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Matteo Salvini, ministro del Interior de Italia fue el impulsor de la ley antiinmigración.
Tener una ley antiinmigración. Esa era la meta del ministro del Interior italiano, Matteo Salvini, quien desde su llegada al poder en junio de este año anunció mano dura contra los migrantes, una apuesta que ha generado críticas y a la vez el apoyo del sector conservador y derechista del país.
Su meta se hizo realidad después de que la Cámara de los Diputados aprobara su propuesta de ley que introduce restricciones para los solicitantes de asilo y amplía las posibilidades de revocar su protección, además de introducir medidas contra la mafia y para la seguridad.
🔴Dopo il #DecretoSalvini arriverà in Parlamento la nuova legge sulla Legittima Difesa.
Io sto con chi difende se stesso e la sua famiglia.
La mia solidarietà al commerciante toscano, derubato 38 volte in pochi mesi: CONTI SU DI NOI.https://t.co/rQSvcfknok— Matteo Salvini (@matteosalvinimi) 28 de noviembre de 2018
Pero sus medidas contra la migración no terminan ahí. El gobierno también anunció que no firmará por el momento el Pacto Mundial para la Migración que será adoptado el mes próximo en Marruecos.
“El Pacto Mundial para la Migración es un documento que trata temas que afectan a los ciudadanos. Consideramos oportuno, por ello, interrogar al Parlamento y tomar las decisiones definitivas según el resultado del debate parlamentario, al igual que ha hecho suiza”, explicó en una nota el primer ministro italiano, Giuseppe Conte.
Conte agregó que Italia no participará en la cumbre que se celebrará los días 10 y 11 de diciembre en la ciudad marroquí y que se adherirá al documento “sólo cuando el Parlamento se haya pronunciado”.
El pacto fue acordado en julio pasado por los todos los Estados miembros de la ONU, con la única excepción de Estados Unidos, que se desmarcó del proceso a finales de 2017.
Desde entonces Suiza, Hungría, Austria, Australia, Bulgaria, Israel, Polonia y la República Checa han anunciado que no ratificaran el acuerdo.
La ONU recordó ayer que el Pacto Mundial para la Migración no obliga a nada a ningún país y sugirió que aquellos que opten por desmarcarse podrían ver debilitada su credibilidad internacional.
Según la representante especial de la ONU para la Migración, Louise Arbour, corresponderá a esos países analizar “dónde les deja como actores internacionales” el haber negociado un acuerdo, extraído ciertas concesiones y luego no respaldarlo.
#Migration is:
• inevitable
• desirable
• necessarythis Easter, let’s not forget those who are caught in crises around the world 🌎 pic.twitter.com/e7fT1FE0D1
— IOM – UN Migration (@UNmigration) 1 de abril de 2018
El Colombiano