La juventud del Distrito está preparada para el posconflicto

Más de 500 jóvenes samarios le respondieron a la Semana de la Juventud que en el Distrito fue coordinada por la Secretaría de Gobierno. 

 

Por lo menos 5.000 jóvenes participaron de las diversas actividades que se concertaron con las diferentes organizaciones juveniles de la ciudad, quienes junto con el Enlace de Juventud, José Marcelino Cadavid Rada, se dieron a la tarea de abrir espacios para promover la participación, el análisis, las actividades deportivas y culturales.

Los eventos académicos culminaron con un significativo espacio de análisis como lo fue el panel sobre el “Papel de la Juventud en el Posconflicto”, que se realizó con la presencia de varias organizaciones de la ciudad

En este evento participó María Alejandra Mahecha, representante juvenil en la Mesa Nacional de Participación de Víctimas, de igual forma, lo hizo Anabel Zúñiga, defensora de derechos humanos y consejera de Paz y el Posconflicto del Distrito, quienes junto con Carlos Payares, asesor de Políticas Públicas y William Monsalve Socarrás, secretario general de la Juventud Comunista y Coordinador Regional de la Federación Mundial de Jóvenes Demócratas, abordaron desde diversas perspectiva lo que significa el quehacer de los jóvenes después de la firma de los acuerdo de La Habana.

Los eventos académicos culminaron con el panel sobre el “Papel de la Juventud en el Posconflicto”, asistieron el enlace de Juventud, José Cadavid, María Alejandra Mahecha, representante juvenil en la Mesa Nacional,  Anabel Zúñiga, Defensora de Derechos Humanos y Consejera de Paz y Carlos Payares, asesor de Políticas Públicas.

 

COSA DE TODOS

Si en algo todos los panelistas estuvieron de acuerdo, es que en la escena nacional tras la firma del acuerdo para una “paz estable y duradera” es un primer paso, esta se debe fortalecer mediante la participación, el fortalecimiento de las organizaciones sociales y una pedagogía que prepare a los colombianos para asumir el diálogo respetuoso, a partir de las diferencias, en un país donde el debate político e ideológico estuvo 60 años atravesado por el aniquilamiento del que pensaba distinto, como única vía para resolver las controversia, hoy los jóvenes reivindican que una sociedad es madura cuando está preparada para la paz.

Por otro lado, las propuestas de la juventud a la hora de afrontar los retos del posconflicto son diversas pero confluyen en aspectos como el de revisar la obligatoriedad del servicio militar en Colombia, así como incluir en la agenda nacional la discusión sobre cuáles son sus derechos, es aquí donde reivindica la gratuidad en la educación a todos los niveles, incluyendo la superior y el acceso a un trabajo digno, como lo propuso William Monsalve Socarras, quien a su vez concluyó que había que revisar la política del consumo de sustancias sicoactivas y tratar como un problema de salud más que punitivo.

Por otro lado, María Alejandra Mahecha, indicó que el reto es ampliar la participación porque solo esta puede garantizarnos los demás derechos.

Carlos Payares afirmó que la política de juventud del Distrito es una herramienta para abordarla y discutirla, en la perspectiva que siempre toda política crea su propio escenario de diálogo para mejorarla y esta dinámica debe ser asumida por los jóvenes samarios, lo que permite a su vez tener unas organizaciones sociales fortalecidas y comprometidas con el desarrollo de la ciudad, la construcción de nuevas mentalidades, que le aporten al país desde la ciudad del Buen Vivir.

La política pública de juventud del Distrito se implementó en el periodo del exalcalde Carlos Caicedo, mediante el acuerdo y fue con esta que se inició una nueva dinámica que transformó el escenario juvenil y en la actualidad el alcalde Rafael Martínez, profundiza desde los diversos programas del Plan de Desarrollo Distrital.

En otra perspectiva, Anabel Zúñiga puntualizó que la página del conflicto es mejor pasarla no sin antes ser revisada ampliamente por todos los actores sociales y es en esa lectura sobre la realidad que se posibilita apropiarse y empoderarse del tema de la paz, para que no siga siendo un concepto abstracto, sino una posibilidad de recomponer la sociedad y reconfigurar el proyecto de Nación.     

El debate apenas inicia como lo reconocieron distintos líderes juveniles de la ciudad, quienes se mostraron comprometidos en la búsqueda de una paz en la que confluyan todos los actores y donde el movimiento juvenil también sea protagonista en la discusión nacional, con sus propuestas para derrotar el miedo y la desilusión, frente a una democracia fracturada, como señalaron algunos jóvenes samarios.