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Harold Rivera y Gonzalo Martínez vivieron el partido al máximo porque querían sellar la clasificación a la final y estar cerca de la A./MONTINER ALVIS
Con la llegada de los entrenadores Harold Rivera y Gonzalo Martínez, el equipo tuvo cambio de identidad que hoy lo tienen a un paso de la A.
Unión Magdalena está a un paso de lograr el ascenso a la máxima categoría del fútbol colombiano, después de asegurar su cupo a la final del Torneo de Ascenso gracias a la victoria sobre el Deportes Quindío.
Fueron muchos los momentos complicados los que paso el equipo bananero en los últimos años, teniendo en cuenta que en las pasadas tres ediciones no se clasificó a los cuadrangulares, pero la situación cambió con la llegada de los entrenadores Harold Rivera y Gonzalo Martínez, quienes fueron llamados por el presidente Luis Eduardo Méndez el año anterior para ‘apagar el fuego’ de las últimas campañas.
Desde su llegada este par de técnicos comenzaron un proceso de manera silenciosa con el objetivo de darle otra mentalidad al plantel, en la temporada 2017 recibieron a un equipo eliminado y en la presente campaña utilizaron esas experiencias para darle otra identidad de juego. Exigieron mejores jugadores y potenciaron a los chicos de la cantera que trabajan al máximo para tener un cupo en el plantel profesional, esa combinación sirvió para tener un equipo sólido y con ‘hambre’ de gloria.
Desde el 25 de febrero en el primer partido del Unión en Santa Marta después de casi seis años partió el rumbo del ‘barco bananero’, al principio no les fue muy bien, pero al pasar de la temporada encontró el equipo base y la campaña se ‘cristalizó’. Se notó un equipo entregado, con talento, amor por la camiseta y las ganas de ascender. Todo eso inculcado por Rivera y Martínez, que no prometieron ascenso cuando fueron contratados, pero si “duro trabajo para lograrlo y así veremos el resultado. Todos tenemos un propósito y vengo para darlo todo, por eso la idea es armar un grupo que lo de todo”, fueron las palabas de Rivera al recibir el cargo.
Año y tres meses después los entrenadores tienen al equipo en la final del Torneo de Ascenso y con un pie en la A, solo falta que Cúcuta haga lo suyo el miércoles o que los magdalenenses ganen la final para no depender de nadie.