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“Con Uribe me puedo entender, con Santos jamás me verán”: Pastrana

Aunque prefiere no hablar de “castrochavismo”, el expresidente sí ve riesgo de caer en el camino de Venezuela. Con su alianza con Álvaro Uribe, busca evitar esa posibilidad. 

 

Para Andrés Pastrana Arango, el presidente que en el cuatrienio 1998-2002 apostó todo su capital político en un proceso de diálogos con las Farc que al final tuvo que dar por terminado sin llegar a acuerdos (“las Farc se asustaron con la posibilidad real de paz”, sostiene), en el país hay polarización en buena medida porque los medios de comunicación la generan. En su concepto, el gran tema del debate electoral del año entrante no va a ser las Farc sino la economía: “El país está en quiebra. La gente lo está sintiendo y lo sufre”.

Pastrana es duro en sus juicios sobre Juan Manuel Santos, las Farc o Ernesto Samper: “Con ninguno de ellos me verán jamás en coaliciones o en pactos. Yo con el narcotráfico jamás puedo tratar”. No menos duro es su diagnóstico sobre el Partido Conservador, “devorado por la corrupción y la mermelada”.

Esta entrevista se hizo horas antes de que falleciera en Bogotá su madre, la ex Primera Dama de la Nación, doña María Cristina Arango de Pastrana.

 

NARCOTRÁFICO Y EE.U.U.

¿Cómo ve el Memorando del presidente Trump y su anuncio de dejar a Colombia en suspenso, por los bajos resultados en cultivos ilícitos y exportación de droga?

“Es muy preocupante. Se enmarca dentro de lo que ha sido la línea de Santos de romper las políticas de Estado. Siempre en Colombia había sido de Estado la política exterior. También la política contra el narcotráfico. Pero Juan Manuel Santos entierra el Plan Colombia, la política más exitosa de Estados Unidos y de Colombia en 15 años, reconocido así por los propios americanos. Acaba el plan exitoso, y opta por el fracasado ‘Paz Colombia’”.

 

¿Qué pasó para haber caído en este retroceso?

“Mi Gobierno aseguró con el Plan Colombia unos recursos por 15.000 millones de dólares, fundamentados en la tesis de la corresponsabilidad en la lucha contra el narcotráfico. Eso luego de haber recibido, en 1998, un país inundado en coca. Ernesto Samper no solo no tenía visa para viajar a Estados Unidos sino que nos dejó 180.000 hectáreas de cultivos de coca. En dos años logramos el objetivo para todo el cuatrienio: las redujimos a la mitad. El presidente Uribe continúa con el Plan Colombia y le entrega a Santos 40.000 hectáreas”.

 

El Gobierno dice que con el Acuerdo con las Farc se van a cumplir los objetivos de reducción de cultivos…

“Las Farc le exigieron a Santos acabar con la fumigación. ¿Y qué vimos? El primer año aumentaron los cultivos de 40 a 90 mil hectáreas. El segundo año, de 90 a 150 mil; y hoy hay entre 200 y 230 mil. Con un agravante: las Farc son, ¡y siguen siendo!, el principal cartel de droga del mundo, quintuplicaron la producción y aumentaron en un 60 % sus ingresos. ¿Qué negocio lícito puede mostrar semejantes cifras?”.

 

¿Entonces las Farc siguen en el narcotráfico?

“Sí. Y se lo dije al presidente Santos cuando el triunfo del No (plebiscito del 2 de octubre de 2016). Las Farc tienen que entregar rutas, delatar sus vínculos con el ‘Chapo’ Guzmán y el cartel de los Soles de Venezuela. Pero en eso siguen. Nada de lo que pedimos se hizo”.

 

¿El Memorando de la Administración Trump puede estar reflejando también inconformidad con los acuerdos con las Farc?

“En lo que tiene que ver con el narcotráfico, sin duda. Tenemos al mejor policía del mundo, el vicepresidente Naranjo, entregándonos un país con 200 o 230 mil hectáreas de coca. ¡Qué tal que no fuera el mejor policía del mundo! Y es que hay una cosa: las Farc no han entregado el negocio. Ahora llaman disidencias a quienes se quedaron con él. Tienen un brazo político, el partido Farc, pero su gran financiador es el narcotráfico”.

 

Unos dicen que Trump es imprevisible, pero otros, que es perfectamente previsible.

“Es previsible. Trump no amenaza. Lo que dice lo cumple, estemos de acuerdo o en desacuerdo”.

 

¿PODRÍA “DESCERTIFICAR” A COLOMBIA?

“Ojalá no lo haga. Pero si el Gobierno colombiano no muestra resultados, esa situación se puede dar. Yo conozco bien al Congreso americano. Los mejores amigos de Colombia han sido los demócratas, empezando por el presidente Clinton. Pero hoy dicen que ya no quieren votar más”.

 

¿Qué hay de la corresponsabilidad de la lucha contra el narcotráfico?

“Lo primero es que Colombia tiene que evitar que la droga salga hacia Estados Unidos. El Gobierno colombiano trata de echarle la culpa a Estados Unidos sin tener en cuenta que el consumo de coca allá ha rebajado o se mantiene estable. Han hecho el esfuerzo. Y ojo con algo que está pasando desapercibido: aquí están aumentando los cultivos de amapola. El tema de la heroína es muy complicado”.

 

PARTIDOS Y CONSERVATISMO

¿Cómo ve la crisis de los partidos políticos?

“Es que la mermelada acabó con los partidos, arrasó con ellos. Mire al Partido Conservador, con un presidente cuestionado que no se retira, con dirigentes chantajeando al Gobierno, miren lo que pasa con Efraín Cepeda (actual presidente del Senado)”.

 

¿Volvería para dirigir el conservatismo?

“No, eso es como cuando a usted le dicen que asuma la presidencia de una empresa, y que todos los vicepresidentes son corruptos pero usted no puede sacar a ninguno. Hoy tenemos conservadores pero no Partido Conservador. Y tenemos conservadores, que además pusimos entre dos y tres millones de votos para el No. Por eso vamos a hacer la alianza con Álvaro Uribe y el Centro Democrático, para reunir a los que yo llamo “conservadores de bien”, que creemos en los valores y principios del conservatismo”.

 

¿Qué busca al pedir de nuevo personería para la Nueva Fuerza Democrática?

“En el Acuerdo con las Farc quedó dicho que los partidos políticos que perdieron la personería jurídica podrían volver a pedirla. Si el Acuerdo es elevado a norma constitucional, pues es un derecho fundamental, de elegir y ser elegido. Y ahora que vemos que los partidos no se modernizaron, que ya no son los intérpretes de la gente, pues hay que remediar esa crisis de liderazgo”.

 

PROCESO DE PAZ

Muchos colombianos se han sorprendido con la virulencia de su oposición al proceso de paz de Santos…

“Mi oposición no ha sido al proceso. Ha sido a parte de los acuerdos: esa justicia especial, lo del narcotráfico, lo de la política agraria… Pero siempre he manifestado mis reparos de frente, no a escondidas. Cuando ganamos con el No fui donde Santos y le dije que tenía la oportunidad de su vida, de unir al país. Y la desaprovechó. Le entregamos propuestas serias, hechas con los mejores juristas, y todo eso se desechó. Y además nos engañaron: nos decían con Frank Pearl que no tenían definidos ciertos puntos, y ese mismo día los presentaban firmados”.

 

Pero usted también lo intentó todo por un acuerdo…

“Sí. Y tuve a un grupo de militares oponiéndose, empezando por el general (Jorge Enrique) Mora, que jugaba a doble carta y que luego haría todo lo contrario en La Habana. Y las mismas Farc se asustaron entonces con la posibilidad real de la paz”.

 

Pero, siendo realistas, ya esto no parece tener cómo revaluarse.

“Bueno, la Corte Constitucional tendría posibilidades de hacer algunos ajustes. Pero yo insisto en preguntar: ¿qué cedieron las Farc? Santos les dió todo lo que exigieron. Pero díganme una sola cosa que las Farc hayan entregado al pueblo colombiano”.

 

Entregaron miles de armas, según la ONU…

“¿Cuántas? Los expertos internacionales aseguran que las guerrillas tienen tres armas por cada combatiente: una larga, una corta y otra de reemplazo. Si eran 7.000 desmovilizados, ¿dónde están todas las demás? Yo le respondo: en Venezuela”.

 

A estas alturas, con desarme así sea parcial y ellos en política, ¿sigue viendo malo para el país el Acuerdo?

“Pero es que mire que hasta ‘Timochenko’ acaba de revelar que en las mismas Farc consideran malo el acuerdo. ¡Nunca pensé que las Farc se pasarían a los del No!… Y apenas empiecen a implementar eso, el conejo que les van a hacer, con este país en quiebra. No por nada más del 70 % del país está en contra de esos acuerdos. Aquí hay algo que quedó muy mal. Ni el Papa quiso reunirse con ellos, que fueron la contraparte del Gobierno”.

 

URIBE Y SANTOS

También ha sorprendido su alianza con Álvaro Uribe, atendiendo los antecedentes de lo que se decían hace pocos años…

“Pero es que mire a los medios: me dicen que por qué ataco a Uribe, y cuando me siento con él, me preguntan que por qué me siento con él. La polarización la hacen en buena medida los medios. La política se hace con los enemigos, en mi caso con los adversarios. Yo era enemigo de Uribe en 2003, 2004, y así y todo le ayudé a organizar su visita al Parlamento Europeo ese año”.

 

¿Es fácil llegar a entendimientos con Uribe?

“Hasta ahora hemos llegado. La alianza está lista. Con Uribe se puede discrepar, ser adversario. Con Santos es otra cosa, ya mostró su personalidad al llegar a pactos con Ernesto Samper, a quien quiso tumbar como fuera”.

 

Nunca lo veremos en pactos con Samper. ¿Con Santos?

“Nunca. Eso es imposible. Y más con narcotráfico de por medio, por sus alianzas con Samper. La verdad es que quien está gobernando hoy a Colombia es Samper”.

 

¿Hablará con los dirigentes de las Farc?

“Puede ser, y para decirles de frente lo que he dicho hasta ahora: que son unos narcotraficantes, el cartel más grande de droga”.

 

¿Tendremos aquí “castrochavismo”?

“Yo no lo llamaría castrochavismo. Lo que sí veo es que estamos en camino de llegar a Venezuela. ¿Qué es el Socialismo del siglo XXI? Hoy en Latinoamérica la izquierda es la mayor exponente de la corrupción. Que no vengan a decirnos que ellos son los más limpios”.

 

¿Puede la izquierda llegar al poder sola, o se unirán con las Farc?

“Si hay unión… No sé en cuánto tiempo. Pero la izquierda se puede derrotar. Ellos proponen traer de Venezuela el Socialismo del siglo XXI. Nosotros tendremos otras propuestas”.

 

Finalmente, ¿qué opina de Humberto De la Calle, que fue ministro y embajador suyo?

“Fue leal como ministro. Eso sí, les tenía pavor a las Farc. No quiso ir conmigo a la zona de distensión que porque las Farc lo iban a matar. Ahora tiene una inhabilidad grande, al pasar de ser negociador a candidato presidencial”.

 

Tomado de El Colombiano 

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