HOY DIARIO DEL MAGDALENA
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72 madres comunitarias insisten en el reclamo de sus derechos laborales

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Con pancartas las afectadas reclamaron frente a la sede del ICBF en Ciénaga.

72 Madres Comunitarias del municipio de Ciénaga manifiestan sentirse en situación de burla y desconsideración por parte del Instituto de Bienestar familiar y la ONG Prosperar y Vida debido a que no le dan solución a la deuda que tienen con ellas  desde el año 2018 tiempo desde el cual se les ha venido aplazando e incumpliendo por los conceptos de sueldos, primas y demás prestaciones sociales.

 

Según lo manifestado por las denunciantes estos pagos son un derecho adquirido por el cual han venido luchando desde el año anterior, pero hasta la fecha no han tenido una respuesta positiva que obligue  a  los entes involucrados a realizar el desembolso de dichos dineros.

Las mujeres perjudicadas con esta situación se vieron obligadas  a tomarse las instalaciones del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar  en Ciénaga para llamar la atención de las autoridades en la búsqueda de una pronta solución a esta larga espera para que se les reconozca sus pagos a los que tienen derecho luego de haber cumplido con su trabajo.

QUE DICEN LAS MADRES COMUNITARIAS

Algunas madres comunitarias aseguran que se les están violando sus derechos por lo que iniciaron esta protesta de forma pacífica.

“Se nos adeudan seis meses de sueldo desde febrero hasta julio del año 2018, la prima del mes de junio del mismo año, los complementos de los seis meses desde febrero hasta julio, las cesantías y la liquidación, pura habladuría y de aquello nada”, expresó una de las afectadas.

Seguidamente la afectada dijo: “porque en enero de 2018 habían suspendido al director y entró otro en su  lugar, el cual mandó  a realizar la supervisión para corroborar la información suministrada y no hubo respuesta alguna, continúa pasando el tiempo y no vemos solución por ningún lado”.

CRISIS

Oficialmente, las madres comunitarias iniciaron su labor hace 30 años, gracias a un documento Conpes que creó los hogares comunitarios como una forma de amparar a la población infantil más vulnerable en zonas urbanas y rurales. Luego, a través de la Ley 089 de 1989, se constituyeron como un programa fundamental del Estado. Sin embargo, solo en 2014 se obligó a que se vincularan mediante contratos remunerados, pues hasta entonces se veía esa labor como voluntaria, pese a que las mujeres dedicaban su vida entera al cuidado de los menores.

Como todas las cosas que no corresponden a la solución adecuada de un problema, el programa de Madres Comunitarias ha venido haciendo crisis desde hace algunos años. Se buscaba con este programa que algunas madres que carecían de ocupación se encargaran de cuidar a los hijos de las mujeres que, por la necesidad de trabajar fuera de su hogar, no podían hacerlo por sí mismas.

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