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Plato celebra la XXIV versión del Festival del Hombre Caimán

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La comunidad plateña se prepara para la XXIV versión del Festival  Folclórico del Hombre Caimán.

El Hombre Caimán es una leyenda que se desarrolla en la población ribereña de villa concepción de la plata, en la Costa Caribe colombiana de Saúl Montenegro, un hombre cuya pasión por espiar a mujeres desnudas lo convirtió  en un ser con cuerpo de caimán y cabeza humana.

 

En honor a esta leyenda cada año en el municipio de Plato se celebra esta fecha tan importante durante los días 13, 14, 15 y 16 de diciembre del presente año, la Alcaldía Municipal se sumó a esta celebración e invita a propios y visitantes a que asistan a cada uno de los eventos realizados en honor a esta leyenda que los identifica.

Por otro lado los organizadores hacen la invitación desde ya  a todas las personas que se quieran disfrazar de hombre caimán y a las mujeres para que vistiendo polleras, acompañen el  recorrido, luego de salir del caño culebra.

“Hacemos la invitación a las mujeres para que ese día se vistan con la pollera colorá, en homenaje al maestro Wilson Choperena, autor de esta canción que le dio la vuelta al mundo. Invito a todas las comparsas, danzas y grupos folclóricos a que nos acompañen durante la  salida del Hombre Caimán”, indicó la Presidente de la Fundación,  Consuelo Camargo Escorcia.

SOBRE LA LEYENDA

Cuentan que hace mucho tiempo existió un pescador muy mujeriego que tenía por afición espiar a las mujeres plateñas que se bañaban en las aguas del río Magdalena. Previendo que podría ser descubierto entre los arbustos, se desplazó a la Alta Guajira para que un brujo le preparara una pócima que lo convirtiera temporalmente en caimán para que no sospecharan las bañistas y poderlas admirar a placer. El brujo le preparó dos pócimas, una roja que lo convertía en caimán, y otra blanca que lo volvía hombre de nuevo.

Montenegro disfrutó por algún tiempo de su ingenio, pero en una ocasión, el amigo que le echaba la pócima blanca no pudo acompañarlo. En su lugar fue otro que, al ver el caimán, se asustó al creer que era verdadero y dejó caer la botella blanca con el líquido que lo convertía en hombre de nuevo. Antes de derramarse completamente, algunas gotas del líquido salpicaron únicamente la cabeza de Saúl, por lo que el resto su cuerpo quedó convertido en caimán. Desde entonces, se convirtió en el terror de las mujeres, quienes no volvieron a bañarse en el río.

La única persona que se atrevió a acercársele después fue su madre. Todas las noches lo visitaba en el río para consolarlo y llevarle su comida favorita: queso, yuca y pan mojado en ron. Tras la muerte de su madre (que murió de la tristeza por no haber podido encontrar al brujo que había elaborado las pócimas porque había muerto), el Hombre Caimán, solo y sin nadie que lo cuidara, decidió dejarse arrastrar hasta el mar por el río hasta Bocas de Ceniza, como se conoce la desembocadura del río Magdalena en el mar Caribe a la altura de Barranquilla. Desde entonces, los pescadores del Bajo Magdalena, desde Plato hasta Bocas de Ceniza, permanecen pendientes para pescarlo en el río o cazarlo en los pantanos de las riberas.

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