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El Caimán ‘revivió’ con la alegría de los niños

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Los pequeños se gozaron este espacio creado únicamente para ellos. /MONTINER ALVIS

La generación más pequeña de caimaneros dejó al descubierto sus destrezas dancísticas y fue muy aplaudida por el público.

 

Al son de los tambores y de la tradicional canción del caimán, los pequeños se gozaron este espacio creado únicamente para ellos y demostraron que siguen con el legado cultural de este municipio, que cada vez más contagia a los colombianos con sus tradiciones.

La generación más pequeña de caimaneros dejó al descubierto sus destrezas dancísticas y fue muy aplaudida por el público presente, que desde los andenes tuvo la oportunidad de apreciar el desfile.

Algunas de las comparsas que participaron en el desfile fueron: ‘Rumberos de la Sexta’, ‘Danceritos de Orihueca’ ‘Sembrando identidad’, ‘Los niños del folclor’, ‘Funcarsur’,   ‘Rescatando el Folclor’, ‘Inagmistas’ y la del barrio Maracaibo.

Asimismo, cautivaron con su talento los grupos ‘Caimán 12 de octubre’, ‘Proyección Folclórica’, ‘Los Niños del Folclor’, ‘Proyect Run’, ‘Remembranzas Folclóricas’, ‘Talento Natural’, ‘Semilleros Costumbristas’, ‘Los Reyes Caimaneros’, ‘Caimán Discapacidad Caimanera’, ‘Caimán la 17’ y ‘Caimán Zonero’, entre otras.

“Me siento muy feliz de estar una vez más en el Festival del Caimán Cienaguero. Ya son 7 años de venir con este grupo de niños a participar y estoy contenta de ver que ellos se interesan por este tipo de eventos culturales. En total son 20 niños”, expresó Amarilis Silva Gómez, quien dirige la comparsa ‘Danceritos de Orihueca’.

“Ay mijita linda ¿Dónde está tu hermana? El caimán se la llevó, el caimán se la comió papá…”, el  verso de la canción insignia del Festival y que relata la triste historia de Tomasita, fue el coro que se escuchó de principio a fin en esta Gran Parada Infantil y que no solo cantaron los niños participantes, también lo hicieron personas propias de Ciénaga y turistas que llegaron a gozarse los cuatro días de festividades.

Durante este recorrido, se le vio muy alegre a la embajadora de la gozadera infantil: Luisa Paola Urieles Badillo, quien aunque no encabezó el desfile, su entusiasmo se sentía a lo largo y ancho del tramo.

La pequeña ‘soberana’ se ubicó en la mitad del desfile a bordo de su colorida carroza, acompañada de la comparsa ‘Nueva Generación’ y bailando al son de la tambora ‘Rumbalé’.

“Me siento supremamente feliz  de estar representando a  los niños en estas fiestas; los invito a todos a que se la disfruten y sigan manteniendo viva esta tradición cienaguera”, manifestó la reina infantil del Caimán Cienaguero, Luisa Urieles Badillo.

Todos los años en el mes de enero, el municipio de Ciénaga se convierte en el anfitrión de una de las fiestas más representativas del Caribe Colombiano, el Festival Nacional de la Leyenda y Danza del Caimán Cienaguero. Una muestra cultural que representa el folclor de la región Caribe.

Ciénaga, el epicentro de esta celebración, es el segundo municipio más habitado del departamento del Magdalena, se caracteriza por la amabilidad de su gente y el esplendor del mar Caribe que lo baña.

En este municipio nació en tiempos inmemoriales una leyenda que denota la cotidianidad del hombre trabajador que usaba la pesca como su sustento diario, la leyenda cuenta una triste historia, La del Caimán Cienaguero.

LA LEYENDA

Un 20 de enero, Día de San Sebastián, reunidos en el municipio de Ciénaga, un grupo de pescadores procedentes de Pueblo Viejo, pintoresca población construida a orillas de la Ciénaga Grande de Santa Marta, se encontraban en una amena parranda en el barrio “Cachimbero”, nombre derivado del olor a tabaco o cachimba propio de los fumadores, a orilla del mar, en casa de Miguel Bojato, quien vivía allí con su mujer Ana Carmela Urieles y sus dos hijas Juanita y la cumplimentada Tomasita.

El padre dispuso que las hermanas fueran al mercado a comprar el ron y la comida para continuar el festejo. En casa de los Bojato todo era alegría, cantaban y bailaban cumbias y puyas, aunque en vista de la tardanza de Juanita y Tomasita un ambiente de preocupación comenzó a apoderarse de los asistentes al jolgorio.

De pronto aparece Juanita. Su padre, presuroso, sale al encuentro y con voz entrecortada preguntó: “Mijita linda ¿Dónde está tu hermana?”. Juanita lo miró y gritando respondió: “El caimán se la llevó”.

Posteriormente, Juanita cuenta que su hermana Tomasita fue a lavarse los pies en las aguas de un brazo de la ciénaga, se distrajo, resbaló y “un maldito caimán se la comió”.

De inmediato los asistentes a la fiesta, en su gran mayoría miembros de la familia Bojato y Urieles, se trasladaron al mercado en busca de Tomasita, con resultados infructuosos.

Al que encontraron fue al caimán, dándole muerte con palos y arpones. El reptil, montado en una troja construida con unas varas de mangle, fue conducido a casa de los Bojato acompañado de dos filas de danzantes, una de cada lado del caimán.

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