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Macron ´acorralado cede ante la presión de los manifestantes

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Acorralado por una crisis que alcanzó su punto más álgido el sábado, con escenas de guerrilla urbana en pleno corazón de París, el ejecutivo hizo algunas concesiones, esperando que éstas basten para calmar la furia de los manifestantes que sacuden el país desde hace cerca de tres semanas.

El gobierno francés de Emmanuel Macron anunció ayer la suspensión de varias medidas fiscales para intentar salir de la crisis provocada por las protestas de los «chalecos amarillos», que han derivado en violentos enfrentamientos, pero las medidas fueron consideras insuficientes por los manifestantes que convocaron nuevas movilizaciones.

Acorralado por una crisis que alcanzó su punto más álgido el sábado, con escenas de guerrilla urbana en pleno corazón de París, el ejecutivo hizo algunas concesiones, esperando que éstas basten para calmar la furia de los manifestantes que sacuden el país desde hace cerca de tres semanas.

Fue el primer ministro, Edouard Philippe, el encargado de anunciar las tres medidas con las que el gobierno espera «restaurar la paz y la serenidad en el país».

El plan, que fue pactado el lunes por la noche durante una reunión de crisis con Macron, incluye la suspensión durante seis meses del alza de un impuesto a los combustibles, la congelación de los precios de la luz y el gas durante el invierno y el abandono de un plan para endurecer las revisiones técnicas de los coches más contaminantes.

Estas medidas engendrarán una pérdida de cerca de 2.000 millones de euros para las arcas públicas, equivalente a 0,1 punto del PIB. Esto sin contar que el movimiento de los «chalecos amarillos» ya han tenido un duro impacto en la economía en apenas unas semanas.

No obstante, el ministro de Finanzas, Bruno Le Maire, dijo que el gobierno «mantendrá su objetivo de reducción de la deuda pública».

El alza del impuesto a los combustibles, que debía entrar en vigor el 1 de enero, fue el detonante de las protestas de los llamados «chalecos amarillos», un movimiento atípico, que nació a mediados de noviembre en las redes sociales, sin líder ni estructura.

«Ningún impuesto merece poner en peligro la unidad de la Nación», argumentó Edouard Philippe, quien llamó al colectivo, que convocó nuevas protestas para el sábado, a manifestar «en calma».

La subida del impuesto a los carburantes no se aplicará «antes de ser discutida entre todas las partes implicadas», precisó Philippe, quien anunció una concertación a nivel nacional entre el 15 de diciembre y el 1 de marzo para «completar» y «mejorar» estas medidas.

PARÍS AFP

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