Longeva celebró sus 109 años de edad en una chiva rumbera

En una chiva rumbera celebró su cumpleaños doña Zunilda Calvo Pérez quien lució un sombrero carnavalero. /MNTINER ALVIS.

Consultada sobre una sugerencia a la juventud actual para que llegue a su edad, respondió sin titubeos: ‘‘no llegarán a viejos porque no se alimentan bien y porque comen mucha comida chatarra’’.

Con una lucidez y alegría intactas doña Zunilda Calvo Pérez cumplió el sueño de celebrar su cumpleaños montada en una chiva rumbera rodeada de sus hijos, nietos y biznietos. El amanecer en la vivienda del barrio María Cristina donde vive fue lleno de alabanzas y agradecimientos a Dios por la bendición de llegar a 109 años de vida.

Doña Zunilda es una longeva alegre, dulce y cariñosa que habla como niña consentida. ‘‘Estoy muy feliz por tantos años de vida y porque se me cumple el deseo de ver a mis hijos reunidos con toda la prole’’, afirmó con firmeza.

No tuvo reparos para encaramarse en la chiva rumbera que conduce uno de sus nietos y con su sombrero carnavalero salió junto a sus hijos, nietos y biznietos a recorrer algunas calles de Santa Marta.

En diálogo con HOY DIARIO DEL MAGDALENA, doña Zunilda precisó que nació en 1910 en el corregimiento de Cantagallar, municipio de El Piñón (Magdalena) y que tuvo 10 hijos porque en esos tiempos la televisión era casi un lujo. Su hija Lourdes de 54 años de edad quien viajaba a su lado le dijo a su oído que me contara la canción que más le gustaba bailar y ella de inmediato gritó emocionada ‘‘El serrucho’’ y soltó la risa.

Algunos de sus casi 100 nietos y biznietos que le acompañaban porque no había cupo para todos en la chiva rumbera no dejaban de filmar con sus celulares la charla sostenida con este medio. Doña Zunilda relató que en su época se comía mejor y que los alimentos sí tenían nutrientes no como ahora donde la leche es pura agua o los pollos son inyectados para que crezcan rápido.

‘‘Yo me alimenté bien, con buen pescado, carne y cerdo. Tomaba leche recién ordeñada calientita, comí buena yuca, ñame, plátano y todo tipo de frutas’’, indicó la longeva.

 Consultada sobre una sugerencia a la juventud actual para que llegue a su edad, respondió sin titubeos: ‘‘no llegarán a viejos porque no se alimentan bien y porque comen mucha comida chatarra’’.

También recordó que aquello que más le encanta de la celebración de su cumpleaños es el mariachi que con sus canciones alegran su hogar y armonizan a toda la cuadra en la carrera 10C de María Cristina. A doña Zunilda le fascina colocarse el sombrero enorme que usan los cantautores que integran el mariachi y que le hagan muchas fotografías.

A pesar de su avanzada edad no ha padecido de enfermedades lo que da cuenta de sus buenas defensas en su organismo producto muy seguramente de unaalimentación rica en vitaminas, minerales y muy balanceada.

Su hijo Víctor quien cuenta con 64 años de edad viajaba feliz acompañando a su adorada madre, a quien ha respetado siempre por su templanza y buena instrucción, legado que él replica con los suyos. El recorrido a bordo de la chiva rumbera inició desde el sector de María Cristina bordeando la línea férrea hasta salir debajo del puente en Bastidas, luego salió a la Avenida del Libertador rumbo al Centro Histórico.

En todo ese trayecto se escuchaba el tema ‘Tu cumpleaños’ de Diomedes Díaz y música de Carnaval con el artista Checo Acosta, también los temas ‘Que Dios te bendiga’ y ‘Goza Goza’ de Peter Manjarrés que se disfrutaron al máximo al interior y de las personas que aplaudían en cada punto semafórico. La rumba continuaba en casa por la noche con mariachi, pudin, picadas y bebidas bien frías en compañía de sus hijos vivos Belisario, Víctor, Alberto, Joaco, Nelson y Lourdes, además de sus nietos, biznietos y tataranietos.