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En el busca socio local para participar por Electricaribe

Vale la pena destacar que, si Enel continúa en el proceso de adquirir la operación de Electricaribe, será necesario que se modifiquen los topes regulatorios de integración vertical, ya que, con Codensa, el grupo italiano tiene 23% del mercado y si adquiere Electricaribe tendría 47%, superando el límite de 25% de participación.

Con la comercializadora y distribuidora de la costa Caribe, el grupo superaría el tope regulatorio de participación en el mercado.

 

Si bien hasta la fecha la única empresa que habría manifestado su interés en ser inversionista-operador de Electricaribe es la italiana Enel, su presidente ejecutivo, Francesco Starace, le dijo a El Tiempo que no emprenderían este proyecto solos, sino que buscarían un aliado colombiano experto en distribución.

“Nadie puede tomar este problema y solucionarlo solo, estoy convencido de esto. Es algo que se puede intentar en el sistema colombiano si estamos dos muy bien enfocados, pero a través de una compañía que solo se encargue de eso, y se enfoque en eso. Así podemos intentarlo”, mencionó.

Vale la pena destacar que, si Enel continúa en el proceso de adquirir la operación de Electricaribe, será necesario que se modifiquen los topes regulatorios de integración vertical, ya que, con Codensa, el grupo italiano tiene 23% del mercado y si adquiere Electricaribe tendría 47%, superando el límite de 25% de participación.

Al respecto, Starace dijo que la prioridad del grupo es encontrar un aliado local para posteriormente definir la participación de cada uno y si se repartirían la distribución y comercialización.

LA INTERVENCIÓN

Si bien con la intervención de la distribuidora de energía Electricaribe el Gobierno ha logrado evitar un corte masivo en prestación del servicio de electricidad en los siete departamentos de la costa Atlántica en los últimos dos años, pero el cual sigue teniendo serias fallas en su calidad, dos años después de la medida administrativa todavía no asoma ni un brillo de la luz al final del túnel para este complejo problema, que no solo tiene tintes económicos sino políticos.

El último capítulo de la solución a la situación de esta empresa fue la decisión del Gobierno de aplazar hasta fin de mes el proceso de precalificación de interesados, para el cual el único posible postulante fue el italiano Grupo Enel, con el fin de estudiar las implicaciones que tendría para el mercado eléctrico la evidente necesidad de modificar los límites de participación en el mercado de comercialización, que están en el 25 por ciento y que de hacer oferta formal este grupo llegaría a tener más del 43 por ciento.

Según José Camilo Manzur, presidente de la Asociación Colombiana de Distribuidores de Energía (Asocodis), lo que el país y quienes están a cargo deberían preguntarse es por qué, para un mercado que representa entre el 20 y el 25 por ciento de la demanda de energía del país, apenas hubo un inversionista interesado en hacer una oferta formal en febrero.

Mientras la Superintendencia de Servicios Públicos y el Ministerio de Minas y Energía manejan con hermetismo los indicadores recientes de la empresa en cuanto a recaudo, pérdidas y calidad del servicio, el primer semestre dejó ver las brechas que le toca cerrar a la empresa, bien sea en manos estatales o en manos privadas.

Comenzando por el nivel de recaudo, el balance más reciente, correspondiente al recaudo promedio de la facturación, se mantiene en niveles del 84 por ciento, es decir, por cada 100 pesos que la empresa factura le quedan por recoger cada mes 16 pesos.

Y si bien el número de horas acumuladas de la duración de los cortes del servicio estuvo en 40 horas acumuladas a junio, por debajo de las 43 registradas hace un año para el mismo corte, estos niveles son producto de las demoras en la inversión, toda vez que la empresa lleva todo el año esperando que se protocolice, en la Comisión Interparlamentaria de Crédito Público, un aval por 826.00 millones de pesos correspondientes al segundo y tercer documento Conpes para que la empresa pueda invertir en mejorar sus redes.

En cuanto al número de cortes, entre enero y junio fueron 47,9 veces, inferior a las 52 veces del mismo período del 2017, pero superior a las 43 veces observadas en el 2016.

Y en cuanto a su flujo de caja, si bien solo se conocen los datos del 2017, la empresa sigue teniendo apenas los recursos de cada mes para pagar la energía a los generadores en el cuarto trimestre, ya que no habría subsidios para dicho período, claves para su operación.

Desde comienzos de octubre, en una comunicación conjunta, Asocodis, los gremios de los generadores (Acolgén y Andeg) y el de las empresas de servicios públicos (Andesco), le manifestaron a la ministra de Minas y Energía, María Fernanda Suárez, su desacuerdo con un proyecto de ley que busca subir los topes a la comercialización.

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