desde antes de ser elegido en junio pasado le anunció al país cómo sería su equipo de gobierno. Un gabinete paritario, mitad hombres y mitad mujeres, muchos jóvenes y acompañados por la experiencia de algunos veteranos.

Y así lo hizo, al punto que hubo muchas sorpresas por la expectativa que generaron los nombres de ministros que llegaban del sector privado o académico y muy poco o casi nada de estar relacionados con los partidos políticos, al punto que identificarlos con alguna colectividad fue difícil.

A los cien días de gobierno ese selecto grupo ya se empezó a dividir entre los ministros buenos, los regulares y los que poco han brillado por lo hecho hasta el momento.

Una de las voces políticas del momento, el presidente de la Cámara de Representantes, Alejandro Carlos Chacón, es de los que considera que al gabinete le ha faltado mucho y más en su relacionamiento con el Congreso, en donde se están tramitando las normas fundamentales para que arranque la administración Duque y deje atrás la herencia de su antecesor Juan Manuel Santos.

“Hay una pésima relación indudablemente con el Congreso, una muy mala percepción ciudadana. Estamos andando legislativamente más por la opinión pública que por la coherencia de los proyectos que  debiéramos llevar. Yo pensaría que hay que hacer mucha más organización, un mayor diálogo frente a los partidos y los temas trascendentales que debemos acompañar”, indicó el presidente de la Cámara, quien duda sobre la continuidad de la titular de la cartera de Justicia, Gloria María Borrero, eso por su mala conducción en el trámite de la reforma a la justicia.

Desde la Misión de Observación Electoral (MOE), su directora, Alejandra Barrios, es en parte coincidente con la visión del dirigente político Chacón. Según Barrios, a los ministros les “falta mucha más claridad de cuáles son los objetivos. No tenemos claros cuáles son los objetivos estratégicos que se tienen por ejemplo del Ministerio del Interior. Hay un trancón legislativo que puede terminar llevando a un fracaso de la legislatura por falta de iniciativa”.

La directora de la MOE hace referencia, entre otras, a que las reformas política y de justicia apenas están llegando a la Cámara de Representantes, en donde deberán ser aprobadas antes del 16 de diciembre, en medio de que ambos textos tienen muchos cuestionamientos. De la misma forma, el taco legislativo está en el trámite del paquete de las normas anticorrupción.

“No podemos hacer un balance positivo en la medida en que no se ha logrado concertar ideas fuertes frente a la reforma política. No estamos viendo que se esté avanzando por el camino correcto y en la reforma más bien están terminando de solucionar problemas de los mismos congresistas y de los partidos y no los problemas reales que tenemos de la transparencia. La forma en la que se ha adelantado la reforma política no ha permitido que las fuerzas se anclen, sino que hay una dispersión”, sostiene Barrios.

El profesor de la Universidad Nacional y analista Alejo Vargas está en el mismo horizonte de calificación al gabinete de Iván Duque. “Los ministros han tendido un desempeño regular, con pocas excepciones. Yo diría que los dos ministros que han tenido mejor desempeño han sido el Canciller, que ha tenido una visibilidad muy grande y una mayor claridad en la política del Gobierno en el exterior, y con todas las dificultades; la ministra de Educación,  porque a pesar de que es la que ha tenido la mayor conflictividad, me parece que ha tratado de dar la cara, poner el pecho a los conflictos complejos que ha tenido.  La ministra del Trabajo, que no ha tenido un destaque mayor, puede terminar teniendo  un buen resultado por las relaciones que tiene con los empresarios”, estimó Vargas.

Otra de las ministras clave es Nancy Patricia Gutiérrez, quien desde el MinInterior es la que más ha tenido que figurar no solo en el Congreso, sino también con los partidos y la sociedad civil. La agenda legislativa, los proyectos de la consulta anticorrupción y los asesinatos de los líderes sociales, algunas de las ‘papas calientes’ que ha tenido que sortear.

Para el profesor Alejo Vargas, “la ministra del Interior ha hecho bien la tarea a pesar de que  tiene una misión muy compleja, porque la tradición del Congreso colombiano era aprobar los proyectos previa negociación política con el Ejecutivo, lo que comúnmente llamaban la mermelada. Y en eso hay que decir que no se ha dado mucho, lo que dificulta el avance de estos proyectos  porque claramente ahí entran a primar otra serie de  intereses, pero a pesar de ello, la ministra ha hecho una tarea aceptable”.

POLÉMICO DESDE ANTES

Sin duda alguna, al ministro que más regular le ha ido en estos cien días de gobierno es al de Hacienda, Alberto Carrasquilla, a quien desde antes de asumir el 7 de agosto ya era blanco de críticas. Carrasquilla ha tenido que enfrentar escándalos como el de los bonos del agua, de los que se habría favorecido, sortear una moción de censura de la que salió victorioso y presentar la compleja ley de financiamiento o reforma tributaria.

Para el analista Andrés Fandiño, Carrasquilla “le ha hecho un daño grande a la imagen del Gobierno por la problemática de los bonos Carrasquilla, sumado  a que el ministro ha tenido que defenderse solo porque ni el mismo presidente lo ha podido defender o no lo ha querido defender como debe hacerlo. Eso terminó golpeando al Gobierno, sumado a la medida impopular de ponerle IVA a  la canasta familiar y los libros”.

Incluso Fandiño sostiene que “no se entiende cómo el Gobierno y  su ministro de Hacienda presentan la ley de financiamiento y termina el mismo partido de Gobierno (Centro Democrático) saliendo a rechazarla. No se sabe cómo descifrar este tema o si realmente no hay un liderazgo por parte del presidente alrededor  de su bancada”.

Tampoco ha tenido buenos momentos en su gestión la ministra de Justicia, Gloria María Borrero, quien llegó precedida al cargo de una amplia experiencia en el sector, pero su manejo frente a muchos temas, en especial la reforma constitucional de justicia, es su dolor de cabeza.

Alejo Vargas sostiene que “ahí el resultado no ha sido muy positivo. Ese proyecto de reforma a la justicia tiene muy poco futuro y me parece que  en ese sentido la ministra tampoco ha logrado trasmitir un mensaje importante al país de una reforma que realmente haga que la justicia sea más asequible para los colombianos, que sea más eficaz”.

Por su parte, Andrés Fandiño considera que “ha tenido unas salidas fuera de contexto. La reforma  a la justicia que empezó unificando las cortes, restringiendo la tutela y ampliando los periodos para aspirar  a las magistraturas de altas cortes, terminaron siendo eliminados. Una reforma que no tiene peso, es mejor que le den sepultura porque no tiene sentido y hay un liderazgo de la ministra completamente escaso”.

Incluso Borrero es la única ministra que se ha atrevido a decir que rueda su cabeza, en caso que la reforma a la justicia se hunda. Aunque no se puede hacer una comparación equivalente, Alberto Carrasquilla en ningún momento de la dura polémica que enfrentó habló de renunciar, mientras que Borrero ya lo hizo aunque la reforma aún está en su trámite y no se sabe cómo terminará en diciembre.

El empresario Guillermo Botero, quien está enfrente del Ministerio de la Defensa, al parecer logró calmar las aguas luego de que era el foco de críticas por su postura en temas de orden público, el derecho constitucional a la protesta, las movilizaciones y el uso del glifosato para la fumigación de los cultivos ilícitos.

“Creo que tiene una visibilidad importante por los temas de orden público. El ministro de Defensa en las primeras semanas hizo unas declaraciones que no fueron afortunadas, creo que esos  temas sobre la protesta social, definitivamente no favorecieron al Gobierno. Después me parece que ha sido un poco más prudente y digamos que ha sido un ministro que ha logrado pasar sin mayor cuestionamiento, aunque tampoco ha tenido un destaque importante”, sostuvo Alejo Vargas frente a la gestión de Botero. 

BOGOTÁ (Colprensa).

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