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Estados Unidos y Rusia se retiran de pacto nuclear, ¿comienza carrera armamentista?

Misil ruso. Rusia y Estados Unidos se retiraron del pacto nuclear INF. 

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El mundo es un poco menos seguro. Esa parece ser una de las lecturas del último movimiento geopolítico de dos de las potencias militares del mundo: Rusia y Estados Unidos. El pasado viernes, el presidente de EE.UU. Donald Trump anunció que su país comenzaba su retiro del tratado de Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio (INF por sus siglas en inglés). Minutos después, Rusia, bajo el mando de Vladimir Putin, indicaba que tomaba la misma decisión.

La determinación no es de menor calado. Entre ambos países se reparten cerca del 93% de las más de 14.000 ojivas nucleares que se estima hay hoy en el mundo. El INF, un tratado que data de finales de la década del 80, establecía un control de estas armas, llegando incluso a acuerdos de destrucción de armamento nuclear. Su fin, en un momento de tensión entre Occidente y Rusia, abre una serie de preguntas sobre la seguridad mundial, ¿se aboca el mundo a una carrera armamentista?

 

Las razones

Según recogió la agencia AFP, la administración norteamericana justificó su decisión en supuestos incumplimientos de Rusia. Para EE.UU. Moscú habría desarrollado un misil que violaría los limites que el tratado impone. Esto siempre ha sido negado por la administración rusa, que a su vez también ha señalado a la potencia del Norte de infringir el tratado.

Lo cierto es que ambas naciones se han dirigido ataques sobre supuestas violaciones a este y otros tratados internacionales desde tiempo atrás. Y aunque dichas infracciones pueden ser ciertas o no, el abandono del INF responde a una estrategia militar y geopolítica pensada y llevada a cabo por el gobierno de Donald Trump. Así lo afirma Hasan Turk, analista internacional.

Para Turk el movimiento responde a una necesidad norteamericana de retomar una posición militar predominante en el mundo, puesto que ha perdido en las últimas décadas ante el crecimiento económico de países como China y Rusia. “Estados Unidos sabe que para ser una potencia se necesitan dos elementos: crecimiento económico y poderío militar. En ambos campos Rusia y China han tenido avances mucho mayores en los últimos años”.

Para el analista internacional, el poderío nuclear (y militar, en general) ha posibilitado una especie de disuasión entre las potencias que ha logrado mantener una estabilidad mundial entre ellas. La historia así lo confirma cuando se estudian fenómenos como la Guerra Fría, una confrontación ideológica entre Estados Unidos y la Unión Soviética que se caracterizó por el intercambio constante de amenazas que nunca se cumplieron, justamente por la realidad de que ninguna de las dos naciones tenía una superioridad militar suficientemente amplía sobre la otra.

Sin embargo, el mundo de finales de la Guerra Fría no es el mismo que el actual. Estados Unidos y Rusia ya no son los únicos países con acceso a armamento nuclear. Es ese campo donde la decisión de Putin y Trump puede tener consecuencias mayores.

 

Un mundo sin policías

Durante años, el poderío militar y económico de Estados Unidos le sirvió para desplegar una política internacional donde su voz era respetada y requerida en todo el mundo. Para Turk, la posición norteamericana se asemejaba a la del “policía del mundo”. Con el crecimiento de la influencia de China y Rusia, dicho papel se ha debilitado.

“Donald Trump no es un loco. Sus decisiones, que han despertado tanta consternación en el mundo, han pasado todos los filtros de las instituciones norteamericanas. El retiro de otros pactos, el veto a ciudadanos de ciertos países, todo ha pasado en el Congreso y en las altas cortes. Tal vez todo menos el muro. El retiro del INF no parece ser una política solo de Trump, sino del Estado norteamericano. Yo creo que estos son unos años donde Estados Unidos quiere respirar y reorganizar su política interna y externa para retomar el papel que quiere tener en el mundo”, señala Turk.

Horas después de que tanto Rusia como Estados Unidos se retiraran del pacto, ambos gobiernos anunciaron que comenzarían el desarrollo de armamento nuclear de alcance medio, si bien también declararon que seguían dispuestos a negociar y acordar un nuevo tratado. Vladimir Putin señaló que esta decisión no abocaría a Rusia a una carrera armamentista.

Sin embargo, para Turk es muy probable que esto pase, no solo para ambos países sino para el resto de naciones con acceso a armamento nuclear, como Francia o Reino Unido, o con intenciones de acceder a él. “El impacto de la decisión puede impulsar a otras naciones en el mundo que quieren tener peso en sus regiones por medio de su desarrollo militar”, finaliza el experto.

 

El Colombiano

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