HOY DIARIO DEL MAGDALENA
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El no retorno de los migrantes venezolanos que están en Colombia

Los ciudadanos venezolanos que residen en Colombia han realizado en el último mes varias movilizaciones en el territorio nacional. En la fotografía, la protesta del 23 de enero en el norte de Bogotá en la que participaron miles de personas. 

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Si Nicolás Maduro decidiera entregarse mañana a primera hora a la justicia internacional para responder por la crisis humanitaria en la que hundió a Venezuela, si la oposición lograra poner en marcha el proceso de transición política a la democracia e iniciara la reconstrucción del país en términos sociales y económicos, incluso en el mejor de los escenarios la mayoría de los migrantes venezolanos, colombo-venezolanos y colombianos retornados permanecerían en Colombia.

La crisis venezolana no se restringe al terreno del deterioro democrático, a la ilegitimidad del gobierno de Maduro o la implantación de un orden dictatorial encabezado por la Asamblea Nacional Constituyente chavista.

La Revolución Bolivariana no es solamente un problema de sistema o régimen político, es el resultado de 20 años de malas decisiones políticas, económicas y sociales que han destruido la autoridad del Estado, roto el monopolio de la fuerza, perdido el control territorial, devastado el sistema económico, arruinado el sistema educativo, arrasado el sistema de salud y han hecho trizas las relaciones del ciudadano con el Estado, hasta entre los propios ciudadanos.

Desde el 2017, las cifras son altamente preocupantes sobre las condiciones sociales de los venezolanos, especialmente de niños y madres gestantes que salen del país huyendo del agudo desabastecimiento en alimentos e insumos médicos causando, según Amnistía Internacional, cuadros de desnutrición generalizada en la población y tasas de mortalidad neonatal del 30% y materna del 65%.

La migración que ha causado la crisis venezolana es de una magnitud sin precedentes en el continente. Colombia es el principal receptor con una migración que se estimaba para el 31 de diciembre de 2018 en 1’174.743, compuesta en un 50% por mujeres. Y según la Registraduría Nacional del Estado Civil se han registrado más de 25 mil nacimientos de hijos de madres venezolanas, entre 2015 y 2018. Lo que, sin duda, implica para el Estado a corto, mediano y largo plazo, grandes retos frente a la integración social y a las garantías de los derechos de la niñez y de las madres migrantes.

Derechos que van desde el acceso a la salud, a la educación, y al libre desarrollo, hasta la posibilidad misma de recibir la nacionalidad colombiana, teniendo en cuenta que esta es población en alto riesgo de ser apátrida, en la medida en que Colombia solo otorga la nacionalidad a hijos de padres colombianos o hijos de migrantes con residencia, un estatus muy difícil de alcanzar dadas las actuales circunstancias de los migrantes venezolanos en Colombia.

Antioquia es el segundo departamento con ciudadanos venezolanos con el Permiso Especial de Permanencia -PEP-, aproximadamente el 12% a la fecha, sin olvidar que la cuarta versión de PEP termina el próximo 27 de abril.

Los retos y oportunidades que causa el fenómeno migratorio son grandes. La mayoría de las mujeres en gestación o madres lactantes, así como los niños y adolescentes o incluso los venezolanos que han logrado establecerse en Colombia no regresarán a Venezuela, en el corto plazo, sino hasta que las condiciones estén dadas.

Enfrentamos un fenómeno con difíciles condiciones migratorias: caminantes, migrantes en condición de calle o en caravanas. Por ello es normal que el pueblo colombiano quiera ser solidario, pero acciones bien intencionadas de solidaridad derivan en muchos casos, en lo que se conoce como acción con daño. Las personas deben ser muy cuidadosas a la hora de ayudar, a veces es mejor acercarse a fundaciones u organizaciones especializadas en atención a población vulnerable, que hacerlo directamente.

Por ejemplo, cuando se intenta socorrer a bebés regalándoles leche de fórmula o “de tarro”. Por las condiciones de migración y la carencia de los ambientes idóneos para la preparación de los biberones se puede terminar perjudicando a los menores con infecciones por bacterias en los teteros o por la ingesta de aguas no aptas para el consumo humano. Es por lo que se aconseja promover la lactancia materna como una práctica por la OMS, con el fin de fortalecer el sistema inmunológico y nutricional de los recién nacidos.

Entendiendo la relevancia de impulsar políticas destinadas a la protección de la niñez y a la urgente necesidad de abordar la migración, con un enfoque integral de largo plazo. Encuentro con la Migración, iniciativa del Observatorio de Venezuela de la Universidad del Rosario, con apoyo de la Konrad Adenauer Stiftung, -KAS- y EL COLOMBIANO crea un espacio que busca abordar el fenómeno de la movilidad humana, reconociendo su importancia, sus matices, y sobre todo, la necesidad de crear puentes para la integración social y así plantear grandes oportunidades para el Estado y la sociedad colombiana.

El Colombiano

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