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Atentado podría endurecer la postura de Duque frente a la seguridad: Analistas

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El atentado registrado en la mañana de este jueves con un carro bomba en la Escuela de Cadetes General Santander en Bogotá es el primer ataque de gran magnitud contra la seguridad urbana durante el mandato del presidente de la República, Iván Duque Márquez. Esto, según los analistas, podría generar un endurecimiento de la postura que ha tenido su gobierno en temas de seguridad. 

Aunque Duque fue elegido enarbolando la bandera de seguridad y de la lucha contra el terrorismo solo hasta el inicio de diciembre cambió la cúpula militar con la que se esperaba dar un giro a la política que se venía manejando sobre este tema en el país durante los últimos años. La expectativa es si este cambio en su política se podría dar luego de un acto terrorista que tiene una mayor incidencia en la opinión pública. 

«Este demencial acto terrorista no quedará impune. Los colombianos nunca nos hemos sometido al terrorismo; siempre lo hemos derrotado y esta no será la excepción y no nos doblegarán. Hago un llamado a los colombianos para que nos unamos en contra de los violentos ¡Ni un paso atrás frente a quienes atacan miserablemente a la sociedad. Todos juntos, sin ningún distingo, debemos apoyar a la Fuerza Pública para capturar y castigar con severidad, de la mano de la justicia, a los autores de esta barbarie», indicó Duque, tras liderar un consejo de seguridad en la Escuela de Cadetes luego del atentado. 

La directora del Departamento de Ética y Política de la Universidad EAN, Jennyffer Vargas, indicó que este tipo de hechos puede generar un cambio en la forma como el Gobierno Duque venía manejando su discurso de seguridad, aunque consideró que no es muy aconsejable tomar posturas frente a estos temas hasta cuando no se terminen con las investigaciones. 

“Es muy apresurado hacer una aseveración sobre la política de seguridad del Gobierno, porque lo que realmente se debe hacer es avanzar en una investigación en la que se determine la forma cómo se dio el atentado y el objetivo que tuvo. Es muy pronto para decir que esto estaría relacionado con un acto político porque se tienen que evaluar otros factores frente a la realidad que tenemos en el país, ya que los actores que ahora existen y los secuestros, asesinatos y terrorismo no necesariamente están vinculados a una causa política”, explicó Vargas. 

Por su parte, Bibiana Clavijo, analista y docente de Ciencia Política de la Universidad del Rosario, consideró que el presidente Duque fue elegido porque enarbolaba una bandera de seguridad propia del gobierno del expresidente Álvaro Uribe, por lo que este tipo de hechos lo debe obligar a modificar su discurso en este tema para que responda a la necesidad que tiene la ciudadanía y verse más fuerte frente a varios actores en el país. 

“Lo que nos hemos encontrado este año es con la continuidad de los asesinatos de los líderes sociales, pero con este atentado de tipo urbano, el tema de la seguridad no se enfocará solo a las zonas alejadas de las ciudades porque es un tema que involucra a todos y tiene una incidencia más fuerte con la opinión pública, lo cual llevará a Duque a orientar parte de su discurso y estrategia para que exista una mayor percepción de seguridad”, indicó Clavijo. 

De acuerdo con la analista, aunque se viene incrementado y denunciando el asesinato de los líderes sociales este ha sido un tema que no se le ha dado la connotación que requiere y ha tenido muy poca incidencia en la ciudadanía. No obstante, cuando se trata de un atentado de gran magnitud en una ciudad, las dimensiones sociales y de seguridad son distintas, porque se ve el problema como algo más cercano al ciudadano. 

“La radicalización del Gobierno se puede venir en cuanto a una estrategia de seguridad orientada a lo que siempre ha caracterizado al Estado colombiano, con un discurso más fuerte y de lucha frontal contra el crimen. Sin embargo, creo que con esto estaríamos dando un paso atrás porque generaría unos escenarios complicados, pero sin duda el Gobierno va ser más exigente y menos tolerante con este tipo de temas”, explicó Clavijo. 

Frente a este escenario, Óscar Palma, docente de la Facultad de Ciencia Política de la Universidad del Rosario y experto en temas de seguridad, indicó que tener un discurso más fuerte es una de las posibilidades, pero además se podría pensar que lo que se quiere es dar un convencimiento de que este tema es una de las prioridades para el gobierno y si es necesario recurrir a medidas de fuerza mayor lo hará. 

“Este es uno de los escenarios y por eso es especulativo decir hacia donde podemos ir exactamente, lo claro es que esto dependerá del avance de las investigaciones y la confirmación de los autores intelectuales de este hecho, lo cual llevaría al gobierno a tomar unas posturas distintas a las que venía manejando”, aseguró Palma. 

Para la directora del Departamento de Política del EAN, la política de seguridad del país no debería modificarse al vaivén de los hechos que se van presentando. “El mejor escenario es tomar medidas necesarias y de alerta para anticiparse a futuros actos terroristas. Además, se debe analizar muy bien lo que pasó porque este tipo de hechos no necesariamente están relacionados con temas políticos”. 

Por su parte, Clavijo consideró que a raíz de este atentado el Gobierno va ser más exigente en su discurso y menos tolerante con los temas de seguridad, en donde el proceso de negociación con el ELN podría resultar afectado, aunque, dice, hay que esperar los resultados de las investigaciones sobre la autoría del atentado. 

“En este caso, aunque no sabemos la autoría intelectual del atentado porque está siendo objeto de investigación, sería gravísimo que el ELN estuviera involucrado porque ya se suspendería la poca iniciativa que se podría tener para esos diálogos en este momento. Además, tenemos que tener en cuenta que esta semana hubo unos secuestros y pareciera que se estuviera retando o burlando del proceso”, indicó Clavijo. 

Frente a este escenario con el ELN, el docente del Rosario Óscar Palma indicó que “lo preocupante es que se podría dar es una mayor polarización sobre la posibilidad de la negociación con el ELN porque si se llega a confirmar su autoría, un sector del país estaría opuesto y se negaría a avanzar en un diálogo y eso puede ser negativo porque nos llevaría a un circulo vicioso en donde este grupo puede responder con más violencia y el cual es un escenario muy difícil de salir”. 

Para el analista, aunque se ha dicho que la nueva cúpula militar está conformada por personas que han estado más en el terreno y a la guerra respecto a la cúpula anterior, está no tiene la libertad para tomar una decisión sobre el discurso y la forma como se manejará los temas de seguridad, ya que esto depende directamente de las posturas del gobierno de turno. 

“El mando militar siempre estará sujeto al poder político y del ejecutivo. Si el presidente Duque da una directriz muy clara de qué hacer con los grupos armados, lo cual incluiría acrecentar el uso de la fuerza, la cúpula cumplirá sin duda alguna, pero esto no lo determinan ellos sino el gobierno como tal”, resaltó Palma. 

 

 

BOGOTÁ (Colprensa).

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