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Lo que va del tono de Iván Duque al de Álvaro Uribe

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Las palabras del presidente Iván Duque del pasado 18 de enero, cuando le habló al país sobre la terminación de los diálogos con el ELN por ser el autor del atentado con carro bomba en la Escuela de Cadetes de la Policía General Santander, llevaron a que una parte de la ciudadanía destacara la contundencia de su discurso y el tono fuerte que usó.

De inmediato, las redes sociales y los micrófonos de los programas de opinión en emisoras y canales de televisión así lo comentaron, como – por ejemplo – lo dijo la periodista y analista Salud Hernández, quien sostuvo que “es la primera vez que le escuchó a Duque un discurso con la contundencia de ser presidente”. Otros compararon las posturas más fuertes del mandatario con las que el presidente Álvaro Uribe se refería a este tipo de hechos durante su gobierno.

Lo cierto es que a Duque, hasta ese momento, múltiples sectores le habían criticado el no tomar posturas contundentes. Algo que se transformó, aún más, en los últimos días, al cambiar ese estilo pausado y calmado que lo caracterizó en los primeros meses de gobierno, por una postura firme e inamovible frente a un tema en el que hoy es uno de los principales referentes: el rechazo al régimen de Nicolás Maduro.

No obstante, el tema de Venezuela ha sido una bandera de Duque desde hace tiempo. Siendo senador, hace poco más de un año, puso una demanda contra Maduro ante la Corte Penal Internacional por violación de los derechos humanos. Luego, ya siendo mandatario, logró consolidar un bloque de países que dieran aportes para la crisis migratoria. Pero sí hubo un gran cambio de tono en el mes de enero, el cual inició con el pronunciamiento del Grupo de Lima, al no reconocer el gobierno de Maduro y que hoy va en el apoyo incondicional a la presidencia interina de Juan Guaidó. “A la dictadura de Venezuela le quedan muy pocas horas”, dijo Duque este viernes al destacar el papel de la alianza multilateral que se ha dado para bloquear al régimen venezolano.

Y aunque no ha pasado más de un mes de ese nuevo estilo de Duque, para muchos ya se ha traducido en respaldo en las encuestas de favorabilidad, que han tenido una clara reacción tras sus posturas frente a los atentados terroristas y la búsqueda de la salida de Maduro. Por ejemplo, la encuesta hecha por la firma YanHaas, conocida al cierre de enero, indicó que el 35 % de los consultados aprobó la gestión del Primer Mandatario, frente al 25 % de la medición que se hizo el 15 de diciembre pasado.

En cuanto a la relación con el estilo de su mentor Álvaro Uribe, el senador liberal Luis Fernando Velasco cree que el gobierno del presidente Duque “busca parecerse a ese estilo, porque siente que eso le permite reencontrarse con algunos sectores que fueron definitivos en su elección”.

Héctor Olimpo Morales, exviceministro del Interior, sostiene que ve al jefe del Estado esmerado en hacer un gobierno que se parezca al de Uribe, “a su temperamento, a su visión de país y seguramente tiene algunos puntos en común que confluyen con lo que Uribe piensa y opina, pero seguramente le veremos que tiene cosas que son de su propia cosecha”.

El analista John Mario González sostiene que el discurso más fuerte de Duque responde ante todo a la coyuntura que hay en el momento, pero aún es distante a que se pueda comparar con lo hecho por Uribe. “A Duque le faltan bríos para parecerse a Uribe, lo que sucede es que las circunstancias se dieron y el tono obligaba a Duque a producir un énfasis que da la impresión de parecerse en algo a Uribe, pero creo que la diferencia sustancial entre los dos es de visión de Estado, de país”, sostiene.

Distante a lo anteriormente expresado se muestra el senador bolivarense del Centro Democrático Fernando Araújo, quien asegura que el discurso de Álvaro Uribe e Iván Duque están inspirados en lo mismo: libertad y orden.

“El presidente Duque tiene muchas coincidencias con el presidente Uribe, una de ellas, tal vez la más importante, es que ambos son respetuosos de los principios que dicta el Escudo Nacional, libertad y orden. Uribe nos habló de la seguridad y Duque nos habla de la legalidad, realmente ambos se complementan, la seguridad y la legalidad van juntas de la mano. No creo que el presidente Duque esté tratando de modificar el tono del discurso, desde que era senador siempre nos dijo esta postura”, asegura uno de los senadores más cercanos a Duque y quien remata su postura diciendo: “lo que está siendo Duque es ser coherente”.

La voz de la oposición, expresada por la segunda vicepresidente del Senado, Angélica Lozano (Alianza Verde), es contundente en que no se están pareciendo. “No tiene ni un fragmento de la fuerza en la ciudadanía que tenía Uribe ni el miedo. No tiene los factores de poder que tenía Uribe, como por ejemplo para que el Congreso le marche y conectarse con la gente en la calle”.

Lozano expresa que lo que sí está intentando el mandatario actual “es reencauchar la seguridad democrática en cuerpo ajeno y 15 años después la ciudadanía ya no está en el clima de ese momento”.

Pero más allá de ver si son iguales las formas de gobierno, algunos sectores advierten que muchas de las llamadas nuevas posturas de Iván Duque podrían llevar a tener efectos positivos o negativos en los objetivos de su gobierno.

El senador Velasco sostiene que “Duque se está posicionando claramente en el discurso que lo llevó a la Presidencia y la mayoría de los colombianos consideran que es lo que más le conviene al país, pero tengo diferencias”.

Para el analista González, otro de los efectos de esa faceta actual de Duque es que habría problemas en lo económico. “Si el gobierno sigue insistiendo mucho en la vía militar, la cosa se le puede complicar con otros objetivos de gobierno como atraer la inversión extranjera, dar la sensación de que el país está logrando su facilitación y por esa vía traer medidas importantes y un turismo que el país necesita”.

González insiste en que el Gobierno se ha parado en una línea fuerte del discurso contra el terrorismo, “pero aún se podría decir que no tan duro y poco inteligente en el manejo de los temas de los protocolos con Cuba en el proceso de paz con el ELN”.

Finalmente, sobre si el tema del discurso fuerte contra el terrorismo se podrá mantener, la senadora Lozano sostiene que eso depende en especial de si el ELN continúa con acciones violentas que alejen una posibilidad de paz. “Así será si el ELN le sigue haciendo esos ‘favores’ de quitarle espacio en la agenda pública a lo que más le importa a la ciudadanía y devolvernos”.

Bogotá Colprensa

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